✤; Capítulo 12.

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― ¿No crees que estamos algo viejos para hacer esto? ―preguntó SeokJin.

―Nunca es tarde para hacer el amor ―respondió NamJoon.


Jin rio y NamJoon se avergonzó un poco. Hacía mucho tiempo que no tenían intimidad. Con YoonGi en su nido de amor, JungKook en una visita cultural y TaeHyung en la casa de Jung HoSeok ya que era su niñero, ellos podrían tener un poco de paz en su hogar.

NamJoon comenzó por besar a Jin. Sentir aquellos labios era como estar en el paraíso, realmente extrañó besarlo de esa manera. Con pasión. Luego bajó hacia su torso y comenzó a acariciar sus caderas; Jin sonrió. Adoraba su piel, su esposo siempre estaba cuidando de sí mismo cada milésima de segundo. Puede que a veces se comporte como un vanidoso, pero él mismo le admitió que era para verse hermoso para su marido. Su honestidad le encantaba.



― ¿Hace cuánto tiempo que no hacíamos esto? ―preguntó el moreno.

―Hace más de cinco años. Desde hace cuatro meses antes de nuestra asquerosa pelea.

―Ese día llegué borracho a casa, ¿verdad? ―Mordió su cuello.

―No tienes idea de lo ebrio que estabas, parecías un completo zombi. YoonGi fue testigo de eso y de cómo te devoraste los eomuks.

―No es mi culpa que Irene cocine delicioso... yo soy un asco en la cocina. ―Jin le acarició el rostro.

―Lo sé, amor. Por eso tendré que prohibirte el ingreso a la cocina, no quiero morir ―rio.

―No arruines el momento, Jin. Realmente quiero hacer el amor contigo.

―Perdón ―soltó una pequeña carcajada―. Continúa.



NamJoon solo le sonrió y volvió a besarle. Frotando su erección contra la de su esposo para lograr excitarse más y así... perder el control un poco. Quería hacerle disfrutar a Jin, ya que el menor tenía razón. Son mayores de edad y hasta para él es un poco raro. Sin embargo, eso no era lo que importaba ahora.

Le quitó su camiseta de ARMY, seguido de sus pantalones, luego sacó todas las pulseras y collares que tenía a excepción de su anillo de bodas. Eso era esencial. Después él mismo se desvistió... obviamente andaban completamente desnudos. ¿Quién carajos hacía el amor con las medias puestas? Dios, la humanidad es bien extraña.

Inició por masturbar al menor. Amaba escuchar los gemidos que soltaba cada vez que lo penetraba con rapidez. Hace tiempo que no lo hacían que por eso estaría bien recordar ciertas cosas, como el rostro lujurioso de Jin por ejemplo. El menor llegó al orgasmo luego de unos minutos, la falta de atención a su pene durante esos cinco años le hacía desear cada vez más. Tal vez lleguen a tres rondas si es que nadie los interrumpía. Era temprano así que eso no era posible.



―No seas imbécil, tardas mucho, NamJoon ―se quejó Jin. Su cuerpo estaba ardiendo y quería liberar todo el estrés de ese tiempo con una gran follada.

―Ugh, haz silencio. ―Un grito de dolor provino por parte de Jin cuando sintió que el pene de NamJoon ingresaba por su ano. Si seguía con tal lentitud Jin iba a enloquecer; ese era el objetivo del moreno.



Comenzaron las estocadas suaves y Jin soltó un pequeño gruñido al no estar de acuerdo con esos movimientos. Después de tanto tiempo que no hacían el amor, ¿y él andaba a velocidad tortuga? Quería ahorcarlo. Sin embargo, sus pensamientos fueron callados por su propio gemido ahogado al sentir que NamJoon llegó a chocar contra su próstata. Ahí estaba lo que pedía con tanta ansiedad: las embestidas fuertes.

NamJin ― Did you miss me?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora