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Lauren entró al dormitorio de Dinah inspeccionando todo a su alrededor con algo de timidez mientras Camila lo hizo como si se tratara de su casa y de su propia habitación.

—Deja de mirar a todos lados —indicó Camila sentándose sobre la cama.

—Lo siento. Siento que estoy invadiendo propiedad ajena.

—Aquí duermen mis amigas y mis amigas también son tus amigas así que siéntete cómoda. Deja de lucir rara y ven aquí —dijo palmeando el lado junto a ella.

Era una cama individual pero se acomodaron juntas con la espalda recargada en la cabecera.

Camila sonrió al tenerla ya cerca y presionó sus labios sobre los de la más joven un par de veces.

Al retirarse pasó el cabello de Lauren tras su oreja y acercó su nariz para acariciar la de la otra ligeramente.

Lauren olía a durazno y sus labios a banana, esa no era una combinación muy usual pero era agradable.

Un nuevo beso fue iniciado ahora por Lauren quien tomó de la cintura a Camila para acariciarla mientras sus lábios se movían despacio sobre los de ella.

Por su parte la más grande acomodó sus manos en los hombros de la otra.

Camila entonces acarició el labio inferior de Lauren con la lengua para incitarla a profundizar el beso logrando con ello una respuesta positiva de la menor.

Cuando las lenguas de ambas se encontraron Camila enredó los dedos de una mano en la cabellera oscura de su vecina y los chasquidos que sonaban en la pieza comenzaron a volverse más húmedos.

Luego de separarse para respirar dejaron sus frentes unidas un momento hasta que la castaña buscó la mirada esmeralda con la suya.

Había algo en los ojos de Lauren que la hacían querer cada vez más de ella, que la hacían sonreír y que la hacían sentirse excitada cuando estos se tornaban más oscuros. Pero en ese momento y a pesar de la situación, los orbes de la más chica estaban iluminados.

—Mi papá sigue queriendo que me aleje de ti —comentó la castaña con algo de pesadez puesto que eso era algo que no la dejaba en paz, suficiente tenían con estar evitando a Clara.

La menor arrugó ligeramente el entrecejo ante el comentario y tal vez eso la hizo ver tierna antes de ruda.

—Eres una desobediente, Camila, yo nunca pensé que fueras así —dijo fingiendo enojo.

Una risilla se escapó de la castaña.

— Puedo ser niña buena y obedecer a mi papá si gustas —tentó encogiendose de hombros.

—No, olvida lo que dije —respondió rápidamente —. De hecho —añadió acomodándose mejor para quedar frente a Camila —. Bueno soy un poco tonta así que no prepare nada pero...

La mayor reprimió una sonrisa porque le parecía divertido cuando su vecina comenzaba a divagar entre algo que quería decir y no sabía cómo.

—Pero... —repitió alentando la a continuar.

— Pero me gustaría seguir con esta racha de  desobediencia a mi mamá y a tu papá, porque me gustaría que tú... Bueno no sé si quieras pero...

—Lauren, basta de peros y habla —pidió porque empezó a sospechar qué trataba de hacer Lauren y lo redundante y tardada que estaba siendo la ojiverde no ayudaban en nada a saciar las ansias que tenía Camila por saber si estaba en lo correcto o no.

—Bueno, es solo que estoy un poco nerviosa.

—Tranquila —le dijo sosteniendo sus manos tratando de lucir relajada, sino ¿qué harían las dos siendo un manojo de nervios? —, solo dilo.

— Ok —pronunció dándose ánimos mentalmente —. Quiero decir que a mí me gustaría que fuéramos algo más que esto. No sé exactamente qué somos ahira porque antes de anoche éramos como a maestra y alumna pero...

—Lauren... ¿Qué te dije de los peros?

—Cierto, lo siento —respondió rápidamente. Llenó sus pulmones de aire y continuó hablando —Camila.

—Ajá —contestó atenta a Lauren impaciente por oírla.

—¿Quieres salir conmigo? Osea de verdad, ser mi novia y todas las cosas que eso involucra —preguntó obviamente nerviosa, de hecho Camila podía sentir sus manos frías estrechas a las suyas.

Y bueno. Con solo esas palabras a la mayor se le amplió la sonrisa y se acercó más a Lauren para abrazarla.

—Claro que sí, Lo —respondió separándose lo suficiente para estrecharle la mirada a la otra.

—¿De verdad? —cuestionó sorprendida, aún incrédula de que fuera cierto.

—Claro que sí, boba —reafirmó antes de sujetar las mejillas de la más joven y besarla.

El beso esta vez se sintió diferente para ambas. Porque, además del cosquilleo en los labios normal en um beso, sentían algo cálido en el pecho, era alegría que las hacía querer gritar y estaba siendo canalizada en el contacto labio a labio.

— Entonces ahora se puede decir que Camren oficialmente es nuestra hija —comentó la ojiverde cuando se separaron ligeramente.

— Obvio. Y si me fuera posible te haría muchos más hijos de los de  verdad —indicó haciendo reír a su novia.

Sí, su novia. Ahora Camila ya podia decir que era su Lauren porque era su novia. Lo mejor de la palabra novia era que llevaba la palabra exclusividad implícita; no más Perrie, no más Lucy, no más nadie con quien compartir a su Lauren.

Y quizá ese momento supiera aún mejor de no ser porque afuera estaban Alejandro y Clara siendo el dragón de dos cabezas que cubría el paso para que el príncipe llegara a la princesa... o bueno que una princesa llegara a la otra princesa o como fuera.

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Gracias por leer ;)
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PD; Supomgamos que aún no va a acabar este fanfic. Sólo Supomgamos porque ya le quedan solo alrededor de diez partes :c
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Lauren quiere ser tops || Fanfic CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora