Capítulo 4

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- ¡Mira este libro, Kagami! – la emoción en la voz de Kouki le incitaba a que prestase completa atención a aquel que lo llamaba. Se encontraba a unos pasos alejado del castaño, aunque en realidad deseaba estar lo más cerca posible de él. Se acercó a tomar el libro que le enseñaba y sonrió en aprobación.

Kagami Taiga no era un chico que le gustará leer, definitivamente no le llamaba la atención el estar sentado leyendo un libro del cual no tendría algún examen y que por ello específicamente tuviera que usarlo, él era más del tipo de personas que deseaba actuar, estar en movimiento y hacer las cosas bien y de manera rápida. Pero si de Furihata se trataba, podría estarse quieto quizás una hora o dos por lo mucho, obviamente con el castaño a su lado.

- Te gusta mucho leer, ¿cierto, Furi? – curioseó el tigre a la vez que devolvía el libro al estante de donde había sido extraído. Furihata ya había avanzado unos pasos a la derecha, donde había más libros, en su mayoría novelas ligeras.

- Así es, perdón por traerte aquí. Sé que no te gusta leer, pero de verdad deseaba entrar y comprar algunos libros – habló con vergüenza por ser tan caprichoso y se detuvo al querer tomar otro libro que llamó su atención que se hallaba en lo superior de los estantes.

Kouki podía ser bastante perceptivo en cuanto al estado de ánimo de alguien, de eso estaba seguro Taiga. Pero cuando se llegaba al ámbito amoroso, era un completo ignorante. Kagami no se lo reprochaba, de hecho, ese pequeño detalle le hacía tener un poco más de seguridad en cuanto a si alguien trataba de acercarse a Furihata con otras intenciones. Aunque si esa persona era su amigo Kuroko, definitivamente tenía que ser cuidadoso.

- No te disculpes – respondió con una sonrisa y se acercó a tomar el objeto que Furihata deseaba para pasárselo. – Me gusta pasar tiempo contigo, así que no hay problema. Tú solo dime a qué lugar quieres ir y yo te llevaré – añadió a la vez que Kouki le agradecía.

- ¡Quiero ir a Disneylandia en América! – dijo con emoción alzando el libro y una sonrisa curvaba sus labios.

La respuesta le había tomado de sorpresa. Definitivamente no esperaba que Furihata le pidiera ir a un parque de diversiones que ni siquiera estaba en Japón. – Bueno... Tendrás que darme algo de tiempo para poder juntar dinero – habló el pelirrojo al mismo tiempo que hacía cuentas mentales y formulaba ideas para poder cumplir el deseo de SU Furi.

La risa de Furihata lo sacó por completo de sus pensamientos. Kouki se agarraba la panza por la gracia que le causaba y algunas lágrimas se acumulaban en sus ojos cerrados. – Ka... Kagami... jajaja solo era una broma – avisó el castaño tratando de tranquilizar la risa que daba. Le pareció muy atento por parte de su compañero el que pensará seriamente en cumplir su caprichosa petición. – Pero es lindo que pienses seriamente en ello –.

<<Lindo... Lindo... ¿Lindo?... ¡¿Lindo?!>> La palabra resonaba una y otra vez en su mente, no podía creer que en verdad le haya llamado así. << ¡Aquí lo único lindo eres tú!>> o al menos eso pensaba Taiga quedando sin palabras y con un sonrojo notable, pero no en demasía. – Que... ¿Qué dices, Furi? – trato de hablar a la vez que se rascaba la nuca sintiéndose avergonzado – No puedes llamar a un chico "lindo" – terminó de decir observando como el más bajo abría los ojos como si hubiera sido descubierto en una travesura y de un momento a otro jugaba con el plástico que protegía el libro que traía en manos. – Aunque no me ha molestado – habló con rapidez, Kagami. – Pero si de personas lindas hablamos, ese definitivamente serías tú – confesó con espontaneidad mientras daba un paso adelante logrando encerrar a Furihata y con una de sus manos tomaba el libro que el castaño tenía en manos, lo puso en su lugar correspondiente en la parte de arriba, pero con cuidado de no aplastar a Kouki quien se hallaba entre él y el estante. Bajo la mirada encontrándose con aquellos ojos color chocolate que eran adornados por un sonrojo por parte de las mejillas del más bajo.

Fundanshi-kunWhere stories live. Discover now