El sudor recorre mi frente... Haciéndome sentir bastante asqueada, pero peor es la situación. Solo quedan 5 minutos para que algo horrible ocurra... ¿¡Solo horrible!? Peor. Algo horriblemente aterrador. Miro el reloj de la pared y veo que el segundero avanza haciendo que el minutero se mueva de forma lenta. Noto mis manos temblorosas... Además de sudadas. Repito, que asco.
Mi corazón va a mil por hora, necesito acabar lo que estoy haciendo o sino pasará algo espantoso.Suspenderé matemáticas.
Y eso es algo que no me puedo permitir. No pienso dejar que mi media baje del 9. ¡Sería un desecho en esta vida! Mierda, ¿cuánto falta para acabar el examen? Miro de nuevo el reloj, solo queda un minuto. Oh, no. Cojo mi calculadora y opero lo más rápido que puedo la ecuación. Por favor, que no me equivoque con ningún número. Sería un fallo bastante penoso.
De pronto mi corazón se para. Ha sonado el timbre. ¡Ha sonado el timbre! El profesor está recogiendo los exámenes de los demás alumnos de la clase.
-Señorita Smith, el examen- dice el profesor con los exámenes del resto de los alumnos bajo la axila.
-Espere por favor, solo me queda rellenar un par de cositas- digo sin levantar la vista del examen.
-Señorita Smith, el resto de sus compañeros ya me lo han entregado- me refuta mi comentario.
-Un momento, en serio.- digo terminando de operar un par de cosas cuando noto como mi "amable" profesor agarra el examen mientras sigo escribiendo.
-No es justo para el resto de sus compañeros- dice arrebatándome el examen de las manos.
-¡Solo tres minutos más!- suplico intentando evitar que se me caiga el bolígrafo sudado de las manos.
-¡Señorita Smith, no me obligue a castigarla!- yo suelto el examen y dejo el bolígrafo en la mesa y sonrío de forma educada.
-Gracias por esos segundos extra, profesor. Ha sido muy amable.- digo provocando una leve risa en clase. El profesor, que por cierto se llama John Williams pero todos lo llamamos Cataratas ya que está más ciego que... Bueno, un ciego.-Y si nos disculpas, mis compañeros y yo nos tenemos que ir a la siguiente clase- digo levantándome de mi asiento con una sonrisa y los libros en la mano. El profesor asiente con la cabeza mientras vuelve a su asiento.
Cuando salimos de clase alguien me revuelve el pelo, provocando que suelte una carcajada.
-La pelinegra haciendo de las suyas otra vez, eh- dice un rubio bien guapo, pero demasiado tonto.
-¿Haciendo de las mías? Solo estoy yendo a clase- digo con una sonrisa cómplice mientras camino por los pasillos de mi instituto.
-Ya, claro... Bueno, ¿qué te toca?- miro el horario que tengo apuntado en la carpeta con mis apuntes.
-Tengo biología. ¿Y tú?- contesto bajando por las escaleras, escuchando los pasos de mi amigo detrás de mí.
-Historia- contesta desanimado. Yo ruedo los ojos, con una leve sonrisa.
-Pero esa es la clase que compartes con Hannah- de pronto se le ilumina el rostro.
-¡Tengo historia!- grita eufórico marchándose por el pasillo. Yo suelto una carcajada y cuando intento seguir mi camino, choco contra alguien, haciendo que mis apuntes se desparramen por el suelo.
-Lo siento- decimos al unísono. Levanto mi vista y veo a una chica de ojos azules con el pelo castaño y algunas pecas. Nunca la había visto antes.
-¿Eres nueva?- pregunto recogiendo los apuntes del suelo... Sin su ayuda.
-Tengo prisa- dice dejándome sola en el pasillo recogiendo los apuntes. Será maleducada...
-April, ¿necesitas ayuda?- me pregunta Brandon. Él es otro del grupo. Ya los iréis conociendo a todos.
-No Brandon. Estoy en el suelo por gusto, porque me gusta tirar mis cosas- digo de forma irónica mientras termino de recoger los últimos papeles.
-¿En serio? Pensaba que era el único. Ya sabes, cuando uno esta enfadado lanza algunas cosas...-
-¡Brandon!- grito enfadada haciendo que algunas personas del pasillo me miren curiosas.
-¿Era ironía?- yo asiento con los labios fruncidos.
Él suelta una risa falsa, mientras se rasca la nuca.
-Lo... Lo mío también. Hacer eso es cosa de locos- yo bufo y niego.
-Me tengo que ir a clase. Por cierto, ¿sabes si han venido nuevos?- él frunce el ceño.
-Creo que sí. Todos los años entran alumnos nuevos- yo asiento y prosigo mi camino hacia el aula de biología con la mirada de las personas del instituto mirándome atentamente. Exacto. Soy popular, y los otros dos eran jugadores de fútbol, por tanto también son populares.
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¡Vaya Lío De Clichés!
Teen FictionNombre: April Smith Edad: 17 años Físico: Tez clara, pelo negro, ojos castaños, sonrisa deslumbrante (con hoyuelos) y mido 1,71. Instituto: SaintMonths Media escolar: 9,7 Hobbies: El ballet, la música, estudiar, ir con mis amigos (aunque esté mucho...