Sintió sus pasos y después su figura recostándose en el umbral. Cerró la puerta una vez estuvo dentro y se quedó pegado a la madera.
Hyun joong elevó los ojos . Sus ojos parecían más grandes mirando así y Young saeng tuvo la sensación de que sabía lo que le ocurría, de que lo veía por dentro y la evidencia le produjo una sensación de pequeñez, de angustia indescriptible.
-No te quedes ahí -dijo él-. Pasa y enciende la luz grande. -Sonrió apenas-. Mi madre está más calmada, ¿verdad? Es lógico. Mi tío tenía sus años, ha vivido su vida. Una rica vida llena de emociones, de sinsabores, de experiencias. Yo no sé si ha vivido mejor o peor que los demás, pero si él estaba satisfecho de lo vivido y me consuela que lo estaba, es más que suficiente. -Y sin transición-: Pasa y siéntate. Youngie.
-Es que... -titubeó- tengo que decirte algo.
-Ya lo sé.
¿Sabía?
Se quedó algo tambaleante. Aún vestía sus ropas negras y parecía más alto, más pálido y más delgado.
-¿Lo... sabes?
-No te quedes de pie y si quieres... no me lo digas. Es decir, yo en tu lugar no lo diría a nadie, ni a mí...
-Pero tú no puedes saber qué cosa tengo que decirte.
-Ibas a casarte dentro de un mes -dijo Hyun joong con sordo acento-. Tú tienes dieciocho años y no se nota que llores la muerte de Kyu jong por lo mucho que lo has querido -sonrió apenas-. Eso se nota en seguida.. Hay ciertos dolores que no pueden ocultarse. Una cosa es dolor por amor y otra dolor por necesidad de que viva una persona determinada.
Young saeng avanzó un paso más y cayó sentado en el sillón pequeñito, donde se sentaba antes.
Hyun joong no se levantó de su sillón. Tenía la mesa por medio y la lámpara de pie cayendo hacia un lado de modo que dejaba en la penumbra su rostro y podía ver perfectamente las facciones alteradas de su dongsaeng.
-Déjame contártelo, hyung -dijo desesperadamente-. Te voy a decir cómo fue. Te lo voy a decir. Déjame contártelo.
Hyun sin prisas, retiró el sillón y atravesó la estancia.
Fue a sentarse enfrente de el y lo miró muy de cerca.
-No quiero que me cuentes nada -dijo-. ¡Nada!
-Pero ¿qué puedo hacer?
Hyun joong ya sabía lo que iba a hacer. Lo que Young saeng deseaba y necesitaba que él hiciese.
-Me pregunto -dijo el mayor, sin responder- en qué instante pensabas ir a Seúl a buscarme.
Saeng lo miró espantado.
-¿Cómo lo sabes?
-¿No pensabas ir a buscarme?
Saeng cubrió el rostro con las manos.
Un ahogado sollozo lo sacudió. Y Hyun joong sintió una profunda pena.
Se puso en pie sin consolarlo.
No sentía la necesidad de consolar a Young saeng, aunque sí sabía que iba a ayudarlo.
Se dio cuenta en aquel instante de que en su subconsciente sabía ya cuanto había ocurrido y qué cosa quiso decirle el menor, que no pudo decirle el día anterior y las cosas por las cuales él había decidido quedarse.
-Dime, Youngie -preguntó de una forma rara- ¿no pensabas ir a Seúl a contarme lo que yo no quiero que me cuentes?
-Eres muy despiadado.
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Déjame contártelo + MPREG.
FanfictionYoung saeng lo consideraba su mejor amigo, el muchacho con quien más confianza podría tener, su mayor y más valiosa amistad. Era incapaz de asociarlo a la más cercana o remota idea de un sentimiento distinto. Pero lo necesitaba... ante el dilema -qu...