Te dije que no soy enfermero Stilinski

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-¡Hey!- Stiles llamó su atención y Parrish respiró fuerte.

-Te dije que no soy enfermero Stilinski- le dijo por novena vez

-Pero tuviste que hacer la prueba al ingresar como Ayudante del Sheriff ¿o no?- le preguntó ceñudo -¿Hiciste la prueba verdad, Parrish?- le preguntó de nuevo y el otro se quedó callado observando la piel del castaño fijamente –Diablos, y la vida de mi padre está en tus manos...- murmuró y se calló al instante cuando el otro metió la aguja directamente a la vena de su brazo

-¡Lo hice!- exclamó mirándole, Stiles tenía los ojos apretados y los puños cerrados con las uñas clavándose en sus palmas

-¡Sí, y casi me sacas el brazo idiota!- le dijo adolorido. Parrish rodó los ojos y se inclinó de nuevo a observar la jeringa.

-Tú insististe, ahora cállate- le ordenó, Stiles quiso replicar pero mejor se quedó callado, era verdad.

Ese domingo, Stiles salió temprano de casa y fue en busca de Jordan para que le ayudar a hacer el análisis, le mostró la pajita de Derek que había guardado en una bolsa Zip y aunque Parrish le dijo que quizás no funcionara igual se dispuso a hacerlo.

Como era domingo, ningún laboratorio estaba abierto, nadie trabaja un domingo pero si lograban meter las muestras en el departamento de laboratorio de la Comisaría y colocarlas al frente mismo, éstas estarían hechas para el medio día, más o menos...si todo salía bien.

Entonces necesitaban su sangre y no había enfermera disponible, aunque estaba Melissa, madre de Scott pero ella haría muchas preguntas así que optaron por lo fácil: los conocimientos de Jordan, que no eran tan buenos después de todo.

Luego de cuatro pinchazos, Jordan por fin vio sangre dentro de la jeringa y sonrió victorioso.

-Menos mal...no hubiera aguantado un pinchazo más- dijo el castaño y el otro le miró significativamente.

Al acabar, Stiles se apretó el puntito rojo con un algodón y dobló el brazo para presionarlo, guardaron la muestra y salieron del cuarto de limpieza de la comisaría.

-Ahora...-

-Te vas a casa, tu padre tiene el turno noche y debe llegar un unos minutos- le dijo el agente y Stiles suspiró. Qué de divertido tenía eso.

-Parrish, esto es verdaderamente importante, necesito esos resultados para mañana- le dijo mirándole fijamente

-Aún no me has dicho de qué se trata- le dijo el otro confundido

-Te enterarás en unos minutos cuando mi padre llegué, no te preocupes- le dijo y sonrió –Sólo...avísame cualquier novedad- se alejó hacia la puerta -¡Y come algo, olvidaste almorzar hoy!- exclamó saliendo y el otro abrió la boca para contestar pero se dio cuenta que era verdad, no había almorzado e increíblemente Stiles lo había descubierto de nuevo.

El castaño llegó justo cuando su padre avanzaba en la patrullera rumbo a la comisaría, Stiles suspiró agradeciendo no haberse tenido que encontrar con él, bajó cansado y entró a su casa encontrando todas las luces apagadas. Tomó su teléfono y marcó el número de Derek que ya lo sabía de memoria a causa de todas las veces que había marcado durante el día pero no se atrevía a llamar, por idiota.

Cortó al instante y suspiró recargándose en la puerta de su cuarto. Se preguntó si quizás eso era algún tipo de prueba o algo por el estilo. Estaba molesto más que nada porque su padre ni siquiera había intentado aclarar las cosas...en realidad no estaba seguro de eso ya que no había hablado con él desde la última discusión en la cocina el día anterior. Estaba seguro que esos días tenía un aura oscura alrededor de todo su cuerpo.

El [otro ] hijo de mi padre. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora