El día era perfecto, era hermoso. Los rayos de sol se colaban por las finas cortinas de la habitación del rey, que dormía plácidamente junto con su amiga o prometida falsa, lo que sea.
Nada podía arruinar el perfecto dí-
—¡Buenos días!—La puerta de la habitación se abrió de golpe dejando ver a Burro con sus burridragones mutantes.
Burro se subió encima de la cama despertando a ambos jóvenes mientras que sus hijos hacían trizas la habitación.
—¡Buenos días, buenas días!—Su voz desafinada hizo que la castaña bufara. ¡Esto debía ser una broma!
—Bienvenida a mi mundo. —Habló con voz ronca el joven a su lado.
—Tu mundo es horrible—La castaña se sentó en la cama para bostezar, pero cuando vio a uno de los burridragones se alarmó—¿¡Pero qué es eso!?
—Es Platanito. —Respondió Burro bajándose de la cama.
—¿Platanito?
—Son sus hijos. —Contestó el rubio sentándose también en la cama—Su esposa es una dragona, por eso le salieron los hijos algo... Peculiares. Ya te acostumbrarás.
Eso esperaba.
[...]
—Entonces, ¿no te importa que no sea una princesa?—Preguntó Fiona a su madre.
—No cometeré el mismo error que tu padre. Si Arturo la ama, para mí es suficiente. —Respondió Lillian a su hija.
—Mamá, y si mejor... ¿Artie no se casara? No sé, podría hacerlo él solo. —Trató de convencer la pelirroja a la rubia.
—¡Bobadas! Un rey necesita apoyo femenino, y Emma es la indicada, lo confirmé anoche en la cena—Dicho esto, abandonó el jardín delantero que es donde se encontraban madre e hija.
Fiona suspiró cansada. Quería ir a su habitación donde sus pequeños torbellinos deberían estar volviendo loco a su padre. Pero después descartó la idea cuando vio a la castaña de ojos jade caminar por el jardín sin rumbo alguno, se acercó para hablarle.
—Hey, hola. —La pelirroja de ojos azules y piel verde agitó su mano en forma de saludo.
—Ah, hola. ¿Fiona, no?—La princesa asintió con una sonrisa.
—Supuse que estarías algo perdida, por así decirlo. ¿Quieres que te de un pequeño tour por el castillo?—Propuso la pelirroja.
—Me encantaría.
[...]
—Siento mucho lo de tu padre, Fiona—Ambas observaban la estatua del padre de Fiona en su forma de sapo.
—No importa. Al menos, hay una persona confiable en el trono. —Comentó la de ojos azules con voz leve.
—Sí, Artie es... Un buen chico—Susurró la de ojos jade.
—Emma, quiero agradecerte por todo lo que estás haciendo. Entiendo que mi primo no quiera casarse con alguien que no ame, yo lo entiendo, me iba a casar con Lord Farquad y, ahora que lo pienso, sería una pesadilla. —Recordó la princesa con voz asqueada. —Por lo que te agradezco mucho.
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Compromiso. [Arturo Pendragon y Tú] [Shrek Tercero]
Hayran KurguSe suponía que era una mentira.