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Elijah y Sky caminaron hacia el salón. Al entrar ahí estaba Klaus junto a Marcel, los cuales levantaron la vista al ver a la pareja entrar.

—Gracias por tocar. —Dijo el híbrido levantándose de su asiento y caminando en dirección a Sky.

—Hope dijo que tendría un hermano. —Dijo Elijah y Klaus levantó una ceja.

—Lo dudo. —Dio media vuelta y cuando estaba por volver a su asiento, de la otra puerta entró Sol, siendo halada por Rebekah y Hope. —Hope, ¿Puedes explicarnos aquello de que tendrás un hermano? —Dijo Klaus con una sonrisa tierna a su hija, creyendo que era el desvarío de una niña pequeña. Freya entró mientras Marcel se llevaba su vaso de bourbon a la boca.

—Nada importante. —Sol estaba por irse cuando Rebekah la empujó de vuelta. La híbrida bajó la cabeza igual que un ciervo aterrado.

—Si es importante. —Dijo Hope, cruzando los brazos sobre su pecho.

—¿Alguien puede explicar lo que ocurre? —Marcel se levantó del sillón y vio en dirección a Sol, la cual tenía la mirada baja. —Sol, algo ocultas, te conozco. —Dijo Marcel con delicadeza, la recordaba a la perfección. La conoció un mes después del incendio y recordaba que a pesar de ser antigua era como un cachorro. Grande fue su sorpresa al descubrir que no solo era antigua, que era una original.

Al ver que Sol no hablaba, Hope tomó las riendas. 

—La tía Sol está embarazada, yo lo vi. —Dijo señalando el vientre de Sol. —Y tía Freya también lo vio.

Todos guardaron silencio un momento y efectivamente, había un latido rápido y frecuente en el vientre de Sol. Las miradas pasaron de ella hacia Klaus, quien estaba en shock.

—Dah dah dah. —Dijo Sky en tono de suspenso. Ni eso sacó al híbrido de la sorpresa.

—Quería decírtelo de una mejor forma... Pero Hope se emocionó. —Sol tenía la cabeza gacha. Rebekah y Freya se llevaron a Hope a su habitación mientras Klaus trataba de salir de su estupor.

—¿Cómo se enteraron ustedes dos? —Dijo aun dándole la espalda a su hermano y a Sky.

—Hope interrumpió la hora loca. —Dijo Sky y Elijah bajó la mirada para ocultar su sonrisa.

—¿La hora loca? —Interrogó Marcel.

—Estábamos a punto de tener sexo con juego de sogas sin sogas. —Dijo Sky cuando Sol aun con la mirada en el suelo salió de la habitación. Klaus no la siguió, pero Skylar lo obligó a girarse y verla a los ojos mientras Marcel fruncía el ceño debido a la respuesta tan explicita de la señora Mikaelson. —Nik, Sol está embarazada.

—Lo sé. —Dijo el híbrido con la mirada clavada en la de Sky, tardaría en acostumbrarse a ese color. —Ya perdimos uno... —Esa respuesta hizo que Marcel ahogara una exclamación.

—Ahora no está el animal de monte de Mikael, eres un maldito híbrido y ella una híbrida. Si yo pude tener dos niños vampiros sin anestesia y por parto natural ese niño puede nacer. —Colocó sus manos sobre los hombros del híbrido mientras Marcel veía estupefacto. —Y lo que es más importante ahora, hablar con ella.

—Pero... —Estaba aterrado, una experiencia como la que vivió hacía mil años no se olvidaba... No realmente.

—¡Pero nada! —Gritó Skylar soltándolo y señalando hacia la puerta. —¡Que vayas!

Klaus rodó los ojos, pero caminó en dirección a la puerta mientras Marcel seguía con la boca abierta.

—¿Te permite hablarle así? —Preguntó Marcel. Conocía a Klaus Mikaelson y este a pesar de estar en el fondo debía ser el rey.

—Cuando se lo merece. —Sky se encogió de hombros. —¿Eso es bourbon? —Preguntó señalando la botella frente a Marcel y este asintió. —Genial, no he bebido desde el embarazo. —Tomó asiento y se sirvió un trago. Levantó la mirada y vio a su esposo. —Vamos, la última vez que bebimos juntos ni siquiera éramos novios.

—Marcel... —Comenzó Elijah, deseando usar a Marcel como excusa para que ni él ni Sky bebieran.

—No me molesta tu presencia, Elijah. —Dijo Marcel tomando de nuevo su vaso y señalando con este a Sky mientras Elijah se sentaba junto a ella. —Me agradas, Skylar.

—Por favor... —Sky se llevó el vaso a la boca y bebió, el familiar quemón llegó, pero ya no era tan intenso. —Llámame Sky.

Mientras Sky y Marcel entablaban una conversación amistosa, Klaus sujetó el brazo de Sol para obligarla a detenerse.

Ella se dio la vuelta y lo vio a los ojos, nerviosa. 

—Escucha... —Fue interrumpida por los labios de Klaus chocando con los suyos, de una forma delicada.

—Estoy aterrado. —Confesó Klaus, llevando su mano al vientre aun plano de Sol. Eso le traía recuerdos, recuerdos de aquel niño que hace mil años perdió la oportunidad de vivir. —Pero lo haremos juntos, como antes.

—Antes terminó todo mal. —Sol tenía miedo, miedo a perder otro hijo a manos de un tercero. Lidió con eso sola, no solo eso, lidió sola con haberse convertido en un bicho raro. —Tengo miedo...

—Pero lo haremos juntos. —Repitió acercándose a ella para abrazarla, ella correspondió soltando un suspiro de alivio. Klaus quería comenzar bien, quería amar a ese no nacido desde el principio, tal y como su hermano había querido a cada niño en la familia. —Esta vez no te dejaré sola. —Se sentía culpable de algo que no podía cambiar, se sentía mal a pesar de que Sol le suplicaba que lo dejara atrás. Él no lo hacía y tenía las cartas de ella a mano para siempre recordarse que no debe abandonarla. —¿Cómo lo supiste?

—Hope me dio la mano. —Contestó con la cabeza apoyada en el pecho del híbrido. —Y dijo que sentía al bebé. —Sol suspiró. —Planeaba decírtelo de otra forma, pero ella se emocionó mucho y corrió a decirle a Elijah y Sky, después a Rebekah.

—Interrumpió la hora loca. —Dijo en broma, aunque luego tendría que hablar con su hija para saber cuánto había visto de "la hora loca". —Si todo sale bien con este...

—¿Qué? —Sol se apartó y ladeó la cabeza con curiosidad.

—Podríamos... Pensar en tener otro. —Sol casi se va hacia atrás al oír aquello. En sus tiempos como mortales Klaus había confesado su sueño de tener una gran familia, demostrar que era un buen padre. Sol pensaba que ese sueño de una gran familia se había ido. —Solo si tú quieres... —Se corrigió de inmediato. Él soñó en su momento con un niño rubio en los brazos de Sol y una niña con el cabello oscuro en sus propios brazos, en ese momento el sueño había vuelto con mejoras: Una niña pelirroja de ojos azules sujetando con emoción a sus dos medios hermanos.

—Primero este, luego el otro. —Contestó Sol con una sonrisa. —Con paciencia, apenas estoy procesando esto de ser madre después de mil años... Aunque Hope lo tomó bastante bien.

—Sueña con una familia enorme... Igual que yo lo hice. —Ahora, ese sueño volvía a nacer. Se arrodilló y colocó su mano en el vientre de Sol antes de dejar un beso en este. —Nuestro hijo... —En algún momento habría llorado, pero ya no, aunque eso no implicaba que no estuviera feliz.

Solo podía pensar en el color de sus ojos, el de su cabello, la personalidad... Un bebé klausol estaba en camino y no podía ser más feliz. Estaba seguro de que el bebé que habían perdido a manos de Mikael hace mil años los veía desde el cielo y sonreía.

Klaus se levantó y besó a Sol una vez más, demostrándole su amor a ella y al bebé. Mil años fue mucho tiempo, pero valía cada jodido segundo solo por tenerla de vuelta... Con un bebé en el vientre.

Realmente los Mikaelson habían tenido un nuevo inicio.


The Ending {Elijah Mikaelson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora