Lo único que quiero para esta navidad es a tí...
Faltaban solo un par de días para navidad.
Camila se había despertado con bastante energía y muchas ganas de ver a su novia, y no solo de verla, también quería darle una pequeña sorpresa.
La excusa de un obsequio prenavideño era perfecta.
Por su parte y luego de un par de horas, Lauren terminaba de delinear sus ojos cuando Camila entró en su habitación sin llamar antes a la puerta.
— Magistral —dijo la castaña mientras la ojiverde dibujaba la curva final de su delineado.
— Tuve una buena maestra — respondió tomando el brillo de labios sabor banana que Camila se encargaba de reponerle cada que lo terminaba.
— Lo sé — dijo la castaña mientras ponía algo de música en la computadora de la ojiverde.
Entonces, una vez que Lauren terminó de ponerse el labial, Camila se mordió el labio y tomó la mano de su novia para hacerla ponerse de pie frente a ella.
— ¿Qué sucede? — cuestionó la más joven por la actitud extraña que tenía su novia.
— Tengo un regalo de navidad para tí — respondió Camila.
— Pero aún no es navidad, Camz — aclaró la ojiverde.
— Lo sé, yo también tengo un calendario incluído en mi móvil.
— Solo ponlo bajo el árbol. Disfruto abrir mis obsequios el veinticinco de diciembre.
— Este regalo no lo puedo poner bajo el árbol, Lo — indicó colocando las manos de su novia en su cintura.
La ojiverde sonrió ligeramente al mismo tiempo que arrugó su entrecejo con curiosidad.
— Los dedos no embarazan, Camila — indicó Lauren con humor.
A Camila se le escapó una carcajada y tapó su boca para amortiguarla al menos un poco.
— Tengo conocimiento de ello.
— Qué bien. Por un momento creí que me engañabas — indicó Lauren fingiendo alivio.
— ¡Ya deja de arruinar mi momento de seducirte, Lo! — exclamó la castaña con una sonrisa al mismo tiempo que empujó a la ojiverde a la cama de la habitación.
La menor de ambas cayó sobre su colchón, se sentó inmediatamente después de caer.
— ¿Qué es lo que estás planean...
Lauren quedó boquiabierta cuando, en un solo movimiento, Camila se sacó el vestido corto que llevaba quedando únicamente con sus medias y botas negras y lencería roja de encaje que ajustaba perfectamente a su cuerpo.
— Lamento haber olvidado mi gorro de Santa en casa — indicó la castaña acomodando su cabello.
— Espero hayas asegurado bien la puerta.
Camila sonrió sin mostrar los dientes.
— Claro que lo hice — respondió la mayor de ambas acariciando su propia cintura —. Si quisiera que alguien nos pillara no hubiera tenido inconveniente en ponerme bajo el árbol hasta navidad como querías.
La ojiverde volvió a observar a su novia de pies a cabeza.
— Solo prométeme que en alguna navidad futura sí te pondrás bajo el árbol.
— Lo prometo, pero será cuando vivamos juntas y antes de tener hijos.
Lauren, sin dejar de observar el cuerpo de su novia, soltó una sonrisita ladina y asintió complacida por la respuesta.
Al ver el rostro de la ojiverde, Camila se dió media vuelta inclinándose muy muy ligeramente para que la menor de ambas tuviese una vista plena de su trasero y lo empezó a contonear poco a poco al ritmo de la música.
La castaña posó sus manos sobre los costados de sus piernas y las fue subiendo lentamente sin separarlas de su piel, acariciándose mientras bailaba un ante los ojos de Lauren.
La ojiverde comenzó a sentir como se humedecía al ver los movimientos la otra.
La castaña pasó sus manos a su nuca y fue recogiendo su cabello entre sus dedos con sensualidad.
El trasero de Camila se veía sensacional con la tanga roja que se escondía entre sus nalgas.
Quería morderla. Lauren quería tomar el cuerpo de la otra entre sus manos y recorrerlo entero con su lengua, pero tampoco quería dejar de verla ahí bailando y usando esas prendas que lucía tan bien.
La siguió viendo por un par de minutos más. Camila también estaba disfrutando provocar a su novia .
Entonces la castaña pronunció las palabras mágicas para la ojiverde.
— Si te gusta algo puedes tocar — indicó viendo a la menor de ambas sobre su hombro.
Humedeciendo sus labios, Lauren se inclinó un poco más hacia Camila y cogió cada glúteo de su novia en cada una de sus manos y las comenzó a masajear con suavidad sin que Camila dejara de bailar.
La piel de la castaña se sentía más suave que de lo usual, o quizá era solo por la ilusión del momento que había creado.
Dejándose llevar, lamento de ambas acarició bajo el elástico que se sujetaba a la cadera de Camila y tiró de él y lo soltó haciéndolo sonar cuando nuevamente hizo contacto con la piel de la castaña.
Camila gimió ligeramente con ello y eso hizo que la ojiverde lo hiciera un par de veces más dejando un poco roja esa zona.
La ojiverde se sentía extasiada, sobre todo cuando la mayor de ambas comenzó a deslizar su ropa interior por sus piernas despojándose de ella.
Posteriormente, Camila volvió a darse media vuelta quedando de frente a su novia y también se deshizo de su sostén quedándose únicamente con sus medias y sus botas.
Lauren no pudo más y tomó a Camila por la cintura y tiró de ella acercándola a su cuerpo, mordió ligeramente uno de sus pezones y deslizó sus manos hacia sus muslos para hacerla sentarse a horcajadas sobre sus piernas y empezas a lamer su cuello y pechos antes de besar si boca con desesperación.
— Casi creí que no estaba haciendo un buen trabajo — indicó Camila cuando su novia soltó brevemente sus labios
Lauren volvió a besarla hasta quedar sin aliento y luego respondió.
— Lo hiciste perfecto. Pero no quería dejar de verte — dijo dejando besos húmedos sobre las clavículas de la castaña, pasando por su cuello y llegando hasta su mandíbula.
— ¿Te gustó mi regalo? — cuestionó la castaña tratando de no gemir mucho bajo los besos y las caricias de la otra.
— Me encanta — contestó con los labios sobre la mejilla de Camila.
— Feliz navidad, Lo — dijo antes de volver a besarla.
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Gracias por leer ;)
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(Si te ha gustado este especial y está historia en general, házmelo saber votando y comentando, tu opinión me ayuda mucho cxcxcx)PD: Feliz navidad un poquito atrasada
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Lauren quiere ser tops || Fanfic Camren
Fanfic- ¿Por qué crees que vas a ayudarme si tu eres más pasiva que yo? - Porque sé exactamente que es lo que hace a una buena tops. Lauren sentía una especie de odio y agrado por su vecina Camila. Camila era una chica un par de años mayor que Lauren...