VIII

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Pero bien había dicho el "tu y yo no somos nada", tenía tan presente aquella frase que no me lo pensé dos veces y le mandé un mensaje a Taehyung.

Yeoldae

Eh, Tae... Bueno yo, gracias
por las flores, ha sido un detalle
estupendo, me encantaría salir
contigo.

                                                            

Taehyung

Oh Yeol, vaya no creí que fueses
a aceptar. ¿Qué tal y paso por ti
esta noche a casa?

Yeoldae

Vaya, claro que si
¿qué debo ponerme?
¿Formal, no formal?


Taehyung

Creo que la ropa es lo de menos.
Paso por ti a las 6.
No te preocupes por la dirección
sé donde vives

"La ropa es lo de menos", "Sé donde vives" ¿cómo se supone que deba tomarme eso?, ¿como el enfermo psicópata acosador o como el chico lindo que se toma el tiempo para saber de mi?.

Esa tarde me la pasé buscando qué demonios ponerme mientras esperaba que por aquella puerta gastada y con rechinido de película de terror entrara Yoongi, porque sí, porque aún cuando estuviera cabreado me preocupaba por él. Como no sabía exactamente a dónde iríamos en nuestra "primera cita", decidí ponerme un vestidito color blanco y unos botines cafés para no verme ni tan urgida ni tan desolada.

Impaciente por que aquel timbre sonara me quedé plantada sobre el sofá cuando de pronto entró Yoongi con una peste a soju que le salía hasta por los poros de la piel.

—¿Y-ya te vas con ese i-idiota? —Hipó— Que te vaya de lo lindo Yeoldae...

—Yah, que estas más ebrio que una cuba. Yoongi, tío ¿qué te has bebido? ¿Toda la licoreria?

—N-no ido-ta, me he tomado toda la  lec-leche de la v-vaca

Sus pasos eran tan torpes que apenas y se había podido desatar las agujetas de las nike que aventó a alguna parte del apartamento y sin decir nada se escabulló en la habitación.

La puerta sonó y era obvio que era el, Taehyung.

—¿Yeol?

—Tae, pasa pasa —Le indiqué con la cabeza que entrara mientras tomaba mi bolso y mi chaqueta

Jamás me imaginé que Yoongi fuese a salir del cuarto y menos para echarme a perder la velada.

—Eh Taehyung, cuida a mi n-novi-a y tráela a casa a ss-salvo

Mi mandíbula casi se desprende de mi cara, clavé mi vista en la espalda de Yoongi viendo como su delgado y escuálido cuerpo se perdía entre la oscuridad mientras que Taehyung solo tenía una cara larga de seriedad.

—No sabía que vivías con Suga y menos que fuera tu novio —Dijo seco

—¿Suga? —Procesé aquel apodo— ¿Novio?, basta ya esta, Yoongi —Recalqué— No es mi novio, es mi roomie pero ¿podemos irnos ya?

Sin decir palabra alguna Taehyung salió disparado del apartamento, bajamos al lobby solo para encontrarnos con una Aprilia negra con unos toques morados, la reconocí porque cuando andaba con Jungkook aprendí tanto de motos como de autos.

т r o υ в l e м a ĸ e r ѕ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora