NOCHE 9.

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Narra Shironeki.

Llegue a la casa cansado pero un poco feliz, espero que ella haya seguido mis instrucciones como le dije, no quiero que falte a clases.

— Hey pequeña....— Toque la puerta levemente con mis nudillos al mismo tiempo que entraba a la habitación de ____, pero no estaba en su cama.

Mire a mi alrededor moviendo únicamente mis ojos, pero no estaba en ninguna esquina del cuarto.

— ¿Dónde estás? — Me dije mi mismo caminando por casi toda la casa.

Busque en todas las recámaras y en él patio trasero y delantero.

Así que solo me quedaba solo una opción, mi habitación, por favor, por mas enfermo que se escuche, por favor que esté en mi cama dormida, si no tendré que salir a buscarla, y eso no es muy bueno.

Entré silenciosamente haciendo que la puerta rechinara un poco. Mire por toda mi habitación buscándola y efectivamente, estaba en "mi cama" pero ese no era el problema, el problema era que ella estaba en ropa interior, con una de mis almohadas entre las piernas y una más abrazándola y acurrucándose en ella.

Muy bien chamas aquí va a ver pedofilia, quieras ó no, la vaina esa de las etiquetas dice "hot" así que...continuemos pescadoras. 7u7

Me voy a sentir rara al escribir esto. :'v

Se veía tan...dios, solo deseaba besarla que se  diera cuenta de mis celos, de el afecto que le estoy teniendo, solo quería...hacerla mía allí mismo.

De tanto mirarla tuve un "ligero" problema en la parte baja de mi abdomen, mi erección era tan grande que llegaba al punto de doler, en ese momento no controlaba mi cuerpo, baje mis pantalones lentamente hasta quedar en bóxer, dios me dolía demasiado, y baje el bóxer lentamente hasta quedar con todo mi torso desnudo frente a ella completamente dormida.

—_____...— Dije su nombre dirigiendo una mano a mí entrepierna. —...¿Por qué me recuerdas tanto a ella?

Sin darme cuenta ya me estaba masturbando enfrente de ella, que dormía plácidamente y sin preocuparse...mientras que yo suspiraba y gruñía por el tacto de mi mano en mi miembro.

Daba ligeros roces en la punta de mi miembro haciéndome suspirar, ella se movía ladeando sus caderas, para tener simplemente doce años, parece una chica de dieciséis ó diecisiete años.

— Shiro...— Comenzó a abrir sus ojos, mierda seguía con los pantalones abajo. —...¿Q-Que estas haciendo?

Sus mejillas estaban rojas, sin embargo, no daba una señal de querer taparse al contrario se acercó a mí lo cual de me sorprendió, estábamos a unos centímetros de distancia de nuestros rostros, hasta que yo la cargue posicionando mis manos en su trasero, era increíble.

— Shiro, m-me gustas...— Dijo dándome un abrazo mientras ocultaba sus rostro en mi cuello que era rodeado por sus brazos.

— ______...tu...— Joder, parecía un puberto con hormonas alocadas y con la necesidad de besarla hasta que mis labios estuvieran rojos. —...tu también me gustas.

Ella mi miro cara a cara con sus lindos ojos color ______, mire sus labios no podía contenerme, me senté en la orilla de la cama con ella aun en mi regazo (ya se había subido sus pantalones, jeje) no podía soportarlo, hasta que uní nuestros labios en un beso tierno.

— ¿Tomaste? — Definitivamente había tomado unas cuantas botellas, el olor a alcohol estaba impregnado en su cuello y boca.

— Solo fueron tres botellas...— Dijo con una sonrisa despreocupada en sus labios. —...Shiro te quiero.

— Yo también te quiero, pequeña. — Dije acariciando su cabello con delicadeza, era muy suave. —...pero creo que en estos momentos queda mejor una palabra.

En un movimiento rápido la puse debajo de mi, apoyando mis brazos a los costados de su cabeza en el acolchado. Su rostro era hermoso con los ojos entre abiertos al igual que sus labios, simplemente era perfectamente.

— Te deseo, te necesito...— Ella bajo su mano a mí entre pierna rozando y sobando con delicadeza, me hacía sacar suspiros. —...______.

— Ahhh S-Shiro...— Gimió como respuesta a mi mordida en su clavícula, dios como me prende. —...Shiro.

Esta vez bajo su mano seductoramente mientras bajaba hasta mi punto débil, desabrocho mi pantalón y acarició mi masculinidad por encima del bóxer.

Yo respondí gimiendo su nombre a lo bajo, sentí como bajo mis bóxers y acaricio mi miembro lenta y tortuosamente.

— Shiro...— Estaba hasta el límite, no puedo más pero no quería que parara.—...Crees que me duela?

Mis ojos se abrieron como platos, ella estaba preguntando sobre su virginidad, que le respondo?

— Pequeño no pasaremos a eso, tranquila...—Dije tranquilizándola un poco pero ella no dejaba de darme placer y yo no dejaba de suspirar.—...eres muy inocente sabes?

Sus ojos se dirigieron a los míos con confusión.

— Y eso me prende demasiado...— Dije volviendo a sentarme con ella encima mío.

Ella tomó la iniciativa esta vez besándome tiernamente, con una sonrisa  despreocupada en sus labios, pero ella comenzó a bajar esta llegar a mi entrepierna.

— ______...— Comenzó a desabrochar mi pantalón lentamente, torturándome con cada movimiento, hasta que finalmente me lo quito completamente dejando ver mi ya erecto miembro por debajo de mi bóxer. —...______, por favor, ya no me tortures.

Ella lamió mi miembro por encima de la delgada tela, haciendo que me diera una sensación muy placentera cuando finalmente apartó mi bóxer.

— S-Shiro. — Abrió su boca un poco, chupando la punta de mi miembro.

— Ah-Ahhh ______.

Ella solo seguía y seguí, estaba a punto de acabar en su bella y tentadora boca.

— ¡____, Dios princesa! — Un roce más de su lengua y me vengo.

— S-Shiro.

Narra _____.

El sonrojo de mis mejillas era inmenso, mis labios estaba incubado y húmedos, deseaba tanto a Shiro, podía ver su abdomen tan marcado, y la manzana de Adán que poseía era tan...excitante.

Hasta que finalmente sentí aquel líquido espeso blanquecino, el me miraba como lo apartaba de mi rostro ya que se me hacía algo asqueroso, era mi primera vez(?) haciendo esto. Me tomo de la cintura y me cargo, acostándome junto a él quedando frente a frente.

Mire sus ojos grises tan brillantes, tal cual como la luna, me tomo de la mano mientras acariciaba el contorno de mi torso cuando dijo...

— Te amo...

Mi mente quedo en blanco, solo lo mire con asombro y él se dio cuenta.

— H-Ho lo siento _____, es que...ahh per...— Decidí callarlo uniendo nuestros labios en el último beso de aquella noche, vaya apenas nueve días con el, y a ocurrido esto.

— Tranquilo, solo quiero dormir. — Dije acurrucándome en su pecho con una tonta sonrisa en mis labios. —...te amo.

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⏰ Última actualización: Sep 21, 2018 ⏰

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365 Días Con Un Niñero »Kaneki Y Tú« (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora