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Sky bajó a la cocina por un biberón mientras pensaba en qué hacer.

Tomó la leche y comenzó a calentarla. No extrañaba amamantar porque era algo molesto, pero era más rápido que preparar leche.

La sirvió en la botella cuando escuchó que alguien se acercaba con paso lento.

—Merezco unas palabras. —Sonó tras su espalda. Sky se sobresaltó, dio media vuelta y golpeó a la persona en la cara. —¡¿Qué te pasa?! —Gritó la persona, cubriéndose la nariz con una mano.

—¡Kol! —Gritó Sky llevándose las manos al pecho. —Nunca asustes a una recién convertida y mucho menos si esta murió atacada.

—Si antes eras fuerte ahora mucho más. —Contestó Kol, bajando sus manos un poco para poder cubrirse también la boca, la cual comenzaba a curarse. —No hablamos hoy en la tarde.

—¿Qué haces aquí? —Desvió el tema metiendo la mano bajo el agua del fregadero. Le rompió la nariz, eso era obvio por la sangre que le cubría los nudillos.

—Trent dejó su juguete, vine por él y quise hablar contigo. —Finalmente se apartó las manos del rostro, dejando ver una mancha roja ahí. —¿Sabes quién lo hizo?

—Vincent dijo que fueron las chicas de la cosecha. —Explicó Sky, buscando el chupete del biberón. —No se lo dije, pero quiero venganza.

—No te culpo. —Kol encontró el chupete y se lo tendió. —¿Tomarás venganza?

—Si. —Aseguró Sky cerrando el biberón. —Casi muero, casi encuentran a mis hijos, voy a matarlas.

—Cuando te conocí supe que tenías algo especial, y no lo digo por el hecho de que quería comerte. —Sky rodó los ojos. —Oí que disté un discurso de despedida, ¿No pensaste en mí?

—"Querido Kol". —Comenzó Sky como una broma. —"Espero ser un fantasma para tatuarte en la noche la palabra "Scarlett" en la frente". —Kol bajó la mirada para ocultar su sonrisa. —"Eres genial y te quiero, pero te asustaré hasta la locura".

—Eres de lo peor. —Kol se acercó y besó la mejilla de Sky. —Y me alegra que estés viva, Scarlett. —Con una sonrisa, Sky rodó los ojos y Kol se retiró, tomando entre sus manos una especie de dinosaurio, el juguete favorito de Trenton.

Sky tomó la leche y fue a su habitación. Al entrar ahí estaba Elijah, recostado en la cama mientras Ethan y Raven usaban su brazo como almohada.

Él le hizo señales de que se acomodara a su lado y ella obedeció. El más mínimo ruido podía despertar a Raven, ella era en extremo sensible. Dejando el biberón en la mesa ella se recostó, dejando a los bebés en medio.

—Todo lo que dijiste. —Susurró Elijah. —En las celdas...

—Momento de cursilería. —Contestó Sky en el mismo tono. —Tenía que despedirme...

—Pero sigues aquí. —Contestó Elijah cuando Sky le tomó la mano. —Si Hayley no hubiera llegado...

—Pero llegó. —Interrumpió Sky.

—De no hacerlo...

—Aquí estoy. —Dijo Sky, viendo los ojos oscuros de Elijah. Él ya se había adaptado al nuevo color de ojos, eran los ojos de su gran amor. —Somos una familia.

—Lo fuimos siempre. —Contestó Elijah cuando el teléfono de Sky sonó.

Raven abrió los ojos de golpe, pero no lloró, solo se quedó viendo en dirección al techo. Elijah suspiró mientras Sky veía el mensaje.

Jesse: Mañana llevo a Riley.

Sky: Trae juguetes, dudo que Ethan y Raven aun puedan jugar con él.

The Ending {Elijah Mikaelson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora