Capítulo ocho.

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Ahí estaba, sentado en una punta del sillón con el control del televisor en la mano.

-Hey Niall, me has dado un susto- *¿Qué se te dio por tratarlo así ______?* me dijo mi lado de la conciencia malo- idiota- suspiré de alivio y me recosté contra la pared.

Niall rió.

-Perdona- ¿Es lo que estaba escuchando o el susto me había dejado loca?- y gracias por lo de hoy- No era el Niall que conocía- no quería que la tía me humille otra vez- Niall revolvió su cabeza- eres una infantil- el Niall que había sido lindo por unos segundos se había desvanecido.

Decidí dar por alto lo de infantil.

-No hay de qué, necesito la cámara, estoy buscando un trabajo relacionado a eso- *¿Por qué se cuentas? No eres así* me dijo de nuevo la conciencia.

-Ah, bueno, creo que no necesitarás esto- Niall agarró mi computadora y se retiró del lugar subiendo hacia su habitación.

-Niall, dámela- dije histérica.

Lo seguí hasta su habitación luego de que había apagado el televisor y las luces y le pedía incesantemente que me devuelva mi computadora.

No me preocupaba que la tuviera, lo que me preocupaba era el hecho de que mis redes sociales estaban abiertas y no sabía que podía hacer Niall en ellas sin mi consentimiento.

Me resigné a que no me la daría ésta noche y me fui a mi habitación.

Me acosté y quedé profundamente dormida.

Esa cama era realmente cómoda.

Desperté con los rayos del sol, no había dormido mucho porque el tonto de mi "novio" me había quitado mi computadora y pase como casi toda la noche rogándole delante de su habitación.

Me levanté porque no conseguí lidiar el sueño otra vez y tomé una ducha, luego elegí ponerme un short que tenía estampado la forma de una sandía, una remera marrón clara, pulseras de todos colores, rebusqué mis anteojos de sol, y me coloqué unas vans que me había regalado Anne, negras.

Luego hice rulos a mi cabello, me puse un moño de listón, no me maquillé pero me coloqué corrector de ojeras, mi cara era un desastre, acomodé lo más que pude y bajé a preparar el desayuno ya que nadie se había despertado aún.

Me adentré en la cocina y comencé a hacer el desayuno. Éste consistía en zumo de naranja, tostadas, algo para untar (como queso y mantequilla o jalea), café, wafles.

-Delicioso- dijo Anne bajando conmigo- ya quiero comer.

Anne se encontraba con un Short, una musculosa a breteles y sandalias rosas.

Paola bajó y se unió a nosotras.

-Voy a preparar la mesa- avisó Anne, mientras llevaba lo necesario.

Paola y yo nos quedamos hablando un rato.

-¿Cuantos meses llevan?- se refería a lo de Niall y lo mío. Dudé en un instante sobre si decirle toda la verdad o no, Niall me había sacado el computador y sería una buena escusa.

Golpe de suerte (Niall y tú). EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora