Avanzadilla

76 6 1
                                    

Me desperté con la boca seca y amarga como la hiel, según mi viejo reloj eran las 7:36 am por lo que decidí despertar a estos.
Una vez despiertos todos nos pusimos a hablar sobre que hacer:

-Todos sabemos que si seguimos aquí moriremos si no hoy mañana, así que debemos hacer algo para intentar escapar de aquí

-Estoy de acuerdo, pero... ¿que podemos hacer?

-Desde luego no podemos exponernos a regresar por donde vinimos.

-¿Por?

-Piensa, si hasta ahora no han venido refuerzos significa que la carretera está cortada y/o tomada por los alemanes así que es imposible pasar por ahí.

-Tienes razón, tendremos que huir quizás por aquel pequeño cañón que se ve desde aquí, en caso de que nos ataquen sería más fácil defendernos.

-Tienes razón, haremos eso.

-Es lo más viable.

Tras decidir nuestro plan de huida( me sorprendió el poco tiempo que tardemos en decidirnos) , empezamos a preparar las cosas para irnos lo antes posible.
Poco después, mientras oteaba la segunda línea puede ver un grupo de unos 30 hombres saliendo de la trinchera enemiga y dirigiéndose con cautela hasta nuestra posición, rápidamente y sin hacer ruido avisé a estos y les dije que una avanzadilla enemiga se dirigía hacia nosotros, acto y seguido cogimos nuestras armas y nos preparemos para rechazar al enemigo.
Cuando se encontraban apenas a 10 metros de nosotros comenzamos a disparar, los enemigos se tiraron al suelo y empezaron a disparar a nuestra posición.

-¡Vamos joder son unos 30 podemos hacerlo!

-¡Vamos, vamos, nosotros podemos!

Apenas 5 minutos más tarde y tras matar a unos 8 enemigos

-¡Joder, joder se me a encasquillado el rifle, cubrirme!

-No hay tiempo, están empezando a rodearnos, dame tu rifle y toma este.

-¡Para que!

-¡Calla y dámelo!

-¡Toma, toma!

-¡Dejad de hablar y ponernos a disparar joder!

-¡Tranquilo Dani!

-¡Cubrirme, voy a utilizar este rifle y su bayoneta como jabalina!

-¡Oído cocina!

Dicho esto se incorporó y lanzó mi pobre Lebel hacia un alemán y para sorpresa de Dani y mía le dio justo en el pecho.

-¡Joder Juan, estas loco o que te podrían haber dado!

-¡Y lo han echo mira su brazo!

-¡Rápido hazte un torniquete mientras te cubrimos!

Una vez puesta de nuevo la vista sobre el campo de batalla nos dimos cuenta de que la avanzadilla enemiga se estaba retirando, seguro que no esperaban que les ofreciéramos tanta resistencia.

Ya con la situación calmada pudimos curar la Juan de una forma más o menos profesional, a lo tonto ya era medio día así que decidimos una vez habiéndonos asegurado de que ningún enemigo nos seguía y con la seguridad de que no tardarían mucho en lanzar un ataque mayor empezar a caminar hacia el pequeño cañón con todas las armas y municiones que nos quedaban.

70 metros para 3 hombresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora