💖Capítulo 09

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"Amy... para futuras referencias, el coito al estilo Calabozos y Dragones es uno de mis favoritos, casi, casi, le gana al coito al estilo Star Trek", Sheldon mencionó naturalmente mientras apagaba la lamparita de noche y cariñosamente abrazaba a Amy. Le dio un beso de las buenas noches y cerró sus ojos tratando de conciliar el sueño.

"Lo tendré muy en cuenta, todavía me tiemblan un poco las piernas", añadió Amy, tomando la mano de Sheldon y colocándola suavemente sobre su vientre, suspiró.

Aquella noche, Nicholas durmió plácidamente, sin despertarse a la madrugada y sin ponerse a llorar por querer dormir en la cama de sus padres, como a veces sucedía.

A Sheldon le costó un poco más dormirse; como de costumbre su mente, que le había dado tantos triunfos pero a la vez tantos dolores de cabeza, le jugaba en contra. A pesar de que ya se sentía más tranquilo y mucho más relajado, las palabras del Dr. Siebert aún resonaban en su cabeza. ¿Qué había querido decirle en su reunión de la tarde? ¿Acaso Siebert pensaba que él no era capaz de ganar el Premio Nobel o, que tarde o temprano lo arruinaría todo?

"No, no pienses en eso Cooper. Siebert solamente lo dijo por... envidia. Sí, simple y llana envidia. Pensar que yo necesito cambiar en algo mi forma de ser, para ganar el Premio Nobel es algo absurdo" se dijo a sí mismo en silencio, mientras empezaba a quedarse dormido.

Para Amy en cambio, conciliar el sueño fue mucho más difícil. En primer lugar, la reducida capacidad que ahora tenía su vejiga, debido al embarazo, la obligó a levantarse al menos dos veces para ir al baño; en segundo lugar la dolorosa tensión que sentía en sus pechos le dificultaba encontrar una posición idónea para dormir, pero eso no era lo más molesto: su mente seguía inquieta, como si se empeñara en mantener a Amy despierta, pensando en todo lo que había pasado últimamente.

Después de ir al tocador por segunda vez, para vaciar su hiperactiva vejiga, Amy se recostó nuevamente al lado de Sheldon, dando incómodas vueltas en la cama. Cuando Sheldon sintió el cuerpo de Amy moverse fatigosamente a su lado, la abrazó fuertemente y le acarició la cabeza como solía hacer para calmarla cuando tenía terrores nocturnos y así ella por fin consiguió dormir.

A la mañana siguiente, Sheldon se encontraba listo para salir al trabajo, ya había desayunado y vestía su camiseta roja con el logo de Flash y por debajo de ésta, una camiseta de manga larga de color verde, además unos pantalones de color kaki.

Al momento Sheldon revisaba por tercera vez, si tenía todo que lo Nicholas podría necesitar para pasar el día con él en Caltech. Aunque Sheldon y Nicholas eran muy unidos y se llevaban muy bien, al físico teórico le preocupaba un poco el hecho de que casi nunca se habían quedado solos los dos, por más que unas pocas horas. Amy siempre estaba ahí para cuidar de ellos.

Amy salió de la habitación de Nicholas, llevándolo en sus brazos. Amy había vestido a Nicky con su disfraz de monito que tanto le gustaba. A Amy le pareció que si Nicholas tenía que pasar todo el día en un ambiente nada familiar para él, se sentiría más seguro si llevaba aquella ropa que era su favorita, además su hijo se veía lindísimo vestido así.

Ella llevaba una blusa a rayas, rosa y blanca, un suéter de color violeta y una falda de corduroy de color marrón hasta la rodilla, con sus habituales mallas en un tono marrón más claro. Amy sentía un poco de náusea aunque no había llegado a vomitar; aún así había podido desayunar un tazón de helado de mango y aceitunas, sin mayor inconveniente. Eso era algo reconfortante, sin duda.

"Todo listo?" preguntó Sheldon al observar a Amy y a Nicholas. El atuendo del niño, llamó poderosamente su atención. "Amy, ¿Por qué le pusiste ese disfraz?"

💖La Expansión de la Familia Cooper 💖Shamy 💖Secuela💖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora