The Ending {Elijah Mikaelson}

4

Klaus y Sol volvían de su pequeña conversación sobre el nuevo Mikaelson cuando escucharon un grito:

—¡¿Cómo es posible?! —Exclamó Marcel. La pareja de híbridos se acercó a ver qué ocurría. Se encontraron a Marcel sentado en el mismo lugar, pero Elijah y Sky estaban frente a él. Elijah sonreía y Sky contaba un fajo de billetes yllevaba puesta la chaqueta de Marcel.

—¿Otra víctima? —Interrogó Klaus viendo el fajo que Skylar sujetaba, además de las cartas sobre la mesa.

—¡Me estafó una chaqueta de tres mil dólares y cinco mil dólares en efectivo! —Exclamó Marcel mientras Elijah reía. —¡¿Cómo lo hizo?!

—Qué curioso, Nik me hizo la misma pregunta hace un año. —Dijo Sky contando de nuevo los billetes solo para molestar. —Y nunca me entendió cuando le expliqué.

—Eres una estafadora profesional. —Dijo Marcel levantándose de su sillón, dedicándole una mirada cómplice a Sky. —Nos volveremos a ver, Skylar.

—No lo dudes. —Contestó Sky mientras Marcel se daba la vuelta para ver a Klaus.

—Felicidades. —Dijo tanto para Sol como para Klaus antes de retirarse.

La mente de Marcel apenas procesaba el haberse enterado que Davina y Kol habían adoptado, peor con la sorpresa de que Rebekah también. Dos hijos de Elijah y ahora serían dos de Klaus.

Hope, Trenton, Vee, Ethan, Raven y el bebé que venía en camino, decidió preocuparse por ese ejército que se formaba en la casa Mikaelson otro día, primero se preocuparía en saber ¡Como diablos lo habían estafado!

—Vamos a ser padres. —Dijo Sol con un chillido que recordaba a una niña emocionada.

—Felicidades. —Dijo Elijah. Un nuevo sobrino y Niklaus no lo había rechazado.

—Sky, has que Nik entre en razón. —Sol tomó la mano de su novio y la apretó ligeramente. —Dice que podríamos tener otro después de este...

Mientras Klaus levantaba la mirada con prepotencia Sky levantó una ceja con curiosidad. Elijah esperaba saber que comentario diría su mujer.

—Sabes que esto no es una competencia de "el machote con más hijos", ¿Verdad? —Elijah se cubrió la boca, pero terminó riendo. Como amaba a Skylar.

—Creo que yo ganaría. —Comentó Klaus. Elijah movió sus manos a la cintura de Sky y la hizo sentarse sobre su regazo. Sentir aquella cintura estrecha era la perfección de los dioses.

—Oh, Nik, pierdes. Mi esposo logró dos bebés de un gatillazo. —Sol enterró su rostro en el brazo de Klaus mientras Elijah lo enterró en el cabello de Sky, ambos lo hicieron para contener la carcajada.

—Buenas noches, Sky. —Klaus tomó la mano de Sol y juntos salieron al pasillo. A mitad de camino se escuchó la carcajada de la pelirroja teñida seguida de un "¡No es divertido!" por parte del híbrido.

—Te amo. —Murmuró Elijah con el rostro aun contra el cabello de Sky. Su aroma seguía siendo el mismo, pero el flujo de sangre en su interior era distinto. Anhelaba volver a probarla.

—¿Quieres terminar lo que empezamos? —Preguntó Sky comenzando a moverse en el regazo de Elijah, mientras este dejaba besos sobre su coronilla.

—Si. —Su respuesta fue ronca, llena de deseo.

Sky se levantó seguida de Elijah y en cuestión de segundos terminaron de vuelta en su habitación junto a la cama.

Elijah seguía con sus deseos de mandar, de ser él quien le mostrara a Skylar el placer astral que el vampirismo daba a la hora del clímax. Pero primero debía mostrarle la delicia del juego previo.

Hizo que se diera la vuelta en dirección a la cama y ella como buena aprendiz en el arte de hacer el amor como vampiro obedeció. Elijah comenzó a besarle el cuello de manera superficial, pero el simple roce la hizo estremecerse.

Cuando Elijah sintió que algo entre sus pantalones deseaba salir y hacer acto de presencia colocó una mano en el centro del pecho Sky y la otra en la parte baja de su abdomen, luego con su propio pecho comenzó a empujarla hacia adelante.

Hizo que Sky se arrodillara, después que acomodara su cuerpo en un ángulo de 90°, apoyando el torso sobre el colchón y sus piernas fuera, dejando el trasero firme al aire.

Elijah se acomodó tras ella y comenzó con sus dedos a tocar desde el inicio de la espalda de Sky hasta la espalda baja por sobre la tela de su camisa. La piel de ella lo llamaba, pero se negaba a sucumbir hasta haberle mostrado las nuevas sensaciones que su cuerpo podía ofrecer.

Paseó por la cadera hasta lograr colarse en el pantalón, entonces sintió su sexo, comenzando a humedecerse por los simples toques. Estaba tan receptiva que era un detonante para la excitación del original.

Él comenzó a frotar su erección contra el trasero de Sky, la cual clavó las manos en las sábanas de la cama al sentirlo. La mano de Elijah tanteando su botón de placer y su erección frotándose era una delicia que la obligó a también morder la sabana.

Elijah estaba por pedirle que le dejara escuchar aquellos sonidos cuando...

—¡Tío, tía! —Resonó la voz de Vee cuando la puerta se abrió, estaba acompañada de Rebekah y Hayley. La escena era peor que la que habían tenido con Hope, Sky apoyando medio cuerpo en el colchón y Elijah tras ella, por suerte no se veía dónde estaba la mano de él ni lo que había crecido entre sus pantalones. —¿Qué están haciendo? —Preguntó ladeando la cabeza al igual que Hayley, Rebekah solo pensaba en cubrirle los ojos a la niña.

—Estábamos... —Dijo Sky soltando la sabana de entre sus dientes, mientras pensaba. —Leyendo la biblia.

Vee vio por toda la habitación con curiosidad. 

—¿Y la biblia? —Sky se dio un golpe mental al oír aquello, leer la biblia sin biblia no era normal.

—Mañana les dirás. —Dijo Rebekah comenzando a empujar a Vee fuera mientras la pequeña protestaba, declarando que era importante lo que debía decir.

Hayley se quedó ahí unos segundos más, preguntándose quién era el pasivo y quien el activo en esa relación. Finalmente salió, entre cerrando la puerta.

—Hay que poner el maldito cerrojo. —Dijo Sky mientras Elijah se levantaba, luego se levantó ella.

—Pasamos meses sin ponerlo. —Contestó Elijah metiendo las manos entre sus pantalones para acomodar aquella situación que ansiaba terminar dentro de Sky. —Es la costumbre.

—Pues... —Sky se acercó de forma sensual y le rodeó el cuello con los brazos. —Pon el cerrojo y terminemos lo que hacíamos.

Elijah le declaró una sonrisa traviesa, separándose de aquel improvisado abrazo y justo cuando estaba por llegar a la puerta se escuchó el llanto de un recién nacido, el de Raven, que detonó el de Ethan.

—Me lleva... —Murmuró Sky acomodándose el pantalón cuando Elijah le dedicó una sonrisa cansada y salió de la habitación.

Tendría que darle biberón y sacarle los gases a un bebé mientras tenía las bragas húmedas, no parecía nada cómodo.

Y aquella parte de la anatomía de Elijah seguía deseando enterrarse en Sky.

El problema es que siempre interrumpían la hora loca.