día 2

202 38 30
                                    

"vamos frank, hora de levantarse. te quiero llevar a que veas cómo trabajo."

gerard estaba en la puerta del cuarto de frank, esperando a que el ya mencionado se levante.
sonreía al mirarlo con esa cara de sueño, era mucha ternura acumulada en una pequeña y jodida persona.

"gerard, es sábado, además, creo que son las cinco de la mañana" decía con el rostro pegado en la almohada.

"quiero que me acompañes. hoy iré a la estación y quiero enseñarte lo que hago" gerard aún sonreía por la actitud del más pequeño.

  "no quiero."

  "entonces le diré a bert que me acompañe" dijo poniendo una sonrisa de inocencia.

frank se levantó cómo si hubiera sido empujado por resortes. buscó algo de ropa y se entró directo a bañar con una cara de enojo. sabía que gerard había dicho eso para convencerlo y él se había dejado, pero es que él no quería que el mayor estuviera con bert, simplemente no quería.

"sabía que funcionaría" dijo para sí mismo.

//

en el transcurso del día, frank trató de parecer desinteresado en todo lo que le decía el mayor, acerca de cómo se ponía el traje, qué debía hacer, cómo reaccionar, a dónde ir, pero en realidad estaba atontado con el pelirrojo artificial. todo lo que decía parecía formar una melodía que él no quería que acabase.

para la hora de la cena, ambos llegaron rendidos a casa.

"gerard, hazme huevos, ¿quieres?" dijo frank, haciendo un puchero.

gerard levantó ambas cejas y miró al menor con una sonrisa provocadora.

"no de esa manera, asqueroso."

"lo sé, tonto, ahora te los hago."

gerard caminó hasta la cocina, seguido por frank. frank se sentó en la barra, y miraba cómo el mayor sacaba los ingredientes para hacer un huevo revuelto. huevo, sal, aceite, mantequilla.

antes de que el mayor prenda el horno, el timbre sonó.
el par frunció el ceño, y gerard fue y abrió la puerta.
frank miraba sentado desde la cocina.

–¡mi amor!– bert apareció por la puerta con una sonrisa enorme en la cara, agarraba una bolsa que parecía ser de una pizzería, y un peluche de un gato.

gerard le devolvió el abrazo. "hola bert."

"traje pizza para ti y para mí."

gerard achinó los ojos. le hizo una seña para que mire a frank, y bert subió los hombros.

"me olvidé que seguías de niñero. lo siento, niño" dijo con voz burlona.

el pelinegro frunció el ceño.
sabía que bert estaba celoso de él.

"pero tengo que hacer su comi-" gerard quería hablar pero bert le robó un beso.

"vamos gee" lo tomó de la mano y lo llevó a su habitación. cerró la puerta luego de que ambos entraron.

frank resopló y se hizo él mismo sus huevos. habían partes quemadas, pero para la primera vez que tocaba una cocina, estaba bien.

se sentó sólo mientras terminaba.

"AH GERARD PAPI RICO."

dios que asco.

"MÁS, MÁS."

frank puso una cara de asco total y se fue a su cuarto. sin lavar, sin nada.
se puso su pijama y se echó en su cama.

se puso a llorar. extrañaba a sus padres, aunque le gustaba estar con gerard.

escuchó los gemidos de bert, y empezó a llorar más.

a frank le gustaba gerard, y gerard no había sido capaz ni de despedirse de él para dormir.
pero eso no se iba a quedar así.

fireman; frerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora