Es la historia de ____ Almazán que está tratando de superar a toda costa, el gran amor que siente por Oscar su primo, en el camino tendrá que superar varios obstáculos pero no lo hará sola, tendrá la ayuda de su amigo Park JiMin, quien estará a su l...
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Llegamos a la casa, Oscar se sentó en el sillón demostrando lo cansado que estaba, yo estaba pensando en que debería decirle que lo mejor sería que no fuera al viaje.
-Vez, desde el primer día yo lo sabía, es más puedo apostar que el fue tu primera vez, ¿Sabes? A veces somos tan ciegos que no queremos darnos cuenta de que siempre ha estado a nuestro lado – la verdad me sentía cansada y no logre entender lo que quería decir.
-¡¿Qué?! – hice una cara chistosa y el solo soltó una carcajada, se acerco a abrazarme y me dio un beso en la coronilla de la cabeza y me dijo algo un poco melancólico y con un poco de burla.
Pov Oscar.
-Alguien te está esperando, ese maldito te está esperando y espero que se encuentren pronto, mientras tanto, me tendrás a mí y a Park - Espero que me olvides pronto, que ya no sufras y ya no me evites– Bueno debo irme, nos vemos mañana – Salí sin voltear a verla.
Te extraño ____, pero sé que es lo mejor, debes de superar ese amor, ya han pasado dos años desde que me case y uno y medio desde que JiMin me golpeo en la cara, pues se entero de que yo sabía lo que sentías por mí, lo mencione en voz alta, mientras te observaba a lo lejos, el lo escucho y no dudo en golpearme. Ojala hubieran seguido su noviazgo, yo juraba y perjuraba que eran el uno para el otro, tanto que el te acepto aun sabiendo que me amabas, siendo sincero... aun guardo una esperanza.
Pov ____.
Ok me acaba de aventar a los brazos de alguien más, que raro es, bueno después de un día largo, decidí ver un poco de tele, me quede dormida en el sillón, cuando desperté ya se veía oscuro así que tome un poco de café y un pan para seguir mi sueño en la cama, cuando iba a apagar la tele, una imagen invadió mis sentidos. Una chica siendo follada en cuatro por tremendo hombre, musculoso, de cabello rubio, totalmente apetecible, ¡MIERDA! Y yo sin un hombre, preferí apagarla y dirigirme a mi cama, giraba y giraba en mi cama, la verdad es que esa imagen me había puesto al cien, son las 2 es de madrugada y debo de salir a las 3 para llegar a las 4 al aeropuerto.
Me levanto y preparo mi maleta, si lo sé, eso debí hacer desde ayer, pero no me dio tiempo y esto me ayudara a enfriarme, prepare todo lo que ocuparía, ya que voy con la familia, decidí llevar una ropa mas coqueta, son las 2:30 debo de llamar a un taxi, pero antes debo ponerme esa prenda tan incómoda que trajo Oscar, me queda tan ajustada que se me ven unos voluminosos senos, junto con un short ajustado que llega a medio muslo, por lo cual me pongo un abrigo y unos converse en eso suena mi celular.
-Ya me levante, voy a pedir un taxi – iba a recogerme el cabello, pero la verdad es que no se puede así que solo acomode mis lindos caireles, ¿No se los dije? Me lo corte, me llega arriba del hombro y después de 4 años decidí dejarlo chino tipo cairel, ese es mi estilo natural, tan natural que me deje mi color castaño oscuro, con las puntas un poquitín más claras, así de chistoso ha sido, por eso decidí pintarlo, pero durante estos 4 años lo había traído largo, hasta media espalda, lacio pero de diferentes colores, nunca el mío, ya estaba cansada así que es por eso este cambio.
-Tonta estoy afuera, vamos que se hace tarde – colgó sin decir más.
Tome mis cosas y salí de la casa dejando todo en orden, ahí estaba esperándome, con una linda sonrisa, era Fernando, el hermano de Oscar, después de saludarnos y de sus comentarios burlones acerca de mi cambio, llegamos, solo faltaban dos de mis primos, lamentablemente no todos iran, por cuestión de trabajo, lastima, no seremos una familia numerosa (nótese el sarcasmo).
Gire para ver si ya venían, en eso sentí algo húmedo impactándose en mi ropa, al voltear, la pequeña Fernanda había resbalado y su leche de chocolate se había impactado contra mi abrigo, Carla la mamá de Fernanda corrió a levantarla y a pedir disculpas, me quite el abrigo y me senté a limpiar mis piernas, Carla tomo mi abrigo y junto con Fernanda caminaron hacia donde los demás iban para entrar a la sala de abordaje, me levante y camine hacia ellos, en ese momento a mi costado se abrieron unas puertas y muchas personas iban entrando de algún vuelo.
-¡Disculpe! ¡Señorita! – Me tomaron del brazo y giraron, esa voz... - ¡Wow! ¿Eres tú? – estaba totalmente sorprendido, al igual que yo.
-¡¿Pero cómo?! ¿Por qué no me lo dijiste? – Brinque hacia él y rodé sus caderas con mis piernas, lo abrase sin importar nada, el estaba aquí, regreso ¡REGRESO!
-Maldición no podre cumplirlo que dije – su voz tenia culpabilidad, pero sus ojos tenían un brillo que hacetiempo no veía, no hacíamos nada, más que vernos directo a los ojos.
