💖Capitulo 28

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Después de llegar a Houston, dejar su equipaje en el hotel que Melissa había reservado, darse una ducha y cambiarse de ropa, Sheldon, acompañado por la relacionista pública, recorrió las instalaciones de la Universidad de Houston, preparando los últimos detalles para la primera conferencia.

"Creo que ya es buen momento para almorzar." Dijo Melissa sonriendo mientras caminaba al lado de Sheldon en el estacionamiento de la universidad.

"Sí, en realidad estoy hambriento." Sheldon contestó.

"A unas pocas calles del hotel, vi un restaurante italiano que me gustaría visitar. ¿Qué le parece si vamos? Yo invito", Melissa entró al auto y desde dentro abrió la puerta para que Sheldon ocupe el asiento del pasajero. Sheldon dudó un poco pero finalmente se sentó y se abrochó el cinturón de seguridad.

"En realidad planeaba comer una hamburguesa." Dijo Sheldon, intentando no pensar en el spaghetti con trocitos de salchichas que Amy solía preparar y que era su debilidad.

Cada vez que alguien mencionaba comida italiana, el sabor del spaghetti con trocitos de salchichas, regresaba a su paladar, y aunque no era originario de Italia, no le pedía favor a ningún plato de la cocina de aquel país.

"¡Vamos! Acompáñeme a almorzar, no me gusta comer sola." Melissa rozó levemente el brazo de Sheldon.

En realidad, el físico experimental lucía mucho mejor al vestir de traje y corbata, pensó Melissa. Lástima que la combinación de traje marrón con camisa a rayas y corbata azul a cuadros, era francamente chocante.

"¿No le ha enseñado su mamá que es descortés no aceptar una invitación a almorzar?", preguntó Melissa, muy risueña.

Sheldon no sabía qué le incomodaba más: la mano de Melissa sobre su antebrazo o el hecho de que su mamá en realidad le había dicho que era descortés rechazar una invitación.

Tragó saliva, incómodo.

"Está bien, le acompañaré a almorzar. Mi madre siempre me ha dicho que es descortés rechazar invitaciones, sobre todo si no encuentro un pretexto para evitarlo." Respondió Sheldon con honestidad.

"Eso es exactamente lo que yo decía." Melissa lo miró alegremente, poniendo en marcha el auto. Le sorprendió lo fácil que fue convencer a Sheldon.

"Pero... dividiremos la cuenta, yo pagaré lo mío. Además, no podemos demorarnos mucho porque debo revisar mis diapositivas antes de la conferencia." Su mente debatía acerca de la conveniencia de llamar por teléfono a Amy o no, quería escuchar su voz antes de empezar su exposición, pero no quería parecer desesperado. A pesar de que así era como se sentía.

El restaurante italiano del que Melissa tenía tan buenas referencias, disponía de una elegante y sobria decoración minimalista y a esa hora estaba lleno de ejecutivos en reuniones de negocios.

Melissa Thompson era una de esas mujeres que llaman la atención en cualquier lugar y esa ocasión no fue la excepción. Su cabello rubio intenso brillaba aún más con la iluminación del restaurante.

El evidente atractivo físico de Melissa, hacía que la gran mayoría de hombres volteara a mirarla sin el menor disimulo. Su elegante ropa de diseñador, siempre perfectamente combinada con joyas y accesorios, y esa confianza que exudaba en cada paso que daba, eran razón suficiente para acaparar las miradas de los hombres y la antipatía de las mujeres.

Melissa sabía que la observaban, y eso le fascinaba. Le hacía sentirse admirada, envidiada, deseada... todo al mismo tiempo.

El día que el Dr. Siebert, amigo personal de su padre, desde hace muchos años, le propuso colaborar con él para impulsar la candidatura de Sheldon Cooper al Premio Nobel de Física, Melissa pensó que sería una labor sosa y aburrida; sin embargo, la posibilidad de ganarse un buen dinero, hizo que aceptara rápidamente.

💖La Expansión de la Familia Cooper 💖Shamy 💖Secuela💖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora