La noche del baile 2.0

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June

-Te falta algo- dice Kevin mirándome, mientras se frota la barbilla. Yo me miro al espejo.
¿Qué más quiere? Voy con un mono con escote, que según él, se llama escote barca, y con la espalda adornada con cuerdecitas y los pantalones tienen una obertura por el lateral del tobillo, hasta a la altura de la rodilla. Y después unos mini tacones plateados.

Me negaba a ponerme algo que superara los 5 centímetros.

-¿Qué me falta? Creo que ya estoy lo suficiente recargada- contesto. En la habitación entran Robert y George para que Kevin les ajuste la cobarta y pajarita respectivamente.
El pelirrojo se acerca a ellos pero me habla a mí.
-Un collar y un poco de maquillaje- yo lo miro asqueada. Odio el maquillaje.
-¿Es estrictamente necesario?- bufo. Él me mira serio. Creo que sí, según él es necesario.
-¿Quieres que Cárter caiga a tus pies o no?- yo lo miro y ruedo los ojos. Está bien.
-¿Cómo vas Johnson?- Aaron entra por la puerta y me mira con los ojos abiertos.
-¡Pareces una chica!- yo lo miro enfadada.
-¡Soy una chica!- grito lanzándole el bolso negro que le ha pedido Kevin a Sandy, para mí.
-Pero nunca lo habías parecido- entra y cierra la puerta.
-He dejado a Cárter con su guitarra, tocando, lleva vestido una hora y justo en este momento le ha llegado la inspiración. Tenemos media hora para repasar el plan- Aaron se sienta en mi cama, mientras mira como Robert y George se miran en el espejo y se guiñan los ojos.
-Es el tiempo que necesitaremos para maquillar a ese monstruo de ahí- comenta Kevin, arrastrándome al baño de mi habitación. Aaron solo sonríe y niega.
-A ver, ¿qué sabes hacerte?- me pregunta, mientras busca en un neceser, también prestado por Sandy, algo de maquillaje.
-La raya negra del ojo- contesto, esperando a que Kevin me dé el lápiz de ojos.
-Que mentirosa- dice Robert.
-No te visto nunca con eso puesto- yo ruedo los ojos.
-¿Pero no puede ser tan difícil no?- digo cogiendo el lápiz de la mano de Kevin, y lo dirijo a mi ojo.
De pronto llaman a la puerta de mi habitación, y del susto me meto el lápiz DENTRO del ojo. Yo me lo frotó rápido.
-¡Escuece, escuece!- Kevin se pasa la mano por la cara, suspirando.
-Retiro lo dicho Aaron, vamos a necesitar más de media hora-

Escucho como Robert abre la puerta de mi habitación, mientras me enjuago el ojo con agua.
-¿Por qué estáis todos en la habitación de June?- escucho pasos hacia dentro de la estancia y rápidamente cierro el baño.
-¿Qué le pasa?- le pregunta a Aaron.
-Nada, tendrá que utilizar el baño y no piensas que lo hará con la puerta abierta ¿no? ¿No estabas con la guitarra?- contesta.
-Sí pero no podía concentrarme. Yo lo que venía a decir es que nos vamos en quince minutos. Voy a poner gasolina y os recojo. Por favor, decídselo a Kevin. No lo encuentro por ninguna parte- escucho las risas de Robert y George.
-¿De que os reís, idiotas?- bromea Cárter.
-De nada-
-No me fío un pelo de vosotros- dice, mientras ríe, antes de marcharse de mi habitación.

-¿Por qué has hecho eso?- me pregunta Kevin.
-He entrado en pánico- digo mirando como la rojez de mi ojo va disminuyendo.
-Y otra cosa... ¡NO TE VUELVAS A ACERCAR AL AGUA! No te he estado planchando el pelo durante una hora y escuchando tus quejas "ay, me has quemado", " ¡ay, mi oreja!" , "¡me has hecho una quemadura de tercer grado!", para nada- yo lo miro y ruedo los ojos. Que dramático.

-Pero Kevin, céntrate, ¿qué hacemos con el maquillaje? Ninguno aquí sabemos maquillar- Kevin sonríe.
-Puede que maquillar no, pero si que hay uno que dibuja como un verdadero artista- yo abro los ojos, preocupada.
-¡George! ¿Puedes entrar?- grita Kevin, yo me llevo las manos a la cara.
El chico entra al baño curioso.
-¿Tú crees que podrás maquillar a Johnson? Piensa que su cara es un folio y las brochas tus lápices- yo miro a Kevin angustiada. Las manos me están sudando.
George me mira y mira el material que tiene que usar.
-Ningún problema. Será fácil, no es la primera vez que pinto su cara- Kevin ríe y nos deja solos.
-Por favor, hazlo bien. Confío en ti. No quiero que Cárter se asuste, quiero que se asombre- me arrodillo y abrazo sus piernas. George suelta una carcajada.
-Tranquila. Veré que puedo hacer- dice.
Me siento en la tapa del retrete y lo veo coger el lápiz (destripador) de ojos, y lo acerca al mío.
-¡Espera!- me separo de su mano. Él bufa.
-Empiezo a sospechar que no te fías de mí- yo sonrío nerviosa.
-No, no es eso. Solo te pido algo sencillo y que, por favor, ¡no me saques un ojo!- George asiente, mientras rueda los ojos.
-Sabes que tengo mejor pulso que todos vosotros juntos- dice y vuelve a acercar el lápiz a mi cara.

¡Vaya Lío De Clichés!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora