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Riley se llevó a la boca su galleta y en lugar de chuparla comenzó a usarla para rascarse los dientes nacientes.

—¿No te parece extraño todo lo que ha pasado desde que llegamos a New Orleans? —Interrogó Jesse viendo a Ryan tratar de darse la vuelta.

—Hace más de un año tú y yo estábamos por casarnos. —Dijo Sky, entregándole un juguete a su sobrino para que se distrajera. —Y ahora...

—Me casé con Hannah, nació Riley, me divorcié y tú eres madre de dos niños. —Resumió viendo a Ethan y Raven, los cuales dormían juntos en medio de la cama. —Raven se parece a ti...

—Creo que se parece a Elijah. —Acercó su mano a la bebé y le quitó la gorrita color rosa, cosa que la despertó unos segundos, pero luego volvió a dormirse. —Es tan... Delicada.

—O solo heredó el vampirismo de su padre. —Jesse estiró su mano y le colocó una vez más la gorrita a la bebé. —¿Y si es eso?

—Elijah quiere darle sangre, la idea me da asco. —Sky no era tonta, sabía que Raven dormía en las noches solo porque Elijah colocaba unas gotas de sangre en su biberón. Pero le daba asco tener que darle sangre a su hija. —Ethan si es... —No podía decir "normal" porque no lo era, era tan especial como su hermana. —Calmado.

Raven había demostrado tener el oído demasiado refinado, mientras que Ethan lloró antes de que Gina atacara a Sky, al principio ella creyó que era coincidencia, hasta notó que se alteraba antes de que los rayos de la lluvia llegaran.

—Tú no eres normal y el padre mucho menos. —Jesse sonrió, mostrando aquella blanca sonrisa de modelo que hacía a cualquier chica en los clubes derretirse. —No puedo aconsejarte, Riley es el típico bebé lobo.

—Tienes lo que querías. —Fiestas, sexo casual, esa era la vida del Jesse de diecinueve años, hasta que conoció a una chica testaruda de dieciocho años. —Tu propia vida, tu hijo, Hayley.

—Soy feliz. —Declaró viendo al pequeño de cabello rojo. —Me gustaría que Hannah...

—Ella siempre fue retraída. —Explicó Sky, acariciando la mejilla de Riley, el cual sonrió. —Tímida, dulce. Por eso la protegía.

—Lo dejaste claro la noche en que nos conocimos. —Jesse sonrió y con su dedo pinchó la mejilla de Sky. —Sigue igual. Ella y Sol se llevan bien por eso.

—Hablando de Sol...

—Hayley me lo contó. —Interrumpió el lobo. —Otro bebé para los Mikaelson, ¿Elijah y Klaus tienen una competencia del macho alfa con más hijos?

—Lo mismo dije yo. —Dijo Sky con una risa en la voz.

—O, aun peor, tratan de crear un ejército de mini guerreros infantes. —Jesse usó un tono alarmado y Sky soltó una carcajada. —¿Qué tal va tu vampirismo?

—No he tratado de arrancarte la garganta, eso debe ser bueno. —Sky le quitó la galleta a Riley y este frunció el ceño a punto de llorar hasta que Sky la rompió y se la devolvió. —Creo que voy bastante bien, aunque solo han pasado dos días desde...

—Lo sé, Hayley me dejó inconsciente para que no corriera a ver qué pasaba. —Jesse rodó los ojos y vio a Ethan y Raven. —Todo resultó bien...

—Casi muero y di un cursi discurso de despedida. —Rodó los ojos al recordar todo lo que había dicho, fue demasiado deprimente. —Y, bueno, me di cuenta de que hay muchas cosas que no te dije.

—No deben ser tan importantes.

—Hay una que lo es... —Jesse colocó su dedo sobre los labios de Sky para hacerla callar. Debía decirle. —Jesse.

The Ending {Elijah Mikaelson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora