Jin se encontraba tirándole la quinta estruendosa bofetada a su esposo. Con lágrimas en los ojos y una botella de vino rota en su mano izquierda. Gritándole groserías y supuestas verdades sacadas a la luz. Todo de un mismo golpe emocional.
Iba a sacarle los ojos en cualquier momento, estaba seguro. Pero tampoco quería matarlo... su único objetivo era lastimarlo. Pero para la sorpresa de ambos, NamJoon se quedaba callado a todo. ¿La razón? Ni él mismo la sabía.
Jin se dignó a destruir todo lo que había en la mesa. Rasgar las telas y patear las sillas, mandar al diablo los floreros y darle la vuelta a la mesa. Incluso parte de la ensalada le cayó al rostro del mayor. Quizá así se logre dar cuenta de lo cabreado que estaba... y dolido, obvio. Cabreado y dolido. ¡Estaba de todo!
NamJoon comenzó a tratar de parar lo que su esposo estaba haciendo. Recién.
―Sé que estás enojado por lo de la fotografía, pero debes entender de nada de lo que dices es cierto ―intentaba arreglar las cosas el mayor.
―Cómo no. ¿Y todos tus "te amo" también eran falsos? ¿Crees que mis sentimientos son un juego, verdad? ¡Pues te equivocas! ¡Así como yo me equivoqué al casarme contigo! ―aquello le dolió a NamJoon. Puede que antes hayan tenido peleas fuertes, pero nunca se dijeron algo así.
―Nunca tomé tus sentimientos a juego, mucho menos mi matrimonio, Jin. Es mentira lo de la infidelidad, ¡tú más que nadie sabe que SooYeon es mi mejor amiga!
― ¡Mentira! ¡Cállate! ¿Sabes qué? No quiero estar aquí, ya no. ¡ME LARGO DE AQUÍ! ¡TE ODIO, KIM NAMJOON! ¡VETE A LA MISMÍSIMA MIERDA! ―el mencionado abrazó a su esposo para tratar de calmarlo pero todo esfuerzo era en vano. Logró zafarse y una sexta bofetada se hizo presente. A NamJoon le dolía horrible la mejilla.
SeokJin se dirigió hacia la habitación que compartía con su esposo y comenzó a desordenar el armario. Quería sacar todo lo que le pertenecía y largarse de ese lugar de una buena vez por todas. Cada segundo que continuaba en la misma casa con NamJoon le enfermaba de sobremanera.
El jefe de casa comenzó a jalonear todo lo que su marido sacaba del armario y los cajones. Comenzaron a pelear por milésima vez y varias bofetadas aparecieron nuevamente. Por respeto, el mayor no le pegaba a su esposo, ya que no quería lastimarle y así hacerle creer que todo lo que le decía era cierto. Obvio eran mentiras, pero el otro era tan terco que no quería escucharle. ¿O sea que con tan solo ver esa foto le hizo enloquecer a él? Ya se imaginaba los comentarios.
― ¡Mamá! ¡¿Qué demonios estás haciendo?! ―gritó YoonGi. JungKook, con TaeHyung en brazos, se encontraban detrás de éste mismo―. ¡Te dije que te calmaras y mira todo lo que has hecho! ¡TÚ SIEMPRE NOS RECLAMABAS POR EL DESORDEN!
― ¡Al diablo eso! ¡Ya no me importa lo que hagan en esta casa, yo dejo de vivir aquí! ―tenía el ceño fruncido.
―Jin, por favor basta. ¿Por qué ocasionas esto? Sabes que yo te amo. ―NamJoon le quitó la maleta a su esposo.
―Vete a la mierda he dicho, NamJoon. ―TaeHyung comenzó a llorar.
―Ahora no, Tae... ―susurró JungKook intentando calmarlo―. Silencio, por favor. ¿No ves que hay drama?
―Mamá, basta. Mamá... ¡Mamá! ¡¿MAMÁ, QUÉ MIERDA HACES?! ¡NO TE VAYAS, CARAJO! ―YoonGi comenzó a lucir plenamente desesperado.
― ¡JIN! ―NamJoon quiso ir detrás del mencionado, pero la maleta tirada sobre el suelo le impidió el paso ocasionando que caiga estrepitosamente al suelo.
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NamJin ― Did you miss me?
RomanceNamJoon y SeokJin han estado casados por nueve años; su vida marital siempre ha tenido altas y bajas, pero tienen una solución. A lo largo del tiempo han logrado formar una familia con tres traviesos y lindos niños. Al llegarse el aniversario número...