Gato entrometido

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Catboy

Miraba como la chica de cabello castaño dormía.Revisé la herida de ella lo cual está mejor que la última vez que lo vi. En mi mente me recordó aquella niña que hacía lo imposible por llamar la atención de su madre...pero en vez de atención solo recibía regaños.

   Al mirar el rostro de ella me percaté de que despertó muy rápido. Esta se incorporó mientras yo me recargué contra la pared.

  —¿Te cansaste de tomar prestado?—preguntó ella mientras se estiraba un poco.

  —No es lo mismo enfrentarse con Nightwing que contigo.—dije mientras me rascaba el cuello.

—...—esta solo se quedó callada y abrasó sus piernas.

  —Solías coquetearme—dije.Solo quería saber qué ocurrió en realidad.

  —Mi madre me obligaba.

   —Luego de eso comenzaste a actuar como niña grande.—crucé mis brazos mientras me lanzaba a la cama.

   —Talia decía que me estaba convirtiendo en mujer.—explicó ella— Así que le demostré que podía ser como ella pero...sentía que ya eso lo tenía en mi sangre.Solo lo hacía porqué...simplemente lo hacía.

  —Sabes...muchas niñas que fueron violadas en un tiempo se dejan tocar por cualquier hombre o chico de su edad. Pero no lo hacen porqué quieren...—dije.

  —Que me dices de Patricia.

   —Ella es otra historia.—Dije honesto a decir verdad Patricia es zorra de nacimiento.

   Natalia


  Luego de la plática este estaba sentado en la ventana abierta.Con dificultad me levanté para echarlo de mi habitación.

  —Ya puedes largarte,gato.–dije.

  —¿Y si no me quiero ir?—dijo en tono burlón.

  Sabía que no estaba en condiciones para enfrentarme contra el gato tonto. Solo me acerqué a él para poner mi mano en su pecho.

  —Me recuerda cuando me besaste la mejilla.—rió burlón.—No te atrevías a besar mis suculentos labios.

  –¿Entonces no está mal que te bese no?— pregunté con una voz inocente.

Lentamente me acerqué apuntó de tocar sus labios pero lo que en realidad hice fue empujarlo. Este calló de la torre Titan. Esperé aproximadamente un minuto y cuando saqué la cebra de la ventana pude ver el gato tonto en el suelo quejándose de dolor. Le dolerá por un año pues claro lo empujé de un décimo piso o más.

  Cerré la ventana,salí de la habitación y caminé con cuidado hasta el comedor. Estaban casi todos los titanes en la mesa charlando, al verme Starfire voló hacia mí con su cara de preocupación.

  —Natalia, se supone que estés descansando.—ella tomó mi brazo por si me caía.

  —Estoy bien.–aclaré.

Ella me llevó hasta la silla y me ayudó a sentarme. Raven me había traído la comida así que decidí en comer algo.

   —Revisé tu herida hace una hora y por lo que veo te vas a curar muy rápido.— informó Starfire.

  —Ventajas de tener un demonio.—murmuré a mí misma.

  Luego de la comida Garfield me cargó de vuelta a mi habitación.

  —No quiero ir a mi habitación.—me quejé.

  —Necesitas descansar,Natalia.— informó.

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