Tú, siempre tú... (Park Ji Min y tu)

Capítulo 036

Como pudo abrió la puerta, era demasiado gracioso, gracias a todo el juego preliminar, al entrar al estacionamiento, quedo ocupando dos lugares, apenas me dejo salir y ya estaba sobre mis labios y sus manos estaban en mi trasero estrujándolo a su antojo.

Me sentía demasiado caliente y el era lo que necesitaba, entramos al elevador y ahí en cuanto se cerraron las puertas me estampo contra la pared, las paredes y puerta eran espejos, podía tener una imagen muy buena de mi y de Park, comiéndonos, tocándonos por todos lados, era una sensación maravillosa.

-¿Ahora entiendes?

-¡¿Qué?!

-Te vez bellísima... eres tan sensual... disfruta estas paredes – Mordió mi hombro y me hizo ver estrellas, de inmediato di un brinco, enrolle mis piernas en su cintura mientras el simulaba embestidas – Pondré espejos en nuestro cuarto.

-No... a menos... de que... mandes a... hacer un cuarto... especial... - Mis manos estaban en su cabello, suave, sedoso como siempre.

-Lo que tú quieras... princesa... - Las puertas se abrieron, nos detuvimos, pero sin soltarnos... era una pareja de esposos.

-Buenos días señor Park – Saludo el hombre, que debía de tener como unos 45-47 años, su esposa lo codeo en forma de reproche, yo solo me baje de JiMin, escondí mi cara en el pecho de Park y mi cabello desacomodado.

-Déjalos en paz, al menos ellos aun disfrutan – Las puertas se abrieron en el 5° piso y la voz de la señora nuevamente se oyó – Nosotros no le diremos nada a su abuelo y al presidente, sigan disfrutando.

-Gracias, que tengan una linda tarde – Park beso mi cabeza – Es mi novia.

-¡No lo puedo creer, ¿Cómo les puedes decir eso?! – Se reía de mi, mientras sujetaba mi cintura – Déjame... - Le reprochaba tal cual niña.

-No... ¿Qué tiene? Dijo que no le dirán a nadie – Trataba de besarme, pero yo solo lo esquivaba – Anda mamacita – Su voz era ronca nuevamente – Enróllate, quiero seguir en lo que estábamos.

-No Park ¿Qué no te das cuenta? Tú y yo no somos nada – El muy maldito me sujeto de los muslos haciéndome enrollar mis piernas en su cintura – Park es enserio... no muerdas... mi hombro...

-Si claro, pero hace unos minutos estábamos planeando tener un cuarto secreto con espejos ¡En nuestra casa! – Buen punto y yo lo había alentado sin darme cuenta – Y el planear contigo, el hacer realidad todos esos planes... me encanta...

El sin importarle nada siguió simulando embestidas, besando, mordiendo y chupando mi cuello, esa sensación de tenerlo cerca haciéndome disfrutar, me llevaban a un mundo en donde solo éramos el y yo, llegando al piso 15 las puertas se abrieron, salimos directos a la puerta de Park.

-Ahora si... serás mía, solo mía... - Park comenzó a desabotonar mi blusa

-Estoy de acuerdo, pero creo que deberían esperar a que me vaya – ¡Maldición había alguien más!

-¿Qué haces aquí? ¿Ahora quién te mando? – Park lucia muy tranquilo, aun que rápidamente abotono mi blusa – Ok no importa quien fue, pero estoy ocupado y no tengo ganas de hablar con nadie, ni escuchar recados – Era un chico lindo, mas alto que JiMin... era muy parecido a JiMin.

-¡Hyung! - ¡Era un JiMin! El chico estaba haciendo un lindo puchero, no tan lindo como el de mi Park, pero de ese modo pude notar que eran demasiado parecidos.

JiMin me tomo de la mano y me dirigía hacia dentro del departamento, pro en un pequeño instante sentí como tomaban de mi otra mano.

-¡Noona! Dile que me escuche, dile que es importante – Al girar y verlo frente a mí y con ese puchero y lindos ojitos suplicando... Park soltó mi mano y fue directo a la cocina – Noona por favor, el no quiere escucharme.