Capítilo 027

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La gire hacia mí, comencé a besarla sin tregua, me había hecho perder la cabeza, muchas veces tuve este tipo de fantasías con ella, pero nunca las cumplí, pero hoy no se me escaparía. Tome sus muslos y los enrede en mi cintura, la lleve hasta la mesa del comedor y la senté sobre esta, sin más le saque la blusa que llevaba, vi sus hermosas y grandes tetas, enmarcadas en un lindo sostén turquesa, no pude evitar el hundir mi cara entre estas hermosuras, aspiraba su delicioso aroma.

-Pro...fe... fe...sor - Un delicioso gemido salió de su boquita - Alguien podría venir y...

-No preciosa, nadie vendrá... no sabes cuantas ganas te tengo - La baje por un momento de la mesa - Quítate el pantalón - Le ordene, mi voz estaba bastante ronca - Así preciosa, tal vez después de esto podamos hablar de sus calificaciones - Se puso nuevamente sus zapatillas, era excitante verla así, tacones y sensual lencería - ¡Dios! Pero que buena esta señorita - Giro ante mí y mi dolor bajo el pantalón era más fuerte.

-Profesor, usted aun tiene mucha ropa - Su mirada se dirigió a mi paquete.

Me desvestí ante su mirada lujuriosa, dejándome solamente el bóxer ajustado que traía, la tome de la cintura y nuevamente la subí a la mesa, comencé a besar sus lindos labios, fui bajando hasta su cuello y de ahí a su hombro, pero este solo lo roce con mis labios, lo que provoco un gemido de ____, una sonrisa traviesa se mostro en mi cara, pero por ahora dejaría esa área, me dirigí a unos de mis lugares favoritos, retire su sostén, y mi boca de inmediato tomo su pezón izquierdo, haciendo que ella arqueara su espalda pero al mismo tiempo con su mano me acercaba mas a ella, mi otra mano acariciaba y pellizcaba suavemente su teta derecha.

Me encantaba tenerla así, tan dispuesta, sintiendo cada reacción de su cuerpo ante mis caricias.

-¡Dios!... pero que rico me chupa las tetas - Me encantaba cuando hablábamos tan suciamente, éramos el uno para el otro - ¡Mmm!... así... siga así... no se detenga - Mi mano se encontraba sobre la diminuta tela de su tanga, mi dedo pulgar presionaba sobre su clítoris.

-¿Te gusta preciosa?... ¿Te gusta lo que te hago?

-Me fascina... mmm... vamos profesor... no para... más rápido - Se retorcía en mis brazos, moviendo sus caderas para hacer mas contacto con mi mano, sentía sus espasmos, estaba por llegar su orgasmo y yo quería saborearlo al igual que ella.

Saque mi mano de su entre pierna y deje sus ricas tetas.

-¡No por favor! - Suspiro pesado.

-Tranquila, solo quiero acomodarte mejor, flexione su pierna derecha poniéndola sobre la mesa, quería una mejor posición para los dos.

-Ahora sí, no te dejare, hasta que te corras en el mejor orgasmo de ti vida.

Dirigí mi boca a sus deliciosa vulva, se veía brillosa, húmeda y lo mejor de todo era provocado por mí, metí mi lengua entre sus pliegues, la metía y sacaba, me estaba follando a mi alumna con mi lengua, la pase a su sensible clítoris y dos de mis dedos entraron en ella con fuerzo y ritmo, la deseaba de siempre sin importar el lugar o la hora, así quera que fuera mi vida siempre a lado de ella.

Tú, siempre tú... (Park Ji Min y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora