Ya habían pasado dos semanas desde que Salí del hospital. Estaba acostada en mi cama con el brazo sobre mis ojos y escuchando un preludio, me sentía bien, estaba tranquila, me sentía en paz y esto era algo nuevo, ya que había olvidado la sensación de sentirme en paz sin que estuviera infecta de cocaína o algún acido.
La bocina del coche sonó, me levante de la cama, tome mi mochila morada de viaje y Salí corriendo de mi habitación; pude notar a mi madre con su novio en el sillón besándose para después gritarme que a dónde diablos iba, pero yo no conteste, solo me fui.
Subí al coche, bese a mi novio en la boca y voltee al asiento de atrás para ver a Kristine sonriéndome de oreja a oreja- ¿Lista?- pregunto entusiasmada
-Nunca había estado tan lista, vámonos- grite, mi novio puso música y yo solo me deje llevar, con el viento y el sol en mi cara. Todo era perfecto, unas de las personas más importantes estaban aquí conmigo y yo lo podía sentir a flor de piel, era una sensación fabulosa, no se comparaba nada con estar puesta con ácidos, nada se comparaba con esta felicidad, yo brilla, ellos brillaban, brillábamos por nosotros, por nosotros mismos.
Sol, calor, nubes, aves en el cielo, coches, personas, sandalias, shorts, blusas, cabello volando con el aire, sudor bajando por la espina dorsal, risas, diversión, cerveza, aventura; todo esto era lo que adornaba mí fin de semana.
-Es mi turno- dije. Me pare muy cerca de la carretera, tome mi mochila y la puse sobre los hombros, comencé a sonreír y brincotear con las manos arriba- Hey, hey- grite con risas asomándose en mi cara- Pare, por favor, pare.
Una camioneta negra de una sola plaza paro, el viejito que conducía asomo su cabeza blanca por el ventanal del copiloto- ¿Cuál es su destino?- pregunto mirándonos a los tres
-Vamos a la playa más cerca ¿puede llevarnos?- pregunte
-Suban- grito
-Vamos chicos- le grite a Kristine y a mi novio, corrieron a la camioneta gritando "gracias" y subiendo a la parte trasera del vehículo.
-Quién diría que ir de mochilazo sería tan difícil- dije
-Pero tan divertido- dijo Kristine- Me la estoy pasando tan bien
Le sonreí y acaricie su cabello, éramos una amistad rara, las dos teníamos problemas familiares. Yo una familia separada y un hermano en la armada, ella una familia junta que solo le prestaban atención a la hermana mayor y Kris apenas si pintaba. La cuestión aquí es que Kris era mucho más fuerte que yo, aunque tuviera problemas de personalidad y nunca viera lo hermosa que es por fuera y por dentro. Eso no importaba yo siempre la haría ver la persona tan fenomenal que era.
-Bien, muchachos esta es la playa más cercana
-¿Muchas gracias señor, le debemos algo?- pregunto mi novio
-Nada. Diviértanse- dijo el señor y se fue.
Los tres nos miramos, nos quitamos los zapatos y corrimos a la playa.
La arena crujiendo bajo nuestros pies metiéndose entre nuestros dedos y quemándonos las plantas de los pies, aventamos las mochilas y nos quitamos la ropa para quedarnos en bañadores, tome de las manos a Kristine y a Fred, corrí con ellos directos al mar, el agua fría toco nuestra piel acalorada mojándonos hasta la cintura, luego hasta el pecho y luego simplemente estábamos siendo sostenidos por el mar propio.
Las gaviotas junto con las risas de mis personas favoritas y el sonido del agua rompiendo en la arena se volvió en mi sonido favorito, justo ahora podría morir en paz, justo ahora me doy cuenta de que conozco la vida y la muerte en un solo momento, en una sola escena y justo en este momento no me da miedo morir, pero tampoco me da miedo vivir. Me levanto de la arena y corro con ellos tratando de agarrar las gaviotas que vuelan alto, rio con el corazón, Fred me abraza y me alza por los aires, me besa fuerte y largo- Te amo- le susurro y sigo corriendo. Kris me toma una foto y yo le saco la lengua, ella toma mi mano y me jala hacia ella, pasa su brazo por mi hombro y sonreímos al lente, guardando este momento único para toda la vida.
