Capitulo 8

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1 año y 2 meses

- Rydel.., quiero hacer algo especial, me ayudas - Puse un puchero, a lo que mi hermana le causo risa.

- Ok hermanito, aún no se por que esa maravillosa mujer es tu novia, sigo sin entenderlo, eres tonto - Y así fue que dijo muchos insultos hacía mi hermosa persona.

- No se pudo resistir a mis encantos, tu eres una solterona por eso no entiendes - Dije mientras le mostraba mi lengua.

- Eres un infante, es mejor estar soltera a que acabes con el corazón roto o con un idiota que solo quiere jugar contigo y dejarte cuando ya aya tenido sexo contigo - Lo que no sabia es que eso si era real, yo terminaría con el corazón echo una mierda.

- Solo quiero tu ayuda, no exageres, solo quiero que me ayudes a darle una sorpresa a Laura.

- Que más me queda, pero... Cuando te largues de casa quiero tu cuarto.

- ¿Para que? - Pregunte confundido.

- ¿Cómo que para que?, pues para mi ropa, zapatos, maquillaje, bolsos, en mi habitación ya no caben.

- Si aja como tu digas - La rubia rodó sus ojos mieles y desapareció por la puerta.

- Oh!, otra cosa más rubio, necesitamos ir a el centro comercial, es tu graduación la sema que viene así que necesito ir por un vestido - Claro como siempre solo piensa en ella misma.

- Y ¿yo que?, yo necesito comprar tu no.

- Yo necesitó el vestido, tu tienes muchos trajes, usa uno que ya tengas - Volteó su vista a sus uñas rojizas, evitando mi mirada.

- Y tu por que no te pones unos de los tantos putos vestidos que tienes - Rydel volteó su rostro mirándome sorprendida.

- ¡Sabes, vamos al maldito centro comercial y te compras tu puto traje y yo mi estúpido vestido contento! - Yo solo me limite a sonreír.

- Ahora estoy feliz, prometo comprarte tu dichoso vestido si me ayudas con lo de Laura.

- Bueno si me quieres comprar otro vestido no hay problema, mejor para mi, tendré dos cambios ese día - Caminó hasta el sofá y se dejo caer como una morsa - Ahora ¿que quieres hacer para tu aniversario con Laura?, sabes pensaba una cena en el restaurante más caro - La detuve en esa fantasía, a Laura no le gustan esas cosas - Ash, ¿una serenata tal vez?, ya te di ideas adiós.

Una semana después

Hoy era la graduación, Vanessa me acompaño a comprar un vestido, mamá y papá se han distanciado mucho estos últimos días, pelean por cualquier cosa, es como si mamá estuviera embarazada y papá no lo soportara, uff creo que peor.

- Laura, no te muevas, te puedo quemar - Lo olvidaba, ella me arreglaba.

- Ya pronto seras una universitaria, yo todavía recuerdo cuando tenias 4 y jugabas en la tierra, oh cuando llorabas por que yo jugaba con Molly.

- Como olvidar eso, al final terminaba golpeandote o jalandote el cabello para que la soltarás y mamá nos separaba amenazandonos diciendo que no comeríamos más galletas de la abuela.

- Estás creciendo y lo tengo que aceptar, ya no eres mi pequeña hermana de 5 a la cual manipulaba, te quiero Laura y siempre contaras conmigo - Observe a Vanessa por el espejo, una lágrima se escapa de su ojo mientras sonreía con melancolía.

- Yo también te quiero y lo sabes, gracias por todo de verdad gracias - Me abrazo por atrás y beso mi mejilla.

- Ya basta de lágrimas, esta listo, vete a cambiar te espero abajo - Caminé al pie de la cama, donde descansaba un precioso vestido rojo, me cambié lo más pronto posible, tome mis tacones blancos me los coloque y tome mi bolso para finalmente salir.

Al llegar a la institución todo estaba perfectamente hermoso, los jardines estaban más relucientes que nunca, todos estaban eufóricos, todos abrazaban a sus amigos o a sus familiares, unos felices por que salían de aquí hartos y al fin descansarían y otros por cumplir sus sueños e ir a la universidad.

Pero toda esta felicidad terminaría acabando el día.

- Hermosa dama, me concede el honor de ser su acompañante esta noche.

- Claro, caballero, pero ¿que usted tiene una hermosa dama por novia?, no se enoja si me lo robo esta noche.

- Si, pero usted es más linda - Unió sus labios a los mios, cuando los extrañaba - Tu también te ves muy bien de traje - Me límite a decir una vez que nos separamos.

- Bueno ¿lista para entrar bella dama? - El rubio mi ofreció su brazo y me guiño un ojo.

- Por supuesto - Y así transcurrió el día hasta que llegó la noche, Ross camino y pidió el micrófono, me miro con esos ojos avellanas que me vuelven loca, pidió la atención de todos y me llamo al escenario.

- Laura, te conocí cuando entraste, bueno eso sonó estúpido, me llamaste la atención desde aquel momento en que te ví, esos ojos castaños profundo que me enamoran más y más cada día, no se como lo hiciste de verdad, nunca me he sentido así, solo contigo me siento así, eres lo más importante que tengo en la vida, claro después de mi familia, de verdad te amo con todo mi ser, no se que haría sin ti, si me haces falta en algún momento no lo podre soportar, nos queda un camino por recorrer, pero ese camino lo quiero recorrer contigo de mi mano y a mi lado, te amo Laura Marano, en este precisó momento te pediría que fueras mi novia, ya se que lo eres pero te lo volveré a pedir, Laura ¿quieres ser mi novia? - Este hombre esta completamente loco.

- Claro que quiero Ross, mi respuesta siempre será un si, convenceme que hice la mejor estupidez de mi vida al dejarte entrar en mi corazón, nunca me lastimes - Recordé las palabras que salieron de mi boca cuando fui a su casa a tratar de arreglar las cosas.

- Bueno no tenemos rosas rojas, pero será la mejor estupidez que cometerás en tu vida, no te lastimaría por que ni yo mismo me lo perdonaría - Todos soltaron un suspiro y aplaudieron, mientras Ross besaba mis labios como el solo sabe hacerlo.

El Suicidio de Laura MaranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora