Voy a llegar tarde, pero el tráfico hoy está fatal. Insisto al taxista para que se dé prisa, que tome algún atajo. He quedado a la una y media y ya son y veinticinco. Ella me espera y no quiero defraudarla. Me ha costado mucho tomar la decisión, pero creo que era lo que tenía que hacer.
Diez minutos después llegamos al hospital. El taxista me dice si me ayuda a bajar, pero lo rechazo. No me gusta depender de nadie. He aprendido a vivir así durante estos cinco años. Ha sido duro, pero al menos conseguí sobrevivir, y eso ya es mucho.
La gente me mira cuando paso por delante de ellos. Medio rostro lo tengo deformado a causa de las heridas. Me falta un brazo, y llevo una pierna ortopédica. Pero creo que hasta cierto punto soy feliz. Y mucho más lo voy a ser en unos minutos.
Traspaso la puerta del hospital con lentitud. Me encamino hacia los ascensores. El corazón me late con fuerza cuando llego a la planta de maternidad, que es donde ella me espera. En cuanto doblo la primera esquina, descubro sus cabellos rubios ondeando. Ella también me ve y me dedica una sonrisa resplandeciente. Sostiene un pequeño bulto en brazos. Es su hijo.
—Has venido —me dice, cuando llego a su lado.
Le doy un beso en la mejilla. A continuación estrecho la mano de su marido, un hombre alto, atractivo, de sonrisa amable.
—Es un niño —me lo muestra.
Por unos instantes, me parece que sus ojos azules destellan y se tornan colorados. Parpadeo con el corazón encogido. Tan solo ha sido un espejismo, los cuales aún no me han abandonado. María y su marido me miran con curiosidad.
—¿Estás bien? —ella me acaricia la mejilla deformada. Estrecho su mano.
—Solo ha sido un mareo —miento. Y para cambiar de tema, le pregunto—: ¿Y cómo se va a llamar?
—Samuel —contesta ella.
Esbozo una sonrisa. María me lo acerca y yo lo cojo con mi brazo sano, de forma temblorosa, aunque con mucho cuidado. Me recuerda a lo que pudo ser y no fue. A aquel hijo que en realidad yo no tuve. Y ahora, más que nunca, esta mujer se asemeja a la que fue la mía.
—Queremos que seas su padrino —me informa.
Yo la miro con los ojos muy abiertos mientras noto el calor del hermoso bebé en mí.
—Pero… Yo no soy nadie…
—¿Cómo que no? —arquea una ceja—. Si no fuera por ti, Samuel, yo ahora no estaría aquí. Y tampoco este hermoso bebé —alza la vista y su marido y ella se contemplan con amor.
Siento un pinchazo. Echo de menos a mi esposa. Siempre lo voy a hacer.
Al final asiento con la cabeza. Seré el padrino de la criatura. Me quedo un rato con ellos, hasta que miro la hora.
—Tengo que irme —les digo—. Ya sabes qué día es hoy —me dirijo a María. Ella asiente con la cabeza, me estrecha entre sus brazos. Su marido me abraza con calidez. En realidad, solo les tengo a ellos.
El taxi está esperándome. Camino hasta él a trompicones. Aún no me he acostumbrado del todo a la pierna ortopédica. En cuanto subo, arranca. A medida que nos acercamos al lugar donde me esperan, el corazón se me lanza desbocado. Al cabo de diez minutos distingo los frondosos árboles del cementerio.
En cuanto entro en él, siento que me inunda una gran felicidad. Intento andar más deprisa para llegar en cuanto antes. Con una sonrisa, me situó ante la tumba de mi esposa.
—María —susurro.
En un día como este, yo le pedí matrimonio. Y cada año vuelvo, y se lo vuelvo a pedir. Le agradezco todo lo que me dio en la vida y que me salvara, que luchara junto a mí. Le recuerdo que la amo, que siempre lo haré. Y le pido que me espere en el cielo.
Camino por el cementerio, observando el resto de lápidas. Jóvenes, mayores, niños, mujeres, hombres… Todos ellos con una historia. Se ha levantado viento, y cuando se mueven las hojas de los árboles, pienso en él.
A veces veo sus ojos en mis peores pesadillas. Me despierto empapado en sudor. Lo vencí. Lo vencimos. El Bien consiguió acabar con el Mal. Sin embargo, este nunca desaparece de la faz de la tierra. Está presente en nuestro día a día.
Quizá lo puedas ver en los ojos de tu vecino. O lo escuches en la voz de aquel cantante tan famoso. Su sombra es alargada y jamás deja de vigilarnos. No sé dónde estará ahora Abbalon y si algún día regresará de sus infiernos. Solo sé que debemos luchar. Tú debes hacerlo.
No es muy difícil.
Lucha con la sonrisa de tu amigo.
Lucha con el recuerdo de la persona a la que tanto quisiste.
Lucha con la pasión con la que haces el amor.
Lucha con la adoración que sientes hacia tus hijos y padres.
Ríe. Comparte. Agradece.
Ama.
Y así la oscuridad de Abbalon no será tan profunda.
Queridos lectores... La historia de Samuel, María, el doctor Gropius, etc ha llegado a su fin.
Vosotros habéis hecho posible que se haya alargado, pues yo nunca había pensado continuarla hasta que vosotros me lo pedisteis.Os quiero agradecer que hayáis estado leyendo cada capítulo, dejándome vuestros comentarios de apoyo. Sois los mejores, os lo aseguro. Me habéis dado la fuerza y confianza necesaria para continuar con esto, en una época difícil de mi vida.
Simplemente deciros que espero que os haya gustado la historia y el final. Es una novela que he escrito con mucho cariño, todo él dirigido a vosotros.Una vez más, muchas gracias a todos.
Os dejo mi Facebook por si alguno queréis seguirme y de esta forma saber de mis proyectos futuros, pues como sabéis tengo agente y buscaremos editoriales para mis novelas.
En Facebook me podéis encontrar por: Elena MontagudQuiero deciros que una editorial ha comprado mi trilogía romántica TIÉNTAME. En Facebook doy información sobre ella, por si queréis añadirme.
Muchos también me preguntais cómo leer otras de mis historias. Mi usuario aquí es ElenaMontagud, así que podéis buscarme y encontraréis otras historias, aunque son más cortas, a excepción de la comedia romántica que estoy subiendo que se llama CLASES PARTICULARES y quepodéis seguir.
También deciros que yo tengo publicado un libro de historias de terror con una editorial, y que podéis leerlo vía digital o también en papel. Os dejo el enlace por si queréis conseguirlo:
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Un abrazo a todos.
Hasta siempre.
PD: Quizá os apetezca leer otra de mis historias... Si os gusta la comedia romántica, entonces podéis leer mi novela "Clases particulares" que estoy subiendo. http://www.wattpad.com/story/17137385-clases-particulares
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El bebé
HorrorUn psiquiatra recibe la visita de una misteriosa mujer llamada Fedora que le asegura que su bebé es malvado, que la vigila por las noches, que no es humano. Poco a poco, el doctor va sintiendo el terror que la mujer ha vivido durante meses... Pero e...