¡Vaya Lío De Clichés!

¿Y mi baile?

¿En que momento todo se ha ido a perder? ¿Cuándo he pasado de ser la reina del instituto a alguien que le tiran cosas raras? Porque, además, no ha sido solo una vez en este curso.

¿Por qué, ahora, la vida me abofetea? ¡Y no solo abofetear! Se está hartando a darme patadas y puñetazos. En resumen, la vida me usa como un saco de boxeo.

¿Y por qué en el último curso? ¡Me tenían que recordar grandiosa! No de está manera...

Entro al vestuario de chicas y me siento en el banco del fondo, abrazándome las piernas, con la cabeza escondida entre ellas. Las luces se han encendido automáticamente cuando he entrado, pero me encantaría estar a oscuras, sin ver nada, como si esto no hubiera ocurrido.

-¿Puedo pasar?- la voz de Cárter suena al otro lado de la puerta. Pero no quiero contestar. Ni puedo. Mis sollozos no me dejan decir palabra.
Veo que abre lentamente y asoma su cabeza, pero yo aparto la vista de la puerta. ¡Tengo que estar horrorosa! Y me niego que él me vea en tan malas condiciones y pueda reírse después con sus amigotes... Y Johnson.

-Smith, lo siento mucho...- dice sentándose a mi lado, quitando, lo que parece, un calcetín de mi hombro, lleno de esta asquerosa sustancia hecha con puré y no sé qué más.
-De verdad, no ha sido mi intención que...-
-¿Qué me vas a decir? ¿Qué es culpa tuya?- digo sin levantar el rostro de entre mis piernas y brazos.
-Lo siento- yo aprieto los puños, furiosa.
-No quería que esto se fuera tanto de las manos...- tras esa frase, yo solo puedo hacer una cosa.

Me levanto energéticamente, lo miro llena de ira, con el ceño exageradamente fruncido.

¡Mi yo del futuro estará furiosa! Por mi culpa tendrá muchas arrugas. Adiós sueldo, hola cremas reparadoras.

-¿Por qué?- pregunto, cruzándome de brazos.
Él me mira, preocupado, pero sin responder.
-¿Por qué? ¿Por qué Cárter? ¡Sabías que hoy NECESITABA ser la reina del baile! ¡He tenido una semana de mierda! Y lo sabías. ¡Lo sabías, joder! ¿Y tú qué haces? ¡Jodérmela aun más!- grito moviéndome de un lado a otro, aunque es difícil, porque esta cosa que me han echado encima, empieza a secarse y a acatonarme el vestido.

Pero de pronto, me acuerdo de una cosa. Yo no soy amiga de Cárter, ni lo fui, ni lo soy, ni lo seré. Y eso se me había olvidado. Él es mi enemigo, y voy yo y le cuento todos mis problemas. Soy imbécil.

Yo me paro en seco, y lo miro.
-Todo es culpa mía. ¿Cómo he podido llegar a pensar que podía ser amiga tuya? ¡Somos enemigos! Y menos mal que me lo has recordado. Está bien, estás ganando. Has sido un cabrón. Y lo has hecho muy bien. Has conseguido que baje la guardia. Pero se acabó, no voy a permitir que vuelvas a hacerme quedar mal. Nunca. Ni tú, ni tus amigos, ni Johnson, ni nadie...- un momento.

Yo lo miro con los ojos entrecerrados. Él esquiva mi mirada.
-Tienen razón me he pasado. Debí haber cancelado el plan...-

Está mintiendo. Me está mintiendo.

Acabo de caer. Al salir del baile, Johnson estaba saliendo del baño. Es imposible que haya sido ella. Y mucho menos Cárter, que estaba entre el público.

Y como siempre, Cárter está defendiendo a sus amigos, prefiere él llevarse la bronca, a que alguien le diga algo a sus "colegas". Y dudo que él haya sido el cabecilla, porque sus amigos ya no le cuentan sus planes... A no ser que eso fuera mentira.

Pero si hubiera querido joderme, no habría venido a buscarme.

-Mira Smith, sí, somos enemigos, y sí, esto ha sido mi broma. Y lo siento, no pensaba que iba a salir tan mal... Fue todo antes de saber que...- yo niego con la cabeza para que se calle.
-Eres un cabronazo, un idiota, un imbécil, un... Un... ARG. ¿Te estás volviendo a hacer el súper defensor de tus amigos?-contesto, dándole un empujón en el hombro.
Veo que él suelta una carcajada.