• MARATÓN •

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Día 6 – Parte 2.

Sostenía mi paquete de galletas mientras masticaba una de ellas para después tomar un trago de agua de jamaica.

— We que onda con tu novio? — Dijo Nerea.

— He? — Dije casi escupiendo el agua y luego voltear a ver a Nerea.

— Mira. — Dijo Maryori apuntando su teléfono, en el cual se podía ver a Shironeki y a el profesor Haise en una “pelea ”.— Dijo que, era como su hermano.

Miraba atentamente el celular, con el ceño fruncido y con un nudo en su garganta aparté la mirada y luego ver como bajaba Shiro mientras las otras estudiantes se derretían por el, y decidí ponerme al tanto de tal vídeo.

— Shiro! — Le llamé y este volteo confuso, para después sonreír.

— Hola pequeña. — Me saludo con una sonrisa pintada en sus labios.

— ¿Que sucedió entre el Maestro Sasaki y tu? — Pregunte sin preámbulo a lo que el se sorprendió mucho.

— Ammmm, verás...— Parecía nervioso, mire hacia abajo y sus manos temblaban un poco. —...Te lo digo todo en la casa.

Se había dado cuenta de que casi media escuela nos estaba viendo, y decido dejarme así y marcharse. Dejándome con la puta palabra en la boca.

— *suspiro* ¿Que será? — Me dije para mi misma.

— Hey! — Volteé hacia atrás y mire a Antoni corriendo hacia mi. — ¿Que sucedió?

Mire hacia otro lado, no quería encontrarme con su mirada color miel, pero el me tomo de los brazos acto seguido gire mi cabeza para verlo a los ojos. Tenia miedo de su mirada.

— Williams, te estoy hablando. — Dijo casi como una mamá regañando a su hija.

— Ven...— Lo tome de la mano y lo jale corriendo hacia la parte trasera de un edificio. —...Verás, tengo una teoría muy rara bueno...

Demoraba tanto en formular una oración tenia miedo, y nerviosismo.

— ¿¡Bueno qué!? — Me espante un poco por su grito de desesperación.

— ¡Que el hermano de Shiro es el maestro de Educación Física!..— Grite con mucha frustración. — ¿¡Contento Brooks!?

Tapé me boca rápidamente con mía manos al recordar que a el no le agradaba que le llamaron por su apellido. No le gustaba para nada, la ultima vez fue un maestro y a Antoni le importo muy poco quedar en la dirección con un reporte y una advertencia de expulsión pues lo golpeo, espero y te ha compasión conmigo.

(Nota: Nadie sabe el por que no le gusta a Antoni su apellido).

— Eres una...— Mi corazón se detuvo, movía mis pupilas rápidamente y comencé temblar. —...Tonta.

¿He? ¿¡Que demonios acaba de pasar?!

— Antoni, lo siento...— Dije moviendo las pupilas rápidamente, es una reacción que tengo al estar triste.

— ______...solo procura no volver a repetir esto. — Me dijo cortante para después retirarse de allí.

— Que ver*a?

Me dirigí hacia la parte enfrente de los edificios confundida. Las horas pasaron y las clases concluyeron,

365 Días Con Un Niñero »Kaneki Y Tú« (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora