Capítulo 15

58 19 20
                                    

La noche pasada solo la puedo describir con una palabra, mágica.
No puedo dejar de pensar en el bonito momento que pasé con David, lástima que se tuvo que ir tan temprano. He soñado con él, una vez me dijeron que cuando sueñas con una persona es porque estuvo pensando en ti. Sinceramente me muero de la curiosidad por saber si al menos me dedicó un ratito antes de irse a dormir.

Me levanté de la cama con cuidado, para no despertar a Jane, como en los viejos tiempos... Y pensar que hace tanto que nos conocemos, y seguimos tan unidas, a esto si que se le puede llamar verdadera amistad.
Mientras me recogía el pelo se escuchó el timbre de casa, me puse mi bata y decidí abrir la puerta, total todos estaban durmiendo.

Cuando abrí no había nadie, solo un pequeño paquete, vaya, me siento importante y todo, me pareció ver a alguien asomado a la vuelta de la esquina. Pero cuando volví a mirar no había nadie. No me gustaba nada la situación, volví a mirar el paquete, conocía esa letra. Creo que tengo algunas sospechas...

Entré en casa, cerrando la puerta con el pie cuando me encuentro a Jane bajando las escaleras con cara de recién levantada.

— Que raro que no te hayas pillado los dedos en la puerta, siendo tú, que le tienes manía a todos los muebles... — la bonita manera de dar los buenos días de Jane — ¿Quién era?

— Si te digo la verdad no lo sé.- dije mientras miraba el paquete con el ceño fruncido. No quería aún decirle nada. Fuimos a la cocina y lo dejé sobre la mesa.

— ¿Puedes abrirlo ya? Con la mirada no se va a abrir, me estás poniendo nerviosa Alice.

— Había olvidado que te levantabas de mal humor todas las mañanas.

— Mira quien habla. — las dos empezamos a reírnos, mientras intentaba abrir el misterioso paquete.

No es lo que pensáis, de hecho yo tampoco me lo esperaba, no había algún objeto dentro, solo trozos de papel, pero no estaban en blanco... Parecían cartas, algunos pedazos se podían leer, pero eran palabras sin sentido. Removí los papeles por si había alguna cosa debajo de todo aquel montón, y definitivamente sí. Una carta, en un sobre. No sé por qué se apoderó de mí un miedo extraño, estaba realmente nerviosa, me sentía como si estuviese en una película. Miré a Jane y estaba mirándome sería, y con los ojos entrecerrados.

— ¿Quieres hacer el favor de abrir ya la cartita?

— Ya voy, ya voy, serás impaciente.

Con los dedos temblorosos empecé a sacar la carta del envoltorio. Estaba escrita a ordenador. Ya puedo dar por perdidas mis sospechas.

— ¿Qué pone?

— En algún lugar, de alguna parte, hay un don nadie, que no por serlo merece menos importancia que los demás.
Sé que te extrañará esta carta, y más por no saber quién es el emisor. No te lo diré tampoco, quizá algún día lo descubras por ti misma, por eso recibes esta carta, porque quiero que lo descubras, para que veas que no soy la persona que piensas, no te haré daño, si es lo que piensas, o al menos no de momento, simplemente quiero borrar aquella imagen errónea que te hiciste de mí.

PD: Pero creeme querida, no he vuelto para irme, he vuelto para quedarme.

— ¿¡Pero tú qué tipo de personas conoces!? Te digo yo que la posdata no te lo ha dicho en el buen sentido.

— Yo... Pienso lo mismo, tengo miedo Jane.

— Se habrán equivocado de paquete, no digas estupideces.

— Jane — la llamé con tono autoritario, cosa que la calló inmediatamente — cuando abrí la puerta un tipo estaba a la vuelta de la esquina mirando, pero cuando volví a mirar no había nadie.

— Claro, seguro que cuando vio que no eras tú, la persona a quien se lo quería dar, habrá pensado: "La he liado, más me vale correr antes de que estas llamen a la policía" y no me digas que no es verdad porque sé que lo estás pensando.

— Qué tonta eres, dudo mucho que sea ese el caso. No le digas nada a James de momento, no quiero que se altere, sabes que es un hermano muy protector y no quiero preocuparle.

— No me digas que seguirás con esto hasta el final.

— Vale, no te lo digo entonces.

— ¿Alice? ¿Estás loca? No sabes nada sobre este paquete ni sobre quién te lo ha enviado, no eres consciente de la situación.

— Y ¿Qué hago? ¿Cómo pretendes que olvide todo esto? Es imposible.

— Buenas... — James entró en la cocina frotándose los ojos — ¿El qué es imposible de olvidar?

— Nada — dijimos las dos a la vez.

— Ya... Y yo tengo 3 años para que me engañéis como vosotras queráis. ¿Qué es esa caja?

— Nada — volvimos a contestar, esta vez yo solté una risita nerviosa.

— Cortar el rollo chicas, no salís de aquí hasta que me lo contéis.

— ¿Y que te hace pensar que ocultamos algo? — preguntó Jane, mirándolo desafiante.

— La risita de Alice.

— Oh genial... Gracias lista.

— ¿Entonces?

— Bueno, hoy por la mañana sonó el timbre y cuando abrí la puerta... — los niños Thompson se habían levantado, entraron todos de golpe, cada uno saludando como nos enseñaron de pequeños. — Luego hablamos James.

— Mas te vale que no se te olvide. Y Jane, luego quiero hablar contigo. —no pude evitar sonreír y mirar de reojo a Jane, que estaba tan roja como un tomate — Hablar a solas. — dijo mientras me miraba, luego se levantó de la silla y se acercó más a ella, apoyándose en la encimera de delante de Jane.

— Vale, pero... Em... Alice... Yo ...

— Tiene que hablar conmigo, luego nos vemos James — cuando salimos de la cocina, y Jane subía las escaleras, volví a la cocina corriendo.

— Más te vale que pares.

— ¿Qué he hecho?

— Tú sabes de que hablo James.

— Pues tú para con David. Es mi amigo.

— Y Jane mi amiga.

— No me provoques Alice...

— ¿Quieres una guerra querido hermano?

— Prepárate enana. Más te vale correr.

— Ya veremos quién acaba corriendo, que te crees tú muy mayor.

---------------------------------------------------------

Pero bueno! Qué tenemos aquí, un misterio en nuestra pequeña historia! Me encantaría saber qué pensáis sobre la misteriosa carta, ¿Quién creéis que es el emisor? Espero que os esté gustado mis queridos lectores.

Un beso!

Lo tengo todo perfectamente descontrolado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora