Mis padres no se negaron en dejarme ir a la casa de Víctor a pesar del comportamiento que tuve con ellos desde que me obligaron a ir a la escuela.
—Solo vuelve temprano —dijo mi papá. Ya yo había ido antes a su casa, por lo que no le pareció muy raro. De hecho, a mis padres les encantaba que tuviera un amigo como él.
—Sí, está bien —respondí de manera bastante indiferente. No había hablado casi nada con ellos en los últimos días, y no me afectaba mucho, a decir verdad.
Antes de subir a mi cuarto para ducharme, los escuché hablar en la sala, por lo que espíe un poco.
—¿Cómo le puedes dejar salir después de como se ha comportado?, ¿No ves lo rebelde que está? —se quejó mi mamá en susurros.
—Lo sé, pero su actitud mejorará si le damos algo de libertad. Tiene trece años, a su edad nos comportábamos igual. Además, Víctor es un buen muchacho, tiene buenas calificaciones, no es problemático... Me gusta que Agnes pase tiempo con él —confesó mi padre.
Lo admito, sentí culpa al darme cuenta de que les mentía a mis padres, porque no iría por Víctor, sino por Dayana. Y peor aún, iría con la meta clara de dejar de ser tan yo, y empezar a ser como ellos.
¿Eso estaba mal? Sí, definitivamente.
¿Me detuvo? No, para nada.
La casa de Víctor estaba a unas cuatro calles de la mía, así que en realidad no caminé mucho. Cuando toqué el timbre me abrió su mamá, a quien solo había visto unas cuantas veces. Tenía el mismo cabello que sus hijos, solo que sus ojos eran verdes a diferencia de los de ellos, que eran café claro.
—Hola, Agnes —me saludó con una sonrisa—. Víctor no está, salió con su padre a visitar a sus primos.
—De hecho, Dayana me invitó —aclaré antes de escucharla bajar por la escalera, ubicada unos metros más allá de la puerta.
—Agnes, viniste —dijo mientras se dirigía a nosotras—. Se me olvidó decirte que la invité a ver una película conmigo —comentó a su madre.
—Oh, pasa, linda —me dio espacio para entrar. Ya dentro, seguí a Dayana hasta el segundo piso.
Ese día me di cuenta de lo fácil que es salir de algo usando un par de mentiras. Yo sabía que eso estaba mal, pero pensé que, al ser solo pequeñeces, no importaban, ¿cierto?
Tal vez, pero muchas mentiras pequeñas, tarde o temprano, me llevarían a una mentira más grande.
ESTÁS LEYENDO
Ahora me Arrepiento
Cerita PendekYo quería ser como ellas. Quería tener todo lo que tenían ellas. Quería ser hermosa, igual que ellas. Quería ser deseada como lo eran ellas. Quería ser perfecta. Quería... Y ahora me arrepiento. Historia publicada y terminada el 2016. Vuelta a publi...