El nuevo subordinado

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La noche era larga, más de lo habitual y tal vez para wonsik era peor, un nuevo chico había llamado la atención de su jefe del cual el estaba enamorado y el que Leo como pocos le podían decir, fijará su atención en otro que no fuera el, lo hacía sentirse un tanto miserable, pero regresemos un poco antes de esta situación.

   24horas antes- Tokyo, Japón

La mafia japonesa estaba haciendo tratados con coreo para poder obtener más armas y así someter a las pequeñas organizaciones que querían meterse con ellos.
En la mesa de aquel salón elegante se encontraba Leo y sus guardaespaldas junto con Yuzu uno de los subordinados del jefe, pero que era un buen negociante y por ello siempre lo ponían en frente al tratarse de grandes envíos o de la compra en mayoreo de drogas y armas.

Todos se miraban y esas miradas no eran más que un silencio incómodo pues Leo aún no aceptaba su oferta del dinero que le ofrecían, el necesitaba algo más que lo hiciera ceder.
-Bueno, si no tienes algo mejor que ofrecer entonces nos retiramos- dijo en un tono alto y con la cara sería,  y su mirada que pareciera que podía matar con ella.

-No tengo nada mejor que entregarte, pero puedes dar una vuelta por nuestra sala de arte y su ahí algo que te guste te lo damos- dijo Yuzu con cierto nerviosismo, sabía que si su jefe se enteraba que fallo, su cabeza rodaria y eso era algo que el no deseaba.
-Bien me parece bien- diciendo esto El jefe de los coreanos se levantó,  tomó su saco y se lo puso caminando hacia la salida.

En la sala de arte no se encontraba nada que le llamará la atención, era más amante de la música que de las pinturas o esculturas y tal vez no encontraría nada o eso pensó Hasta que escucho el melodioso sonido de un piano y se dirigió hacia donde estaba él origen.

Un chico de tal vez su misma altura, con su cabello rubio y su piel blanca era el que provocaba esos sonidos que parecían perfectos y que lo hipnotizaron Hasta que una voz al fondo Lo saco de su trance.
-Hyuk que te eh dicho sobre tocar los instrumentos- dijo un chico detrás de él dirigiéndose al muchacho el cual solo hizo una reverencia.
-Lo siento sempai, prometo no hacerlo- dijo nervioso, mientras Leo sólo observaba aquel regaño.
-Aquí estas Leo y bien te gustó algo- Yuzu seguía haciendo su mayor intento por convencerlo, intentando que viera cualquier cosa que pudiera darle.
-Quiero el piano- dijo de forma tranquilo y los demás sólo asintieron con la cabeza.
-Bien , Hyuk, Yuuki arreglen el piano- dijo de forma alegre y los chicos Sólo hicieron una reverencia preparando todo -Me alegro que hayamos podido llegar a un acuerdo- dijo extendiendo su mano.
-También lo quiero a el- dijo señalando a Hyuk el cual lo miro asustado, pues no sabia si su jefe lo vendería y no conocía aquel señor que para el era intimidan te.
-Pero Leo el es solo un subordinado- empezó a tartamudear pues todos le tenían un gran cariño al chico y no sabían como seria tratado en Corea.

-Es el y el piano o no hay trato- dijo en tono frío y todos sintieron escalofríos a lo cual Yuzu sólo asintió y miró al chico con lástima.

Fue esa noche en donde no sólo Hyuk descubriría un nuevo país, si no que Ravi conocería a su competencia.

Amor trillado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora