-Bueno- dije riendo por nervios- estamos muy jóvenes y apenas llevamos 4 meses.
-Entiendo- dijo Sara riendo- pero espero que la próxima vez que los vea sea en la boda.
-Claro tía- decía Niall tratando de no parecer nervioso, lo cual no funcionaba- Bueno, los tenemos que dejar, ya que los chicos llegaron y nos esperan afuera, nos vemos pronto tía Sara y contigo luego- se refería a la tía Paola.
Luego nos fuimos alejándonos de allí.
-¿Así que hay boda?- dije a Niall riendo.
-No les hagas caso- dijo riendo- están desesperadas por verme casado y con hijos, soy el mayor de los nietos.
-Claro- reía nerviosamente sin saber por qué razón.
-Mira, allí están los chicos- señaló al balcón de la casa.
-Vamos para allá.
Caminamos hasta llegar allí, estaban los chicos con sus novias.
-Nialler, mi niño- decía Harry bromeando con voz de anciano.
-Hola- dije riendo por lo que hacía Harry con Niall.
-Hola _____- dijo Harry abrazándome como saludo.
-¿_____, todo bien?- saludó Zayn.
-Sí, ¿ustedes?
-Bien- dijo Zayn.
-También- acotó Perrie.
Y así, Louis, Eleanor, Liam, Harry, Taylor y Anne, fueron contestando.
-Y bien, ¿Qué les parece la fiesta?- preguntó Niall.
-Está genial- dijo Harry.
-En verdad que sí- dijo Taylor.
Así seguimos hablando hasta que pasaron una buena canción y los chicos se alejaron para bailar, mientras que yo decidí quedarme en el balcón, observando la hermosa noche.
-¿Te quedarás?- me preguntó Niall.
Asentí.
-¿Te puedo acompañar?
-Claro- le sonreí cálidamente.
Se colocó a mi lado, en la misma posición que la mía, con los brazos juntos, arrecostados sobre el barandal del balcón.
-Nunca pensé que California tuviera noches tan hermosas, sabes- miré a Niall.
-Pienso lo mismo, desde pequeño, acostumbraba venir aquí y arrecostarme a ver el atardecer hasta la aparición de la primer estrella, pero eso se esfumó cuando tuvimos que viajar a Irlanda por la oferta de trabajo de mi padre.
-Ohh, ¿Y qué te gusta más, California o Irlanda?
-Me gustan las dos, pero crecí aquí, entre el mar y las olas, por eso llevo en la sangre lo de surfear, surfeo desde que tengo 4 años, mi padre me enseñó, siempre que salía de la escuela él me traía a la playa para surfear, así que definitivamente ese es mi deporte favorito. Extraño esos tiempos- dijo melancólico.
-Ohh, eso es fascinante, se puede notar la pasión con que lo haces, cuando estás en las olas.
-En verdad que sí.
Me quedé observándolo, tenía pequeños lunares en un lado de su cara, que lo hacían aún más sexy y lindo a la vez, sus ojos azules miraban intensamente al cielo, luego me miraron a mí, esos ojos me atrapaban, y cuando lo hacían era difícil rehuir de ellos.
-¿Sabes?- le dije.
-¿Qué?- me contesto mirando mis labios.
-Esa pasión que tú tienes por el surf yo la tengo por la fotografía.
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Golpe de suerte (Niall y tú). EN EDICIÓN.
Ficção AdolescenteÉl era un egocéntrico sin remedio. Ella una chica española que quería estudiar en una universidad inglesa. Él era el hermano de su mejor amiga. Ella tenía que soportarlo en su departamento todos los días. Ellos se odiaban. Él necesitaba un favor. El...