Lauren quiere ser tops || Fanfic Camren

29

Taylor reía diferente a la pantalla del televisor como cualquier otra chiquilla cuando el timbre sonó y Lauren, sabiendo de quien se trataba corrió a la puerta para atender pasando frente a su hermana quien se quejó del hecho de que la interrumpiera.

Lauren no hizo caso al chillido de la menor y abrió la puerta con una sonrisa antes de hacer pasar a Camila.

La castaña entró a la sala tuvo que reprimir una risilla ¿cómo querían hacer tarea si tenían el jodido televisor prendido.

La ojiverde llegó tras ella y se acercó a su hermana.

—Tay, Camila está aquí, va a ayudarte con la tarea.

La más joven subió la mirada a su hermana y luego buscó con la vista a Camila quien le dedicó una rafia te sonrisa.

—Hey, Camila —dijo la menor poniéndose de pie para ir a saludarla con un abrazo.

—Hola, Taylor —dijo dejándolo un besito en la mejilla —¿Qué les parece si comenzamos?

—Bien —respondieron ambas.

Entonces la mayor de las tres se acercó a apagar la televisión.

—Ahora vamos al jardín o a cualquier lado donde no tengan tanta distracción —indicó y Lauren las guió hasta el comedor.

La niña comenzó junto a las explicaciones de su vecina a resolver algunas operaciones, fallando en unas pocas y volviéndolo a intentar.

Por su parte, la ojiverde leía las páginas de su libro de historia que tocaban los temas que verían en la siguiente clase. Tuvo que repetir varias veces algunos párrafos para que se le quedara por lo menos algo grabado, al parecer estaba funcionando.

Claro, todo iba muy bien para Lauren hasta que a Camila se le ocurrió la grandiosa idea de comenzar a acariciar su rodilla bajo la mesa.

La ojiverde se quedó estética unos segundos y luego miró a Camila a su lado como si no estuviera pasando nada y a Taylor frente a la castaña con los ojos sobre la página y asintiendo ante lo que su vecina le explicaba.

Las caricias de Camila subieron un poco más hasta su muslo, bajó la mirada para observar la mano de su vecina moviéndose de manera lenta y cada vez más arriba.

Soltó un suspiro y se dejó tratando de disimular mientras fingía estudiar siendo que en realidad no podía dejar de pensar en la suave palma de Camila tocándola.

Los dedos de la más grande rozaron ligeramente la entrepierna de Lauren y esta casi saltó sobre su lugar al sentirlo, se tensó y apretó el libro de historia.

—Camila —susurró para que solo ella la escuchara.

Taylor estaba muy concentrada en lo suyo y el ruido de la podadora del otro vecino de Lauren ayudaron un poco a que la niña no escuchara la voz de su hermana mayor.

Camila pareció tampoco escucharla aunque realmente si lo hizo y solo fingió.

— Camz —insistió la ojiverde.

En respuesta la mayor se movió haciendo que el roce en la entrepierna de Lauren ya no fuera sólo eso sino que fuera una caricia completa.

Lauren reprimió un gemido y entonces su vecina volteó a verla porque no se quería perder el gesto y las mejillas rojas de la ojiverde.

— ¿Camila qué demonios haces? —cuestionó con algo de vergüenza.

— Es parte de las prácticas —le contestó también susurrando —, las tops deben tener un gran autocontrol.

Lauren sólo abrió más los ojos y se aturdio, le gustaba el toque de la castaña sin embargo se moría del temor de que Taylor la descubriera y le dijera algo a sus padres.

Dio una respiración profunda y la soltó lentamente acomodándose mejor en la silla y escondiendo su rostro tras el libro de texto para que Tay no pudiese ver su rostro rojo.

Y quizá Camila se estaba emocionando mucho manoseando a Lauren cuando oyeron la puerta principal abrirse y luego la voz de Clara y su hijo charlando al entrar.

Lauren levantó la cara rápidamente y Camila la soltó también al instante.

Clara sólo tardó unos segundos en estar donde ellas estudiaban y sus sonrisa amenazó con borrarse cuando vio que sus dos hijas estaban en compañía de Camila.

—Hola mami —dijo Taylor con alegría.

—Buenas noches —Saludó Camila mostrándose educada como siempre que se dirigía a Clara.

—Hola, chicas —respondió la mujer.

Se acercó más y notó que estaban haciendo tarea con un par de libros sobre la mesa y unos cuantos residuos de borrador que Taylor había usado. No era la primera vez que Camila ayudaba a alguno de sus hijos con sus deberes así que no se molestó, aún así no paraba de pensar internamente que ser lesbiana era el gran defecto de Camila.

— Gracias, Camila, veo que las estas ayudando bastante.

—Sabe que no tiene que agradecer. Vine con gusto cuando me pidieron ayuda.

— Le dije a Lauren que ayudara a su hermanita pero creo que ella está igual que Taylor.

—Solo no sabía cómo explicarle, mamá. No es que yo sea una retrasada —se defendió la mayor de sus hijas.

— Pues deberías ser más como Camila para no estarla molestando. Claro no en todo, osea tú me entiendes solo en las cosas normales —dijo Clara como si ese comentario fuera el más natural del mundo y sin siquiera considerar que la chica que era su vecina podría ofenderse.

Camila sin embargo lo ignoró porque ya sabía cómo era Clara y no se pondría a discutir con alguien con ese tipo de pensamientos.

Tras el mal comentario de su madre, Lauren sólo rodó los ojos con fastidio. La mujer no se dio cuenta del mal gesto de su hija por ver como iba Tay con su avance así que antes de retirarse y dejarlas continuar con el estudio le dio una última sonrisa no tan real a Camila.

— Que mal que en lo que te pareces a mí es justamente en lo que tu madre odia —indicó la castaña al oído de Lauren una vez que Clara desapareció de su visión.

—Guarda silencio —replicó la ojiverde ya que podía alguien oírlas.

La mayor solo intentó no reír por lo gracioso que era verla asustada por tan poco. Como ya lo había dicho antes, a Lauren se le notaba lo virgen, quizá ya no tanto en su cara pero sí en su forma de actuar.

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Gracias por leer ;)
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