Lauren quiere ser tops || Fanfic Camren

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Quizá Lauren era bastante desorbitada en clase pero si buscar excusas para verse con Camila fuera una materia sacaría diez o por lo menos no bajaría de ocho.

La ojiverde había conseguido ir a casa de los Cabello con el pleno permiso de su mamá. Llevaba consigo sus apuntes y un lápiz para pretender que iba de niña buena a resolver sus ecuaciones.

Tocó a la puerta y de inmediato la atendió la castaña quien no estaba en compañía de nadie, de hecho solo  estaba en casa  con ella Alejandro, y este se encontraba reparando algo en el patio trasero dejando su total compromiso en ello.

—Bienvenida a la residencia Cabello, señorita Jauregui —exclamó en cuanto se encontró con ese par de ojos esmeralda.

—Gracias, señorita Camila, es un placer estar aquí —respondió siguiéndole el juego mientras entraba al lugar.

La universitária la adentró hasta uno de los sillones y luego corrió hacia donde su padre dejando a su vecina sola un momento.

— papá ayudare a Lo con su tarea, estaremos arriba —le informó Camila asomando medio cuerpo por la puerta.

—De acuerdo, hija —respondió de lo más natural y son despegar su atención de lo que estaba haciendo.

La chica entonces volvió con la ojiverde a la sala y la tomó de la mano llevándola escaleras arriba.

Una vez en la habitación, se encerraron y Camila guió a Lauren hasta sentará sobre su cama y luego retirarse a su armario.

— ¿Qué es lo que sucede Camz? —  cuestionó Lauren con uma boba sonrisa en el rostro.

La castaña sacó el regalo que había comprado para Lauren colocándolo tras su espalda al darse vuelta hacia ella.

—Cierra los ojos —ordenó la mayor.

Lauren se cubrió con ambas manos el rostro y se quedó quieta.

—¿Vas a besarme acaso? —preguntó antes de que Camila hiciera algún movimiento.

—No, chiquilla caliente que no puede pensar em otra cosa —respondió tratando de no reírse.

—OK, lo siento —dijo riendo de sí misma.

La universitária entonces acercó la pantera a Lauren y la colocó en su regazo.

—Ábrelos ya —le indicó alejándose.

La menor descubrió su rostro y dirigió la mirada a sus piernas pues sintió cuando Camila dejó algo ahí.

Los ojos de Lauren parecieron iluminarse más de lo común al encontrarse con el peluche que la castaña le había dado y una exclamacion de ternura salió de sus labios mientras tomaba a la pantera entre sus brazos y la abrazaba con fuerza. Camila hubiera querido grabar el momento en video para atesorarlo ¿cómo no se le ocurrió antes?

—Es tan bonito —comentó Lauren con voz enternecida y aún estrechando el peluche con una mejilla apretada contra lo que era la cabeza de este.

—¿De verdad?

— Sí, claro. Es más no sólo es bonito, es adorable y hermoso —agregó por fin dejando de apachurrarlo.

—Decidí que te lo compraría porque se parece a ti —explicó la mayor —, eres tú versión felpa.

—No mientas. Yo no soy tan bonita.

— Claro que lo eres —indicó acercándose para apretar las mejillas de Lauren —. Y también todo lo demás que dijiste de ella —, añadió refiriéndose a la pantera.

—¿Es niña entonces? —cuestionó Lauren por el término que usó Camila.

—Supongo que sí, tiene unos ojos muy lindos y afeminados —contestó tomando lugar junto a su vecina.

— Hay niños con ojos afeminados.

—Bueno pero ella es niña porque es como tú —dijo Camila dejándolo en claro y sin dejar espacio a discusión.

Lauren soltó una risilla y bajó la mirada al peluche.

— ¿Y cual es su nombre? —se le ocurrió preguntar.

— Es... Camren —respondió la más grande sin pensárselo mucho, solo unió los nombres de ambas y esa fue la opción más bonita que surgió.

— ¿Camren? —dijo la menor volviendo la mirada a Camila.

—Sí, Camren —reafirmó sonriendo ampliamente.

— Jamás había escuchado ese nombre.

— Bueno no es un nombre muy popular que digamos.

— ¿Y qué significa Camren?

Y la castaña no sabía a ciencia cierta si tenía algún significado, ni siquiera si era un nombre real o si alguna vez lo había escuchado, pero algo llegó a la cabeza una vez que Lauren preguntó.

— Amor — dijo con un poco de sonrojo en el rostro, sonrojo que pudo ocultar bajando un poco la cabeza.

Lo que Camila no se imaginó fue que Lauren se sintió completamente feliz por el echo de que nombrara amor a la pequeña pantera que le había otorgado.

No se sentía como si simplemente le hubiera hecho un regalo cliché, más bien era como si le hubiera regalado su amor, o por lo menos así lo sintió Lauren y quizá era lo que Camila queria metaforizar sin que la ojiverde se enterara.

— Gracias, Camz.

Camila abrazó a Lauren en respuesta y dejó un besito en la punta de su nariz.

—No, de nada, Lo —respondió sin separarse de ella.

— Ahora ayúdame a resolver mi tarea ficticia o mi mamá se dará cuenta de que realmente solo fue un pretexto para venir —indicó Lauren luego d e unos segundos.

La mayor solo pudo reír, aveces Lauren rompía momentos caliente o románticos con cosas raras pero eso más que molestar a Camila le resultaba tierno o simplemente divertido.

—Seguro, solo espero que no sea demasiada, ya que tienes permiso de estar aquí pensé que podríamos aprovechar el tiempo que tenemos para terminar lo que dejamos pendiente cunado llegó tu hermano.

— ¿Pero y tu familia?

— Mamá y Sofi no vendrán hasta que anochezca y papá, bueno él está metido en sus cosas y jamás descansa hasta que termina.

Entonces la ojiverde sonrió apretando los labios para no demostrar tanto su emoción y asintió aceptando la propuesta de su vecina.

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