Almas unidas

375 24 6
                                    

Hola de nuevo! Queremos pedir un enorme perdón por el retraso. Entre la universidad, los exámenes y el trabajo, se nos ha hecho realmente imposible acabar el capítulo a tiempo...

Esta vez os traemos uno mucho más largo que los anteriores y bastante especial. Como veréis, hemos cambiado la categoría a "maduro", os podéis imaginar que viene en este capítulo ;)

Por último, os damos gracias por seguirnos y sentimos si algo no está bien escrito, realmente es nuestra primera escena sexual y no sabemos si está bien o no.

Mil gracias y nos vemos el lunes que viene! :)


El día siguiente amaneció brillante para ambas mujeres. Ninguna sabía hacia dónde se dirigía el camino que estaban tomando o si lo sucedido el día anterior había sido un loco sueño del que ambas despertarían pronto pero ni eso, ni la nieve que les dio la bienvenida ese día hizo que sus sonrisas se borraran de sus caras.

Regina había despertado con el cuerpo vibrante tras el sueño que había tenido la noche anterior. Hacía mucho tiempo desde que estuvo con alguien físicamente y, aquellos simples besos con Emma, habían calentado su cuerpo hasta rozar la desesperación.

Con miles de pensamientos que incluían a Emma y su asombroso cuerpo siendo admirado por Regina, entre muchas otras cosas, la cirujana tomó una larga ducha fría para calmar sus deseos y se dirigió al hospital para reunirse con Sidney.

Había pasado ya demasiado tiempo preocupándose por otros asuntos y el proyecto debía salir adelante.

- Buenos días Sidney, ¿estás ocupado?. - dijo Regina mientras asomaba su cabeza por la puerta.

- Hola Regina. Por favor, adelante. - respondió sonriendo. - ¿Qué tal fue ayer con Emma?

Las mejillas de Regina cambiaron de color en cuanto la rubia fue mencionada. Tenía mucha confianza con Sidney pero nunca habían hablado de temas amorosos, o lo que sea que es esto - pensó la morena.

- B-bien. - tartamudeó. - Creo que conseguimos solucionar algunas cosas aunque imagino que aún tenemos que conocernos más, ver si nuestra amistad puede funcionar y-

Regina se detuvo ante la intensa mirada de Sindey y su ceja alzada ante la mención de su amistad.

- ¿Qué pasa? - preguntó asqueada.

- Nada. - respondió Sindey mientras se reía. - Es... Interesante que lo hayas descrito como una amistad. Tengo muy buenos amigos y dudo que todos ellos se crucen medio planeta sólo para arreglar una discusión.

Regina rodó los ojos. Conocía a Sidney lo suficiente para saber hacia dónde se dirigía esta conversación, de nuevo.

- Sólo digo que eso no lo hace cualquiera Regina. Debes importarle mucho, lo que me lleva a pensar que, tal vez, no es una simple amistad lo que quiera tener contigo. - Sus ojos brillaron emocionados mientras hablaba.

Apenas había conocido a Emma, pero con lo poco que sabía de ella y lo que había visto, le había demostrado que podría ser la persona que llevaba tiempo deseando que llegara a la vida de Regina. Y eso hacía que su corazón se emocionara ante la posibilidad de que la mujer que había cuidado y amado como a una hija años atrás pudiera, por fin, tener a alguien que la amara y le hiciera tan feliz como se merecía.

- No dejes que el miedo sea el que tome el mando Regina. - y tras aquello, se aclaró la garganta, tratando de eliminar su emoción y dirigió la conversación hacia un tema menos emotivo. - Entonces, cuéntame. ¿Qué necesitas para el proyecto?

Burning BridgesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora