La mañana había llegado normal para Furihata. Se levantó cuando su madre lo llamó y se vistió con su uniforme.
Al bajar las escaleras, sentado en uno de los sofás de la sala, se encontró con Kagami que lo esperaba. Desayunó apresurado para no hacerle esperar más, aunque Taiga le había dicho que no se preocupará por ello, que aún era temprano.
- Perdona que me haya tardado – se disculpó el castaño mientras ambos caminaban rumbo a la escuela.
Kagami negó ligeramente con una sonrisa para quitarle pesar al asunto. – Debiste haber comido más tranquilo. Te dije que no había ningún problema.
Kouki sonrió con cierta vergüenza por haberle contradicho en ese momento. Llegaron a la entrada de su destino donde Kuroko les esperaba leyendo una de las novelas cortas que solía comprar en las librerías.
- Buenos días, Kuroko – saludó con ánimo Furihata. Tetsuya, que hasta el momento se hallaba con la vista clavada en las letras que narraban la historia fantástica de un chico común, miró al castaño con una ligera sonrisa, aunque a Kouki le pareció que el pelo celeste deseaba decirle algo.
- Buenos días, Furihata-kun. Buenos días, Kagami-kun – saludó el pelo celeste con su usual gesto estoico.
Kagami miró al chico con un poco de duda y asintió al saludo. – Buenas – respondió y entraron a la escuela. Cuando se hubieron despedido del castaño, ambos, luz y sombra, se dirigieron al salón en silencio.
- Kagami-kun, me enteré que ayer besaste a Furihata-kun – avisó desde su asiento, Kuroko. Taiga se sobresaltó y su cuerpo comenzó a sudar frío a la vez que se erguía en su asiento. – Bueno... Tú sabes, me parece que los miraron.
- ¿Quiénes?
- Fukuda-kun y Kawahara-kun
El pelirrojo frunció el ceño al encontrarse siendo descuidado, aunque realmente no le importaba que alguien más les hubiera visto. Se giró para ver al chico fantasma, quien seguía su lectura.
- Yo también ya lo he besado, antes de que se encontrará contigo en la entrada de la escuela.
* * * *
- ¡Hey, enamorado-kun! ¿Me pasas la tarea de historia? Me la he pasado en vela con el nuevo video juego – Fukuda se acercó con una sonrisita que a Kouki no le prometía nada bueno.
- ¿Enamorado? ¿De qué hablas? – preguntó con confusión el castaño mientras sacaba su cuaderno de apuntes.
El pelo negro se encogió de hombros con una sonrisa. – Bueno, ya sabes. Con eso de que ya tienes pareja, es normal que estés enamorado, ¿no?
- Yo no tengo pareja. – Afirmó Furihata entrecerrando los ojos. A su mente vino el recuerdo del beso que había recibido del tigre de Seirin y llegó a la conclusión de que su amigo pensaba que ellos eran pareja. – Kagami y yo no estamos saliendo – comentó con un ligero sonrojo en las mejillas a la vez que le pasaba sus apuntes a Fukuda.
- Yo creí que sí. ¿Entonces por qué se besaron?
Kouki se encogió en su propio lugar queriendo evitar la explicación de que sus compañeros de equipo estaban enamorados de él. – Es que...
- ¡Furi! ¡Fukuda! – les llamó, exaltado, Kawahara desde la puerta. Ambos voltearon al verlo de ese modo, puesto que siempre solía ser el más calmado de los tres. – Furihata, son Kagami y Kuroko. Ambos están hablando en la azotea.

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Fundanshi-kun
FanfictionEn la escuela Seirin existen muchos tipos de personas, pero entre ellos se encuentra Furihata Kouki, un estudiante de primer año que es un fundashi y escribe fanfics sobre los famosos chicos que conforman la llamada "Generación de los milagros". Lo...