Como, ¿Una mujer?

111 8 2
                                    

-Nuestro cabo nos despertó a grito pelado, nos estaban gaseando. Tras ponernos las mascaras de gas corrimos hasta nuestras posiciones,  les dije a Juan y a Dani que me cubriesen mientras me subía un árbol para intentar ver más allá de la nube de gas .  Una vez arriba y  con un viejo periscopio me dispuse a observar la trinchera enemiga, descubrí un ajetreo mayor de lo habitual así que bajé del árbol y fui corriendo a contárselo a mi cabo (no sin antes decírselo a estos).
Nuestro cabo mando al corredor de nuestra patrulla ( un tal Pablo ) a que se lo comunicase a nuestros superiores. Tras unos 20 minutos regresó junto a un general y una joven, nuestro general nos contó  que la joven era una experimentada espía y que  su misión sería permanecer cerca de nuestra patrulla hasta que descubriéramos porque había tanto revuelo.                                  Tras esto, nuestro general se dio media vuelta y se fue por donde había venido, acto seguido nuestro cabo dio la orden de dispersarse y volver a nuestras posiciones. Nosotros haciendo caso omiso nos quedamos para presentarnos.

-Hola, soy Adrián.

-Yo Daniel.

-Y yo Juan.

-Encantada, no tengo permiso para comunicar mi nombre pero podéis llamarme RAE. Y ahora una vez echas las presentaciones me retiro a un lugar mas seguro hasta que alguno me comuniquéis alguna novedad.

Y tal cual vino se marchó.

-Madre mía, ¿ que seriedad no? 

-Lo que me faltaba por ver, una mujer espía.

-No seas a si Dani, ¿es que en tu granja las mujeres no trabajaban o que?

-Si...

-A este lo que le pasa es que tiene miedo de que una mujer sea mejor que él.

-Ostia Juan le acabas de dejar por los suelos.

-...

El tiempo pasó , yo que me había subido al árbol, seguía todos los movimientos del enemigo. Descubrí que debajo de lo que parecía un hospital de campaña estaban camuflados los poderosos cañones de artillería. Tras confirmar mis sospechas me bajé de árbol de un salto y se lo conté a nuestro cabo y este a su vez a RAE  gracias a la linea de teléfono.  

Una vez estábamos todos reunidos me hizo dibujar un pequeño croquis en un papel mientras él explicaba el plan, este era sencillo, debíamos empezar a disparar para atraer la atención enemiga mientras tanto RAE debía hacerse pasar por una enfermera alemana y sabotear los cañones.

Sobre las 2:15 de la madrugada se dio la orden de abrir fuego, acto seguido RAE se escabulló hasta desaparecer. Tras 15 minutos se dio la orden de cesar el fuego y al poco también lo hizo en la trinchera enemiga. Un incomodo silencio se apoderó del campo de batalla,  una vez atraída la atención del enemigo solo quedaba esperar. A medida que el tiempo pasaba la tensión aumentaba.
A las 4:17 se escucharon 3 pequeñas explosiones en la trinchera enemiga, rápidamente me subí al árbol y me puse a observar al falso hospital, descubrí que estaba en llamas y que entre los restos de la tela y la madera se veían los cañones ya inutilizados. La misión había sido un éxito. Tras correr a confirmarselo a mi cabo  este reunió a todo el mundo para celebrar una gran fiesta para celebrarlo. Lo malo era que RAE no había vuelto y parecía que nadie sabía nada sobre su paradero.

70 metros para 3 hombresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora