Desperté con un dolor en la cabeza que invadía cada espacio de mi cráneo, masajee mi frente aun con los ojos cerrados, me estabilice al ambiente tratando de recordar el porqué de la pesadez en mi cabeza mire a mi lado y una hoja blanca reposaba en mis sabanas la tome y claramente reconocí la caligrafía de Penny.
Buenos días criatura incomprendida
Discúlpame por irme así pero lo que menos quería era que tu señora madre llegara y me viera acostada a tu lado, sinceramente no podría soportar sus gritos a esas horas de la mañana. Regreso más tarde para verte, mientras prométeme que seguirás viva hasta que este contigo.
Con cariño Penny.
Termine de leer la carta y la doble, la puerta sonó. Escondí la nota bajo la sabana
-Es hora del desayuno Kristine- dijo mi madre desde el umbral de la puerta
-No tengo hambre- respondí sin mirarla
-No te estoy preguntando, te estoy diciendo que te quiero en la mesa ya
Suspire ¿realmente tenía las fuerzas para discutir con ella? No por supuesto que no las tenía- En un segundo bajo
-Ya te estas tardando – Dijo para después irse
Talle mis ojos, baje los pies de la cama y me levante sintiéndome un poco débil pero claro siempre me sentía débil y sin ganas, un mareo vino haciendo que volviera a tomar asiento sobre mi colchón tome un fuerte respiro y trate te calmar los acelerados latidos de mi corazón, volví a levantarme y camine hacia la báscula.
Tome un respiro profundo, subí primero el pie derecho y luego el izquierdo mi mirada estaba puesta en la pared amarilla frente a mí, apreté mis puños a mis costados antes de mirar el jodido número que marcaba- Cincuenta y tres kilos pesaba, mierda pura había subido tres malditos kilos- voltee la cabeza hacia mi derecha y el espejo estaba ahí haciéndome frente y burlándose de mí, apreté la cantidad de piel que sobraba en mis caderas y maldecí por tenerla pegada a mí.
Baje las escalera aún más desanimada, mi papá estaba al frente de la mesa metiendo un gran bocado a su boca, pensé ¿realmente yo podría meter un gran bocado así a mi boca? definitivamente no hubiera podido. Me senté frente a papá alejada de él y de mi madre que estaba sentada a su izquierda, mire mi plato el cual contenía un huevo, dos tiras de tocino y un pan tostado, el olor inundo mi respiración y comencé a segregar más saliva de la debida un nudo se formó justo en el centro de mi estómago y las arcadas comenzaban a propagarse, coloque una mano en mi boca ocultando mi asco respire profundamente y tome un pedazo de huevo para luego meterlo a mi boca, comencé a masticarlo unas treinta veces así la comida estaría mejor molida y a la hora de vomitarlo sería sumamente fácil.
Respirar profundamente, un bocado, masticar treinta veces, tragar, tomar un sorbo de mi té sin azúcar y repetir el procedimiento. Esa era la mejor forma de poder comer todo esto.
Una vez que termine mi desayuno tome mi plato junto mi taza y lo puse en el lavaplatos- Provecho- dije, esa era mi manera de retirarme de la mesa pero hoy no iba a ser como todo los días.
-Nosotros aun no terminamos, Krisstine- dijo mi madre- Así que te sientas y esperas hasta que todos nos levantemos de la mesa.
-¿Todos?- solté una carcajada
-No entiendo la gracia ¿me la explicas?- Mi madre me miro a los ojos, pude sentir su rabia
-Solo son ustedes dos, mamá además de cuando aquí me pides que me quede a terminar el desayuno con ustedes
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Stupid Bones
Teen Fiction¿Por qué soy así? ¿Por qué estoy sola? ¿Por qué soy la rara? ¿Por qué soy fea? ¿Por qué estoy gorda? ¿Por qué no paro de llorar? ¿Por qué nadie me toma en serio? ¿Por qué tengo marcas en mis muñecas? ¿Por qué SOY INVISIBLE? ¿Por qué ESTOY ROTA? Esa...