Voy viajando en el taxi directo a mi casa, pero no hay preocupación ni tristeza alguna, tuve un fin de semana hermoso y esto no podrá arruinarlo nadie, quiero seguir adelante por mis personas favoritas, prometo que visitare a mi padre y le dejare flores de colores y hablare con el cuándo me sienta triste y feliz, sé que él me estará escuchando desde el cielo, le mandare cartas a mi hermano para que las reciba y las lea antes de ir a luchar con sus armas de verdad y prometo cambiar y aceptar a mi madre, prometo dejar las drogas, prometo ser otra. El aire da en mi cara y enreda mi cabello. Sonrió. Me siento bien.
Le pago al señor, bajo del taxi con mochila en mano, veo a mama llorando en brazos de su novio, veo militares parados frente a ellos, con una carta en manos y unas cuantas cosas más. Me acerco despacio, miro más de cerca la escena, miro la mano de un militar y veo la cadena de mi hermano, la cadena que yo le di para que me sintiera más cerca de él, todo cambia en segundo, el paisaje de gaviotas volando hacia el sol cambia a lluvia fría cayendo en un día nublado, mojándome, ahogándome. Mi mama trata de abrazarme, pero yo me retiro y corro a mi habitación. Caigo en el piso y lloro, y lloro, y lloro, y lloro hasta perderme en el llanto.
Mi mama toca unas cuantas veces en mi puerta pero yo no abro, solo me quedo inmóvil en el piso, no quiero moverme porque el dolor es cada vez más fuerte, todo pincha en mi corazón ,todo rebota en mi mente, pensamientos botan en mi mente, muerte bota en mi mente y en mi corazón, mi respiración se acelera, la sangre fluye más rápido, mi corazón martilla escalofriantemente, todo empeora, cada segundo es peor que el anterior, cada segundo que pasa me voy convenciendo de que ya no puedo seguir, de que ya no puedo vivir en este mundo, de que ya no veré el mundo con el color que mi hermano lo pinto, de que la maldita vida te da algo y te lo quita al otro momento, de que la vida es una mierda, de que la vida no sirve para nada, de que yo no sirvo para la vida.
Somníferos y licor es lo que necesito.
30 pastillas en total, dos primero y un trago profundo de vodka, trago. Cinco pastillas, un trago profundo de vodka y trago. Cinco pastillas más, un trago profundo de vodka, arcadas vienen a mí pero las paro, vuelvo a tragar. Tomos más pastillas en mi mano, las meto a mi boca y tomo más vodka, arcadas más intensas vienen a mí, los ojos me pesan, y todo da vueltas, pongo la mano sobre mi boca y trago. Mas pastillas en mi boca, mas licor viajando, combinado con somníferos pasando por mi tráquea, caigo de rodillas en el piso, me recargo sobre la mesita de noche, el corazón va explotar, la visión mas nublada, la respiración escasa, trago. Solo cuatro pastillas más, un trago más profundo, un dolor en cabeza me invade, dolor en el corazón me invade, mi respiración se agota, tomo un trago profundo de vodka, caigo en el piso con botella en mano, el licor me moja la piel, miro al techo.
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Stupid Bones
Teen Fiction¿Por qué soy así? ¿Por qué estoy sola? ¿Por qué soy la rara? ¿Por qué soy fea? ¿Por qué estoy gorda? ¿Por qué no paro de llorar? ¿Por qué nadie me toma en serio? ¿Por qué tengo marcas en mis muñecas? ¿Por qué SOY INVISIBLE? ¿Por qué ESTOY ROTA? Esa...