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—No tienes que hacer esto. —Repitió Sol mientras Logan sujetaba en sus manos un libro. —Logan, te conozco, eres bueno.

—¿Cuándo te vas a callar? —Logan se levantó de su silla y se acercó a Sol para colocarle de nuevo la mordaza, pero ella se le adelantó:

—Enciende tu humanidad. —Ordenó la castaña, usando el último recurso que le quedaba: compulsión.

—El té de mi hermana si funciona. —Logan tomó la mordaza ya húmeda y la colocó de nuevo en su lugar. —Cuando era humano me lo daba y lo odiaba, ahora lo odio más...

Recordó el sabor seco de la verbena cuando era humano y como los primeros días después de salir del orfanato Skylar le tomaba el rostro y lo hacía tragarlo. Ahora le quemaba la garganta, pero no más que la primera vez que bebió.

—¿Por qué te cuido? No puedes ir a ningún lado. —Señaló las cadenas que apretaban los pies y manos de Sol. Según las notas, solo otra persona la podía soltar. —Mi hermana me prometió diversión, ¿Qué tengo? Una llorona.

—Es porque aún no empiezo. —Skylar entró en la bodega y el llanto de Sol creció. Logan por curiosidad se dio la vuelta y vio a su melliza cubierta de sangre, pero con una sonrisa. —Buenas noticias. —Levantó su mano, mostrando una daga perfecta de color negro excepto por el mango. —Mi idea funciona, esta daga mata de forma instantánea.

—Pero no de forma muy limpia. —Logan asqueado desvío la mirada. La sangre se bebía, no se usaba de esa forma.

—Oh, Logui, en ocasiones me gusta experimentar. —Recordó como de una patada atravesó a un vampiro, ese había manchado no solo sus zapatos. —Aunque tengo malas noticias... —Se quitó la chaqueta y luego la blusa, que después usó para limpiarse el rostro. —Ya involucraron a Marcel en esto, por eso nos siguen, me topé con tantos vampiros al volver.

—¿Alguna idea para asustarlos? ¿Además de tener a la llorona encerrada? —Logan señaló a Sol, la cual tembló por su mirada fría. Logan era amable, quien jugaba con Hope a las muñecas, ese malvado que la llamaba "llorona" no era Logan.

—Prefiero mantener esto oculto. —Levantó la daga y la meneó suavemente. —¿Y si tu propones una idea?

—Quiero la daga. —Exigió Logan llevando su mirada a su hermana, la cual estaba semidesnuda.

—Lo último que necesito es que te cortes un dedo. —Sky buscó entre las cajas y encontró un vestido lleno de transparencias. Le valió gorro y se lo puso. —La daga se queda conmigo hasta nuevo aviso.

—¿Y yo que haré? —Preguntó Logan con molestia.

—Ayudarme a sujetarle la cabeza. —Sol se estremeció cuando vio a Sky acercarse sujetando una jeringa en la mano. —No te daré la daga, pero te daré un arma.

Logan obedeció y sujetó el rostro de Sol mientras la pobre batallaba. Sky bajó la mordaza y Sol trató de hablar con ella. 

—Sky, Elijah te ayudará con esto... —Suplicó meneando la cabeza.

—Elijah inició esto. —Dijo sin emoción Sky clavando la aguja en la encía de Sol, un líquido transparente llenó la jeringa y después la sacó. Sol cayó hacia atrás y Logan le colocó la mordaza, tenía fe de que Sky, la que les cantaba a sus hijos antes de dormir, la que preparaba galletas estuviera bajo esa... Fachada de Lady Silence. —Toma. —Sky le tendió a Logan la jeringa sin aguja.

—¿Qué hago con esto? —Preguntó Logan tomando la jeringa y la aguja a parte que le tendía su melliza.

—Si un vampiro te ataca vas a clavarle eso, unas gotas bastan. —Explicó Skylar buscando unos zapatos de tacón que le quedaran bien. —Por favor, no seas idiota y te la claves tú mismo.

The Ending {Elijah Mikaelson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora