💖La Expansión de la Familia Cooper 💖Shamy 💖Secuela💖

💖Capitulo 03

Sheldon despertó unos cuarenta minutos después que Amy. Todavía adormecido, se frotó los ojos y lo primero que vio ante él, fue a Nicholas que aún dormía tranquilamente, muy cerquita de su costado, como para no sentir frío.

El pequeño hijo de Amy y Sheldon parecía soñar con algo muy agradable porque en su carita se dibujaba una dulce sonrisa.

"Duermes tan plácidamente! Es una pena el tener que despertarte en unos minutos más." Sheldon se sentó en la cama. Sentía mucha tensión en los músculos del cuello y le costó levantarse. "Pero... mamá y yo tenemos que ir a trabajar." Sheldon abrigó a Nicholas con un cobertor. "Que no daría por quedarme contigo y con Amy todo el día". Suspiró.

Nicholas continuó durmiendo como un angelito. Se veía tan apacible; al menos cuando estaba dormido ya que cuando estaba despierto, Nicky era un huracán de actividad. A sus 16 meses de edad, a Nicholas le encantaba salir corriendo cada vez que podía, haciendo que sus padres lo persigan; ya podía pronunciar más de quince palabras y amaba que sus padres le lean historias y cuentos. Aunque fuese la misma página una y otra vez.

A Nicholas le encantaba señalar cada objeto que veía y tratar de nombrarlo; claro que muchas veces se necesitaba un poco de "contexto" para entender que trataba de decir el pequeño. Su inocente risita que dejaba ver sus siete diminutos dientes, llenaba su hogar de alegría. Era simplemente adorable.

Caminando de puntillas para que Nicholas no se despertara, Sheldon salió de la habitación. "Amy, dónde estás?", preguntó al no encontrarla en la sala ni en la cocina.

"Estoy en el baño. Saldré en un minuto! Me estoy cepillando los dientes", Amy respondió. Inmediatamente después, Sheldon escuchó sonidos guturales como de arcadas. Sin lugar a dudas, Amy no lo estaba pasando nada bien mientras trataba de cepillarse los dientes.

Al abrirse la puerta del baño, Amy salió, con su cabello suelto, todavía mojado por la reciente ducha que había tomado.

A Sheldon le pareció que se veía hermosa con el cabello mojado y despeinado, cayendo por sus hombros. "Así que... tienes náuseas matutinas eh?" Sheldon preguntó.

"Sí. Ya había olvidado lo difícil que es esto. Supongo que tendré que hacerlo todo de nuevo." Amy respondió con resignación.

"Tendremos que hacerlo todo de nuevo ¡Juntos!", Sheldon añadió. "¿No te gustaría quedarte aquí en casa? Podríamos llamar al trabajo y reportarnos como enfermos". El plan de Sheldon no sonaba nada mal.

Amy caminó hacia la cocina y en un acto inconsciente, como si se tratara de un reflejo encendió la cafetera. Cuando se dio cuenta de que tomar café, quizá no era lo más prudente, ahora que un nuevo homo-novus estaba en camino, apagó la cafetera al instante.

"No Sheldon, ya me siento bien. Voy a alistar a Nicholas. Debo cambiarlo de ropa y darle de comer; además tengo que llevarlo a casa de mi mamá." Amy se dirigió hacia la habitación. "Mientras te das una ducha, preparé avena y tostadas para el desayuno. ¿Quieres jugo de naranja", le preguntó a Sheldon, casi sin mirarle a los ojos.

"Amy... de verdad te sientes bien?" preguntó Sheldon. "No lo sé pero a mí me parece que estás algo triste".

"Triste? No, no estoy triste! Es sólo que... anoche no dormí muy bien y tuve pesadillas." Amy admitió, un tanto afligida. "Supongo que fue por el cansancio o por la tormenta y esos relámpagos tan fuertes. ¿Qué se yo? Son tonterías mías seguramente."

"Amy nada de lo tuyo es una tontería. De todas manera, yo te dije que mi miedo a los relámpagos está plenamente justificado" Sheldon seleccionaba la ropa que se pondría para ir a Caltech. Extrajo de su armario unos pantalones de color marrón, una camiseta de manga larga gris y su camiseta azul con el logo de Batman.