¿Solamente una amistad?

Capítulo 10: Olvidarme que existió tu amor

Camino en las estaciones de una calle desconocida, sintiendome lo más vacío, no cuento con mis amigos ni mucho menos con una familia.
Se que las veces que me dijiste "te amo" fueron crudas mentiras.
Ahora me arrepiento indudablemente de este amor y de la amistad que alguna vez tuvimos.
Me hubiese gustado cambiar tantas cosas, como el día que nos entregamos uno al otro.
Si quieres estar con ella, me alegraré por ti, por hipocrita que suene, al menos no tendrás que esconderte detrás de bambalinas.
Seguramente estaras feliz, como si nada hubiese pasado, mientras que dejaste una gran cicatriz en lo más profundo de mi corazón

—¡Detente! —gritaba un policía a lo lejos que al parecer fue complentamente ignorado —
¡Es una zona muy peligrosa!
—añadió.El chico paso  completamente de largo envuelto en sus pensamientos y la señora protestó. ¡Agh! niño tonto. ¡Espera! —reiteró la mujer enojada, tomando del hombro al joven quien volteo a mirarla.

—¿Donde estamos?—preguntó el joven perdido.

—En la zona más peligrosa de New York. Gracias por escucharme —añadió con sarcasmo

—¿New... York? —
repitió el chico atónito

-Si...Si... New York... —contestó la mujer tratando de divisar su rostro,ya que en la oscuridad no se podía ver, su rostro le era bastante familiar.

—¿Mamá? —el chico abrió los ojos muy grandes y la mujer se dio cuenta de que no se equivocaba. Ese niño había crecido lo suficiente que ya ni lo reconocia. Sin embargo se dio cuenta que algo andaba mal, su semblante era pésimo estaba pálido y los ojos completamente hinchados. Se acercó a él dandole un cálido abrazo, dejandolo llorar todo lo que deseaba. Tranquilo mi niño, ya me contarás todo.

Japón

El invierno había llegado y en un solitario bar, se podía ver aquel capitán de personalidad valiente quien ahora se encontraba lo suficiente devastado como para lamentarse y sentirse culpable de acto tan malvado.
   Tomaba trago tras trago y besaba aquella chica que alguna vez la quiso a su lado para poder llenar ese inmenso vacío que sentia...  Fue cuando pensó: ¿estoy engañando a otro corazón?. Dandose cuenta que sus amores eran por puro placer.