Prologo

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La playera con la que dormía estaba empapada en sudor, mi corazón estaba agitado, mi cabello mojado y enmarañado. Me quede paralizada, consternada por lo que acababa de soñar, me levante de mi cama y vi mi habitación, las cortinas cerradas, la báscula frente al espejo, cuchillas sobre mi tocador, vendas con sangre tiradas en el piso del baño.

Realmente me estaba haciendo daño, mire mi repisa donde había una foto de Penny y yo abrazadas y sonriendo, una vela prendida brillaba en frente, en realidad mi mejor amiga había muerto y ahora yo me estaba abandonando.

Corrí escaleras abajo pero mis padres ya no estaban en casa, oí el motor encenderse, así que salí de la casa y grite a todo pulmón.- ¡MAMÁ!- ella volteo y me miro, su cara palideció y corrió a mí estrujándome entre sus brazos.

-Mi amor- sollozo- ¿Qué pasa, mi amor?- me miro con los ojos cristalinos

-Necesito ayuda- le dije con un nudo en la garganta, le mostré mis muñecas y se soltó a llorar. Sentí los brazos de mis padres envolviéndome, sentí sus lágrimas y su dolor a flor de piel.

-No te vamos a dejar caer, bonita. Te ayudaremos.


El sol brillaba, es una mañana cálida y muy hermosa, el mar azota contra las rocas, furioso. Me abrazo a mí misma y respiro con tranquilidad.

Soy Kristine Nichols, tengo dieciocho años, me diagnosticaron depresión crónica, esquizofrenia, bulimia y bipolaridad  estuve internada por un año completo para sanar mis heridas físicas, mentales, espirituales y emocionales. He cruzado por un camino difícil, lleno de miedo, rabia, tristeza, dolor, soledad, confusión y muchas más cosas. Igual y estés pensando que soy una adolescente y que una puberta como yo no puede tener tantos problemas, pero déjame decirte que estas equivocado, porque yo me enfrente a cada uno de ellos, mirándolos a la cara a veces saliendo victoriosa y otras veces no. He estado muy lastimada y no me refiero físicamente sino mental, en ocasiones la vida siempre me pintaba gris y no me daban ganas de seguir luchando, los pensamientos, las razones y las ganas se me fueron agotando de fe y la única salida que veía era la muerte, pero por una razón sigo aquí, por una razón me pusieron en esta vida y justamente voy a encontrar esa razón y la voy a lograr. 

La vida es fácil si te lo planteas, solo lucha por ella con toda tu esperanza y nunca, NUNCA permitas que te digas que hacer o cómo hacerlo. Es tu vida vívela como crees que es necesario, nunca te des por vencido y cuando te sientas cansado tomo un respiro muy fuerte y continua haciéndolo porque al final del camino habrá algo que estará recompensando toda tu lucha.

Lucha por ti, lucha por tu esperanza, lucha por tus propósitos, luchas por tus cometidos, LUCHA POR LA VIDA. Nadie es tan afortunado de tener una, así que no lo pienses más y sal, demuéstrale al mundo quien eres, demuéstrales que eres una persona con sentimientos, con razones, que eres una persona con alma.

-Kristine- La voz de una de las enfermeras sonó a mi espalda

-¿Si?

-Tus padres están esperando por ti- dijo con una sonrisa en la cara

-Gracias- conteste

Me sonrió, su sonrisa ilumino toda su cara- Suerte, la vida te espera.


Camine con maletas en mano y vi al fondo a mis padres y a Charlotte tomándose de la mano, sonriéndome a mí, saludándome, sintiendo orgullo por mí.

-¿Cómo te sientes?- preguntaron los tres al unísono

Sonreí y dije- Con ganas de conquistar la vida.

<<-Así se hace, mi pequeña criatura incomprendida>>

FIN PARTE I


Stupid BonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora