Mirror

1.2K 32 3
                                    

Cada mañana me levanto y me miro al espejo para tan solo ver si mi cuerpo cambio tantito, para ver si solo era un sueño el ser tan imperfecta, pero  no es así, sigo siendo gorda y fea.

Suspiro y aprieto la piel de mi estómago que sostienen mis manos hasta que duela, hasta que la piel este roja.

-¡Te odio!- grito con fuerzas sin obtener respuesta. Lo cual es lógico, ya que todos sabemos que los espejos no hablan.

Mi mamá toca a mi puerta- ¿estás bien?- pregunta

Respiro y me calmo- Si- contesto

-¿A quien odias entonces?

Pienso alguna salida rápida- a mi celular, se le acabo la pila- miento.

-Bueno, como sea ¿puedes apurarte? Tu hermana se va a graduar y no quiero llegar tarde por tu culpa si no sales en menos de diez minutos nos vamos sin ti.

-Vale- digo

Mi mamá siempre siendo tan amable conmigo.

Escojo unos blue jeans y un suéter rosa pálido me los pongo rápidamente, cepillo mi largo cabello rubio y vuelvo a mirarme en el espejo. Veo a la chica que tengo en frente, limpio mis lágrimas, sonrió y mantengo la cabeza en alto.


Mis padres ya se encuentran arriba del coche tocando la bocina sin piedad, bajo de las escaleras como puedo mientras voy colocándome las sandalias- Voy- grito y salgo cerrando la puerta tras de mí.

 Quince minutos después llegamos al instituto de Charlotte, ella se ve realmente hermosa, su cabello rubio como el mío, ondulado y largo con su birrete sobre su cabeza y tu toga negra a la medida de su gran cuerpo ¿Por qué yo no soy perfecta como ella?

-¡Kristen!- grita mi mama sacándome de mi ensoñación

 La miro y le sonrió, sonrisa que no me es de vuelta- Claro- digo bajando del coche


Voy caminando a lado de mis padres sintiéndome la oveja negra de la familia, ellos sonríen y sus ojos brillan pero no es por mi claro está. Siento unos brazos cruzar por mi cuello y unas piernas enredándose en mi cintura junto con un beso frio en mi mejilla.

-Sé que me extrañaste- me dice al oído y yo no puedo evitar reír

-Hola Penny

-Te voy a salvar, en diez minutos te espero aquí, záfate como puedas- me besa la mejilla una vez más y baja de mí.

Sigo caminando con mis padres hacia el auditorio mi mamá me mira molesta y sé que ha visto a Penny.

-¿Otra vez ella?- pregunta enojada

-Solo vino a verme- digo, pero ella no me responde de vuelta como de costumbre.


Nos sentamos en la parte de en medio, miro mi reloj y espero el momento para inventar  algún pretexto y poder zafarme. El auditorio comienza a llenarse de padres de familia, me acerco al oído de mamá y le susurro- Voy a los sanitarios antes de que empiece, no tardo- ella me hace algún gesto con la mano y sé que tengo el permiso.

Salgo del auditorio y comienzo a buscar con la mirada a mi amiga, la cual es muy fácil de encontrar ya que la nube de humo que sale de su boca es muy notable, me mira y me sonríe de oreja a oreja, sacude su mano de lado a lado en forma de saludo yo solo le sonrió de vuelta

-Hey que hay- digo

-Nada, solo lo típico, vine a salvarte de tu familia perfecta- me dice- quieres- extiende la cajetilla de cigarros y yo no dudo en tomar uno.

Lo meto a mi boca y coloco el encendedor enfrente del cigarrillo, prendo, jalo y trago. Todo está en paz.

-¿Cómo van las cosas? –pregunta

Me encojo de hombro a modo de respuesta- Van, ya es algo.

Penny cruza su brazo por mi espalda y saca el humo directo a mi cara- Puedes venir a mi casa lo sabes.

-Gracias Penny- bajo la mirada al suelo y trato de que la tristeza no me inunde  

-Hoy habrá una fiesta por si quieres ir- me dice rápidamente, tratando de cambiar mi humor. 

-Lo pensare- miro hacia al auditorio y mis padres junto con mi hermana van saliendo, riendo, orgullosos, siendo felices.- Tengo que irme- me despido de ella y tiro la colilla lejos de mí.

-Piénsalo, te estaré esperando.

-Vale- respondo

Alcanzo a mis padres y abrazo a Charlotte- Felicidades- le digo sinceramente, ella me abraza con entusiasmo.

-Gracias chaparra- y continua hablando con mi papá


Subimos al coche y solo espero en llegar a casa y acostarme pero no es así, mis padres tienen planeada una comida para mi hermana en un restaurante y no me queda de otra más que soportarlo.


Llegamos, Charlotte toma mi mano y la aprieta sutilmente, se puede decir que ella y Penny son las únicas personas que me mantiene viva, ellas son las que pueden verme, las que me conocen, las que saben cuándo estoy bien y cuando me quiero aventar hacia el precipicio y ahora una de ellas simplemente se ira a la universidad. 

-¿Todo bien?- me pregunta      

-Claro- le sonrió y mi hermana me regresa una sonrisa más alegre

Veo la carta del menú, toda esta comida, toda esta grasa, toda esta porquería, las náuseas están al borde de mi garganta. Tomo un respiro y trato de tranquilizarme.

-¿Kristen que vas a pedir?- me pregunta mi padre

-Yo creo que nada, me duele un poco el estómago y...- y antes de que continúe mi madre me interrumpe

-...Y tú vas a destruir mis nervios señorita, así que pides algo y te lo comes- me grita en susurros

-De acuerdo, pediré un Sándwich de pollo con ensalada.

Charlotte y mis padres pidieron carne y el menú del chef, platican amenamente y yo solo escucho y juego con mis dedos de bajo de la mesa ¿Cómo es posible que te puedas sentir tan incómoda con tu propia familia?  ¿Cómo es eso posible?

La comida llego, mi estómago crujió al ver el plato frente a mi, tome el pan con mis manos y di el primer mordisco y el segundo, masticaba y tragaba, la ansiedad de comer ese sándwich se hizo fuerte quería comerlo todo de una pasada, al llegar a la mitad mi estómago rujió y el alimento ya no bajo más allá de mi garganta, el asco a la comida ya estaba próximo.

Me levante de la mesa- Discúlpenme- dije y camine hacia los sanitarios de una manera rápida, me metí a una cabina, la cerré y segundo acto mi dedo índice y medio ya estaban picando mi garganta, el alimento no logro estar ni un minuto dentro, salió de prisa sin determinación, las arcadas eran fuertes. Jale la cadena del WC y me recargue en la puerta tratando de tranquilizar mi cuerpo tembloroso, salí, eche un poco de agua fría en mi nuca me mire al espejo y mi decepción seguía estando ahí. Gorda, nunca te vas. 

Stupid BonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora