La puerta se abrió y cerró, sus pasos se escucharon hasta la sala, se quitó los zapatos en la entrada del departamento y los colocó junto a unos más grande y por obviedad, de hombre.
Siguió su camino por el corto pasillo, no más de cuatro pasos y sin prestar atención a los ojos que la seguían en cada movimiento siguió con su "tarea" revisando las fotografías de unos cuadros.
Entró a la cocina, no muy pequeña, cogió un vaso, abrió el refrigerador, sacó la jarra y se sirvió agua, dejó todo en su lugar y bebió sin prisa el líquido vital.
Después de ello dejó la carpeta en la barra y justo al salir de la cocina extendió los brazos y se lanzó para abrazar a su acompañante, enredo sus piernas en la cadera de el y le sonrió antes de unir sus labios en un dulce beso.
Bienvenida - Murmuro con sarcasmo el azabache.
¿Me has extrañado? - la pregunta tenía un toque de seducción aun cuando el tono de voz era inocente.
Por supuesto que no - fingió que iba a soltarla.
Yo digo que mientes, dos semanas sin mi te han matado - Depósito un beso corto.
¿Dónde están tus maletas? - levantó una ceja.
Ya las suben. Pero quería hacer esto primero - Sus dedos juguetearon con su cabello azabache.
¿Beber agua? - se burló.
Besarte tonto - El timbre sonó indicando que las maletas de Sakura habían llegado. Se bajo y corrió hasta la puerta, Cuando abrió el chico rubio que trabajaba en la recepción del edificio privado le sonrió coqueto, era la primera vez que lo veía por lo que dedujo que era nuevo y fue contratado durante su ausencia.
Sus maletas señorita ¿Gusta que le ayude a introducirlas? - Sakura quedó con una expresión de incomprensión. Ante el evidente coqueteo.
Sasuke se asomó a la entrada con evidente irritación y el chico dejo de sonreír.
Ya puedes irte - El chico se vio intimidado por la mirada del residente. Lo había visto pero no sabía cual era su piso o departamento.
Cualquier cosa estoy a sus órdenes, con permiso. - El chico hizo un breve reverencia y se perdió por el pasillo.
¿Es nuevo cierto? Lo vi cuando se ofreció ayudar con las maletas - comentó ignorando el mal humor que había adquirido Sasuke.
Lo es, pero no me agrada - su tono de voz comenzaba a ser duro.
¿Desde hoy? - Sakura arrastró las dos maletas adentro de la casa y se detuvo para mirar a su novio. "Aun con el maldito ceño fruncido es endemoniadamente atractivo" - pensó.
¿Sasuke? - lo sacó de sus pensamientos donde seguro imaginaba la forma de desaparecer al joven.
Yo llevo eso - Tomó ambas maletas y se perdió en la habitación.
Sakura suprimió la risa que quería salir ante la actitud celosa de Sasuke.Se dio tiempo de mirar la habitación nuevamente, llevaba dos meses viviendo con Sasuke y todo iba de maravilla. Había tenido que viajar con Kakashi a París para sacar unos permisos sobre unas obras prestadas.
Su trabajo había consistido en verificar que todo estuviera en perfecto estado antes de transportar las pinturas y que nada hubiera cambiado al llegar.
Durante su estancia ahí, pudo disfrutar de recorrer museos y lugares de turismo.
Incluso tuvo un momento reflexivo sobre su profesión actual.
¿Por qué no había escogido su primera vocación? Ser doctora.
Una parte de sí, le dijo que no lo había hecho ya que los tiempos habían cambiado y ya no necesitaba necesariamente salvar a alguien en ese ámbito, ella había querido ser médico para poder ayudar a sus compañeros y ya que actualmente ninguno de los dos estaba en medio de una guerra ninja su parte artística, adquirida gracias a Sai en sus días pasados, se adueñó de su mente al volver a nacer.
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Dibujante
FanfictionSakura reencarna en la época actual después de 1000 años, en su antigua vida ninja arrasaron con todo lo que conoció y amo. Ahora posee simples recuerdos en sueños sobre su vida antigua, se volverá una artista del dibujo para plasmar sus memorias y...