Futuro incierto

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Hola de nuevo! Aquí os traemos otro capítulo más. Sentimos que la actualización del cap haya sido unas horas más tardes de las habituales pero no hemos tenido la posibilidad de subirlo hasta ahora.

Como siempre os decimos, esperamos que os guste y dejadnos vuestras impresiones. Nos encanta saber qué os va pareciendo la historia y que creéis que deberíamos mejorar :)

Después de los maravillosos días que habían pasado en Finlandia, parecía que había llegado el momento de volver a la realidad. El camino hacia el aeropuerto fue silencioso por ambas partes. No sabían lo que les depararía su vuelta pero tenían algo claro: no querían hacerlo público todavía. No para todo el mundo.

Regina estacionó el coche en el parking y acompañó a Emma hasta el control de seguridad. Todavía les quedaba un rato para poder pasar así que decidieron aprovechar todo el tiempo que les quedaba para estar juntas. Regina no tardaría en volver a Nueva York pero la separación les costó más de lo que pensaron en un primer momento.

En cuanto se sentaron en los asientos vacíos que había en la puerta de enfrente de los controles, Emma apoyó su cabeza en el hombro de Regina e intentó absorber el momento. Por su parte, Regina le pasó el brazo por la espalda y le dio un leve apretón en el brazo.

- ¿Qué debo decirle a Ruby cuando llegue? Lo notará enseguida- preguntó Emma.

- Puedes decirle lo que quieras. Es solo que es mejor que no lo sepa todo el mundo por ahora. Todavía tenemos un contrato -respondió Regina, un poco preocupada por lo que eso pudiera significar para los medios cuando se hiciera público.

- Te echaré de menos.

- ¡Serán solo tres días! No te dará tiempo- y mientras Emma arrugaba la nariz, le dio un beso.

Alguien retiró la cinta que barraba el paso a un grupo de viajeros que hacía cola desde hacía un buen rato y éstos empezaron a caminar poco a poco. Emma no tenía ninguna prisa pero al final fue Regina quien la animó a seguir la cola. Después de un beso y un largo abrazo, Emma dejó atrás a la maravillosa mujer con la que había pasado los mejores días de su vida. Pero Regina quiso recordarle que sería sólo temporal.

- ¡Nos vemos pronto, Swan! - se despidió con una adorable sonrisa.

- Te estaré esperando, chica del bar.

El viaje se hizo especialmente largo a causa de la soledad de la rubia. No había dejado de pensar en Regina. Aunque se animó un poco al pensar que Ruby la estaba esperando cuando llegara y sonrió al imaginar su cara cuando le contara todo lo que había pasado. Emma estaba segura de que Ruby sabía todo lo que ella sentía desde el principio.

Cuando al fin se quedó dormida, no tardaron más de dos horas en aterrizar y se despertó con dolor de cabeza. Salió del avión y esperó a que las maletas salieran por la cinta. Estaba cansada y tenía ganas de llegar a casa. Al fin pudo recoger su maleta y justo cuando salió por la puerta, alguien se tiró encima suyo, abrazándola con fuerza. Se cayeron al suelo y no pudieron evitar reírse.

- ¡Por fin! ¿Sabes cuánto te he echado de menos? - todas las personas que habían a su alrededor se giraron hacia ellas, intentando adivinar a qué se debía tanto alboroto.

- Yo también te he echado de menos - dijo Emma más tranquila que Ruby.

Ruby no quería presionar a Emma para que le contara nada porque sabía que estaba cansada pero en su rostro se reflejaban las ganas de saber hasta el último detalle. Veía a su mejor amiga tranquila y feliz, a diferencia de la última semana antes de irse. Emma la sorprendió observándola y sonrió. Sabía lo que quería pero la haría sufrir un poco más.

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