Capítulo diez.

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-Anne, ¿Crees que estoy haciendo lo correcto?- dijo ______ a su amiga que giraba en la silla del escritorio de su habitación.

-¿Con qué?- dijo ella girando todavía.

-Con fingir tener algo con tu hermano.

-Si es lo que te dice éste- dijo y puso su dedo índice sobre el corazón de _______.

Justo en ese momento entró Paola.

-Chicas, mis familiares de California quieren que viajemos hacia allí, para navidad, y como Niall y _____ llevan bastante tiempo juntos pueden ir.

-Pero tía, nuestra idea era pasar tiempo a solas con _____ en las vacaciones- reprochó Niall desde el marco de la puerta de la habitación de su hermana.

-Pero tendrán tiempo juntos a solas allí- dijo Paola entusiasmada.

-¿Y le preguntaste a _____ si quería ir?- Niall ahora era el que tomaba el mando de la charla.

-Oh, cierto, me desubiqué demasiado. _____, ¿te gustaría?-dijo Paola con cara de "Por favor, dí que sí".

-Tengo que visitar a mi familia- dijo ____ explicando- pero supongo que tendré tiempo.

-Genial, ya saqué los boletos y ahora falta que preparen sus valijas, vamos, que los minutos son oro- dijo sacando a Niall del marco de la puerta- y ahora a preparar las maletas chicos.

_____ se paró y antes de salir del cuarto de Anne le hizo una consulta.

-Anne, ¿podrías tomar de las pertenencias de tu hermano mi computadora? Es que la otra noche me la sacó- Anne asintió.

-Claro amiga.

Narra _____:

Fui hacia mi habitación y comencé a empacar lo que hace unos días había desempacado, no tomé demasiada ropa, porque según Paola, estaríamos solo el fin de semana en California.

Cuando terminé de empacar noté que alguien tocó mi puerta.

-Tu computadora- dijo Anne entregándomela.

Le agradecí y la abracé.

-Veremos que hizo en mis redes sociales- dije mientras me agarraba la cabeza con un gesto gracioso.

Anne comenzó a reir.

-Bien, apúrate que la cena esta por comenzar- Anne corrió hacia afuera de mi habitación y desapareció por el pasillo.

No tenía apetito, así que para no faltar el respeto bajé.

-Bien, ¿Quieren pedir pizza?- dijo Paola entusiasmada, era común en ella.

-No comeré Paola, gracias, pero no tengo apetito y me duele la cabeza.

-Oh, está bien, que te mejores cariño, ve a descansar si quieres.

Le agradecí a Paola y me encaminé hacia mi habitación.

Me acosté y me puse los auriculares.

No podía dormir, y pensaba en lo tanto que extrañaba estar en mi antigua casa, y deseaba estar en el departamento en este mismo instante, desde que había aceptado ir de viaje a California. Esto se estaba yendo demasiado lejos y ya no podía controlar la situación.

Alguien golpeó la puerta.

Golpe de suerte (Niall y tú). EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora