"Expansion" (Avance 13)

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Al entrar a su casa, dejó sobre la mesa un ramo de myosotis que llevaría más tarde al dios. 

-¿Goth?- nombraba el mayor de bufanda buscando a su pequeño hijo en la solitaria casa pues el silencio, de nuevo, reinaba.

Cuando el semidios escuchó su nombre desde su habitación, limpió sus lagrimas con las mangas de su túnica y dando pequeños golpes en sus mejillas, intentó sonreir.

-Aquí estoy- dijo con un tono alegre.

Geno ya estaba en el piso de arriba, enfrente de la puerta de la habitación del menor.

-¿Puedo pasar?- preguntó.

-C-claro- el menor realmente no quería, pero creía que la razón de su llanto no eran más que tonterías que, seguramente, su madre no comprendería.

Hablar fingiendo que no había pasado nada; eso era lo que Goth haría.

-¿Estas bien?- el mayor preguntó al entrar.

-¡Claro! Sólo estaba durmiendo. Con papá solía dormir más de lo normal-

Geno hizo una mueca para después sentarse a lado del menor.

-Goth-

-Dime- contestó nervioso.

-Sea lo que sea que no me quieras decir, recuerda que no estas solo. Se que me he equivocado muchas veces y he sido muy idiota... Pero no dejare que llores más-

-Mamá...- de nuevo sintió gruesas lagrimas en el borde de sus cuencas.

-Siempre te escucharé cuando quieras hablar- acomodo su bufanda para levantarse, observando una pequeña y suave sonrisa entre lagrimas del semidios. Se acercó y con ambas manos sujetó el rostro de su pequeño para limpiar con los pulgares las abundantes lagrimas.

Goth no pudo evitar abrazar fuertemente a Geno, quien se sorprendió por el gesto y que, al sentir el temblar de su hijo, correspondió con fuerza el abrazó, dándole a entender que podía confiar en él.

Enseñándole de mi dolor (Geno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora