capitulo 5: el niño de la guerra, como un animal

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Capítulo 5: El niño de la guerra, como un animal.

- Querida. - La señora Briefs acudió con una limonada. - No has desayunado nada, hija, toma. Así no te mejorarás de la garganta. -

- Gracias mamá. - Bulma cogió el vaso con una mueca, sin dejar de mirar con tristeza en la dirección en la que estaba entrenando el saiyajin contra los 5 bots a la vez.

- Tu amigo es muy guapo, ehh. - La peliazul se sonrojó. - Y muy fuerte, hay que ver como lucha contra esas máquinas. -

Bulma asintió. - Mamá, ¿os ha ocasionado alguna molestia durante el desayuno?. -

- ¿Molestía?. - La mujer rubia la miró algo confundida. - En absoluto, sólo que parece un poco tímido, no habla mucho ¿verdad?. - Luego sonrió brillantemente.

Bulma arqueó una ceja y evitó reirse. - "Tímido... ¿Tímido?. Claro, tan tímido como el Cancerbero (el perro del infierno)." - Suspiró. - Mamá, Vegeta es de otro planeta, él no es como nosotros, y tiene una formas... como decirlo... distintas. Ha tenido una vida ruda, lo mejor es que eviteis al máximo tener contacto con él y... -

- Hija. - La señora Briefs la interrumpió de repente con una mirada enigmática y seria. - Quisiera que me acompañases, quiero enseñarte algo. -

Ambas mujeres se alejaron del jardín y caminaron hasta el módulo en el que vivían sus padres. Era un modulito acogedor, con un patio trasero precioso, lleno de flores y de animalitos. Su madre tenía un alma noble y había construido en casa una especie de refugio para animales sin hogar.

Cuando llegó a la mitad del jardín, la señora llamó en alto. - KIMOOOOOOOO. - En apenas unos segundos apareció delante de ellas un perro con cruce de doberman del tamaño de un pony con cara de pocos amigos.

Bulma se escondió detrás de su madre cuando escuchó los gruñidos. "hablando del perro del infierno".

- Oh, Kimo, no te preocupes, es mi hija, es una joven muy linda, ya verás. Bulma, cariño, acaricia a Kimo, verás lo bueno que es. -

La peliazul miró a su madre sorprendida y aterrada, tenía una mano puesta en la cabeza del terrible perro y lo acariciaba como si nada a pesar de la pose de fiero que tenía. - Mamá, ¿estás segura de que es 'seguro' acariciar a ese animal?. Parece muy ... -

- Oh cariño, verás... En ocasiones, las apariencias engañan. - La mujer rubia la miró de nuevo con pose seria. - Hay veces que es mejor dejarse llevar por las sensaciones del alma, que por lo que parece. Te contaré algo. Mira, rescatamos a Kimo de la perrera, lo iban a sacrificar porque había sido un perro malo. Yo me interesé por él y me soplaron su triste historia. Según parece, perteneció a una familia que vivía en una casa rural, por desgracia, esa familia sufrió un accidente y el perro quedó sin hogar cuando sólo era un cachorrito. Fue enviado a la perrera y allí, un hombre lo adoptó. Lo que nadie imaginaba es que ese hombre se dedicaba a la crianza de perros de pelea. Le hizo pasar por técnicas de adiestramiento terribles para convertirlo en una bestia asesina. ¿Ves todas esas marcas que tiene por todo el cuerpo?. Delatan la vida dura que ha sufrido mi pobre Kimo. Pero un día atacó a su dueño, casi le mató en el intento y se escapó. Por eso estaba en la perrera y por eso iban a matarle. - Bulma miró a su madre sorprendida de la profundidad de su pensamiento. ¿Quién dijo que su madre no era inteligente?. Vegeta y ese perro habían tenido vidas similares.

- A que eres el perrito más bueno. - La señora Briefs comenzó a hacerle carantoñas al perro y él movió la cola cariñosamente.

- Es increible mamá, ¿y cómo es que ahora es tan manso?. - O.O

- Mira, hija, el amor obra milagros. - Bulma se sonrojó. - Al principio de venir aquí, parecía que no entendía que le dejasemos en libertad, era desconfiado, agresivo, incluso llegó a morderme la mano. Por suerte, llevaba puesto un guante especial creado por tu padre y no me caló. Pero poco a poco, le fui demostrando que podía confiar en nosotros. Me aseguré de darle su comida, y cada día fui acercándome un poco más a él, ganándome su confianza. Lo importante fue no demostrarle en ningún momento miedo, y además, actuar como si fuera el perro más bueno del mundo. Los animales actúan como les han enseñado, pero también en función de lo que se espera de ellos. ¿Comprendes?. - Los engranajes de Bulma encajaron por fin. Su madre era más brillante de lo que parecía. Mira como había captado la situación. De qué modo tan sutil y hermoso le había explicado aquello.

Seducción Fatal //VB//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora